viernes, 13 diciembre 2024

El cura acusado de simular una boda para cobrar una herencia asegura que fue real

Un cura acusado de un presunto delito de estafa y otro de falsedad documental por planificar una falsa boda el 1 de julio de 2008, junto a la esposa y la hija, con el objetivo de estafar una herencia de medio millón de euros al supuesto marido, ha asegurado este jueves en la Audiencia de Barcelona que el enlace matrimonial fue real y que la pareja quería casarse por «conveniencia».

La pareja mantuvo una relación sentimental durante casi 20 años, y el 1 de julio de ese año el acusado, D.V.P., cura de la iglesia de Sant Viçent de Castellet (Barcelona), y la esposa estamparon supuestamente en dos ocasiones la firma del hombre en el expediente matrimonial por el que otorgaba el consentimiento al enlace y fingieron una ceremonia donde la hija actuó en calidad de testigo y firmó el documento, según el escrito de la acusación.

Según la Fiscalía, el cura, la mujer y su hija planificaron la falsa boda con el objetivo de estafar medio millón de euros de la herencia del hombre, ya que este no había realizado ningún testamento, y él falleció el 11 de noviembre de 2008, sin descendencia directa, solo con dos sobrinos como familiares próximos.

En la primera sesión de este jueves en la Sección 3 de la Audiencia –el día 22 de febrero está prevista una segunda– han comparecido y declarado los dos acusados –la supuesta esposa, L.V.B., también acusada, no está en el procedimiento porque ha fallecido–, nueve testigos y dos peritos.

El cura ha respondido a preguntas de la fiscal y de su abogado, donde ha explicado que casó a la pareja porque a la mujer le inquietaba «vivir en pecado», y que quería que la boda fuese lo más discreta posible y sin eucaristía.

El acusado ha manifestado que se fue de vacaciones antes de la boda y dejó el expediente para consumar el matrimonio rellenado pero sin firmar, y se lo dejó a la secretaria que tenía en ese momento, y ha asegurado que fue la secretaria quien dejó que el expediente saliera de la parroquia para que el futuro matrimonio –actualmente los dos fallecidos– pudiera leerlo y «se lo devolvieron firmado».

Ha añadido que durante la celebración de la boda no recuerda ninguna anomalía, y ha garantizado que el único dinero recibido por parte de ese matrimonio es «un donativo voluntario que da la gente que se casa a la parroquia».

La hija de la mujer, M.D.V.B, se ha limitado a responder a las preguntas de la defensa, y ha asegurado que ella firmó los documentos como testigo dentro de la iglesia el día de la celebración, ha explicado que el matrimonio no se inscribió en el registro civil en el momento que se casaron, y ha manifestado que cuando murió el marido de su madre ella renunció «a todo el dinero y a todas las propiedades porque todo eran una barbaridad de impuestos».

La Fiscalía pide ocho años de prisión para los dos acusados, y acusa al cura de falsificar la firma del hombre.

«ESTADO CIVIL SOLTERO»

La sobrina del fallecido, en calidad de testigo, ha expresado en el juicio que en el registro constaba que su tío había muerto soltero y sin testamento, y ha asegurado que se considera perjudicada porque le dijo a su tío que no quería saber nada de su dinero, «pero si hubiera hecho testamento estaría todo solucionado».

Otros testigos han asegurado que «nunca vieron al marido» en persona; otros que no vieron a nadie firmar en la iglesia, y otros que vieron una celebración el 1 de julio de 2008 pero que no sabían que era una boda.

Un jefe de la Policía Nacional ha explicado que iniciaron una investigación porque observaron «irregularidades» en los papeles de la boda, ha añadido que intentaron conseguir fotografías del enlace pero nadie tenía y, juntamente con el obispo que denunció el caso, han asegurado que la mujer fue al registro civil a notificar que se habían casado justo después del fallecimiento del hombre, el 11 de noviembre de 2008.