La Fundación Madrina ha pedido oficialmente por escrito al alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, que la leña que se está retirando de las calles y parques de los árboles caídos en Madrid no acabe en el Vertedero Municipal de Valdemingómez para ser incinerados. Piden que esta leña llegue a los habitantes de la Cañada Real que se encuentran en una difícil situación que se ha pronunciado por el temporal ‘Filomena’.
En declaraciones a Europa Press Televisión, el presidente fundador de la Fundación Madrina, Conrado Giménez Agrela, ha señalado que la población residente en la Cañada Real está «sin luz y calefacción» y ha añadido que hay niños «con hipotermias», por lo que ha calificado la situación como «dramática».
Conrado Giménez incide en que «la Cañada Real se encuentra en una situación de desastre humanitario». Además, denuncia que «las ambulancias no pueden llegar ya que están atrapados» y sin ningún tipo de ayuda.
Por otro lado, la Fundación Madrina continúa con su labor humanitaria y solicita colaboración para reponer el Banco del Bebé que ha quedado vacío, a fin de poder seguir entregando a miles de niños y madres alimentos, mantas y material de invierno, bombonas y estufas para las miles de familias que tienen pobreza energética, porque no pueden pagar la calefacción.
Conrado Giménez Agrela afirma que dependen de particulares para proporcionar alimentos y productos básicos a las familias más vulnerables de Madrid ante «el desabastecimiento total» que están sufriendo ya que los bancos de alimentos no les proveen.
Del mismo modo, ha denunciado que muchas familias están pasando un «frío helador» con sus hijos y apunta que «es una desgracia y una pena no poder dar a las familias lo que necesitan para sobrevivir».