Por qué jugar a la consola es bueno para los niños enfermos de cáncer

A estas alturas del siglo XXI parece que todos conocemos ya los efectos perniciosos que tienen los videojuegos para los niños. Siendo justos, no es la consola o el videojuego los que son malos en sí mismos, sino la gran exposición de los niños a estos, o las largas jornadas que los pequeños quieren disfrutar.

Con frecuencia se ha generado este debate entre padres, psicólogos y comunidad educativa sobre el uso de consolas entre los más pequeños. Parece que el problema radicaría, para ser más exactos, en el tiempo de juego. Así, se considera que para menores de 12 años, lo adecuado sería una o -como mucho- dos horas al día y preferiblemente los fines de semana. También hay bastante consenso en que los menores de 3 años no deberían usar en ningún caso videojuegos o dispositivos electrónicos.

Sin embargo, un reciente estudio promovido por la Fundación Juegaterapia y llevado a cabo en el Hospital de La Paz de Madrid ha puesto en evidencia que jugar a la consola podría tener efectos beneficiosos para los niños enfermos de cáncer. Evidentemente, jugar a un videojuego no hace que una patología desaparezca, pero si puede ayudar a que los pequeños que tienen que someterse a duros tratamientos de quimioterapia, sientan menos dolor y les ayude a recuperarse.

El estudio en concreto analiza como el uso de videojuegos y consolas en los niños durante los tratamientos de quimioterapia o radioterapia reduce el dolor de los pequeños, de tal maneta que se reduce el consumo de morfina en un 20% de media. La mejoría a nivel psicológica, que ya ha sido demostrada con otros estudios anteriores, hace que además se reduzca la ansiedad que generan los procesos de hospitalización a lo largo de la enfermedad.

Además de bajar la percepción del dolor al tener acceso a las consolas o videojuegos, la relajación y evasión mental que estos juegos generan hacen que el organismos de los pequeños no active el sistema simpático (balance simpático vs parasimpático de nuestro organismo) de forma tan inminente, porque percibe la agresión del tratamiento de forma mas atenuada. Esto hace que no aumente tanto su tensión arterial o su ritmo cardiaco y ponga en riesgo – todavía más – la vida de los pequeños. Las consolas, activarían el sistema parasimpático, y les ayudaría a recuperarse en un periodo de tiempo más corto.

«La quimio se pasa volando» es el primer estudio que trata de medir el efecto beneficioso de la utilización de consolas en la enfermedad y recuperación de enfermedades pediátricas. Ahora, podemos ver los resultados de este estudio en una documental que emite desde el 25 de enero Amazon Prime Video y que cuenta con la colaboración de Alejandro Sanz entre otros.

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