Las acusaciones particulares que han expuesto este miércoles sus informes finales ante el tribunal de la Audiencia Nacional que juzga a los tres presuntos miembros de pertenecer a la célula yihadista que atentó en Cataluña el 17 y 18 de agosto de 2017 han insistido en que La Rambla de Barcelona y el paseo marítimo de Cambrils (Tarragona) no fueron lugares elegidos «al azar» para atacar contra el máximo número de personas.
Han insistido en que durante el juicio se ha probado la participación de los acusados Mohamed Houli Chemlal, Driss Oukabir y Said Ben Iazza en los preparativos de los atentados. Por ello, comparten con el resto de acusaciones que ya han informado al tribunal de sus conclusiones que se les debe condenar como responsables de los ataques en Cataluña, en contra del criterio de la Fiscalía.
El Ministerio Público entiende que aunque Houli Chemlal y Oukabir eran miembros de la célula, no se les puede acusar de delito de asesinato porque no participaron directamente en los atentados. En el caso de Said Ben Iazza, simplemente colaboró con la célula yihadista al prestar su documentación personal y una furgoneta para transportar sustancias para fabricar explosivos, indica la Fiscalía.
El abogado José Antonio Bitos, que ejerce la defensa de los Mossos d’Esquadra que abatieron a los autores materiales de los atentados –quienes relataron al tribunal las secuelas psicológicas que padecen desde entonces–, ha sido muy claro al respecto: «el objetivo era matar y la célula mató y los integrantes de la célula deben responder por estos actos».
Por eso, entiende que los tres acusados no sólo pueden responsabilizarse de lo que hicieron hasta la noche anterior de los atentados, cuando explotó la vivienda de Alcanar (Tarragona) en la que se preparaban los explosivos, sino también por lo sucedido en Barcelona y Cambrils, ya que, según ha indicado, contribuyeron en todos los actos de preparación y en ningún caso los evitaron.
Por ello, el letrado, que representa a la acusación particular ejercida por la Unión Sindical de la Policía Autonómica de Cataluña (USPAC), ha solicitado que los acusados afronten las indemnizaciones a las víctimas, entre los que incluye a los mossos que abatieron a los miembros de la célula en Cambrils y, en especial, a los que neutralizaron a Younnes Abouyaaqoub, quien atropelló a centenares de personas La Rambla.
«Todo el mundo se olvida que el 21 de agosto en Subirats (Barcelona) –donde se escondía Abouyaaqoub tras huir– hubo otro atentado terrorista, derivado de otro atentado, ha recalcado.
INSISTEN EN QUE EL ÚNICO OBJETIVO DE LA CÉLULA ERA «MATAR»
En el mismo sentido se ha manifestado la representación de una de las víctimas de los atentados, quien ha asegurado que tanto Oukabir como Houli Chemlal eran conocedores de las intenciones de la célula. Así ha enfatizado que «el objetivo común era cometer atentados contra personas y bienes independientemente de cuales fueran su forma de ejecución».
«Y pusieron medios para lograrlo», ha añadido. La letrada considera que la explosión de Alcanar «no frustró su plan original», pues habían estudiado varias posibilidades y por ello, además de preparar explosivos, los miembros de la célula «se formaron» en otras formas de atentar «como atropellos masivos y con armas blancas».
En caso de que el tribunal entienda que los acusados no pueden ser condenados por las 16 víctimas mortales y los centenares de heridos que hubo en los atentados, esta acusación particular entiende que deberían serlo, al menos, por «cooperadores necesarios». Según ha señalado, Oukabir facilitó el vehículo con el que se realizó el atropello masivo en Barcelona, Houli colaboró en las actividades de financiación y fabricación de explosivos y Ben Iazza, a quien también se ha situado en Alcanar, dejó una furgoneta siendo «incomprensible» que no supiera lo que se iba a transportar en ella.
Asimismo, esta abogada ha hecho hincapié en las actividades llevadas a cabo por Mohamed Houli Chemlal en la célula yihadista y ha resaltado que éste «participó en la búsqueda y exploración» de lugares para atentar. Ha recordado que, según una grabación, este acusado estuvo en La Rambla de Barcelona «con un compañero justo en el trayecto» donde ocurrió el atropello masivo.
La abogada del Ayuntamiento de Barcelona también ha puesto de manifiesto durante su informe final la tesis de que la célula yihadista fijó La Rambla y Cambrils como posibles lugares donde atentar. Así, ha retomado lo que afirmó el representante del consistorio de la ciudad tarraconense en la sesión de este martes y ha asegurado que los ataques en estas zonas no fueron fruto de la improvisación.
«La Rambla no era un objetivo al azar, era un objetivo pensado, hablado por la célula terrorista», ha dicho la abogada del Ayuntamiento de Barcelona, que pide hasta 95 años de cárcel para los acusados. Ha subrayado que la célula quería asegurarse atentar contra una «multiplicidad de nacionalidades», algo que se consigue si se actúa en «un punto neurálgico» como es este paseo de Barcelona, «mundialmente reconocido como punto turístico».
«Y esto es lo que pretendía la célula y esto es lo que consiguió. Tenía garantizada la publicidad mediática de todo el mundo. Arrolló indiscriminadamente a hombres, mujeres y niños, en concreto a dos menores de siete y tres años», ha indicado.
EN CONTRA DE LA APLICACIÓN DE ATENUANTES
Asimismo, el Ayuntamiento de Barcelona ha destacado que no cabe la aplicación de ninguna atenuante ni para Oukabir ni para Houli Chemlal, como solicitan las defensas.
En su opinión, Driss Oukabir «no se entregó a la policía», sino que fue detenido y tampoco se arrepintió días antes de los atentados que se estaban planeando. En realidad, buscaba borrar cualquier rastro que le relacionara con los ataques en caso de que el resto de compañeros murieran en ellos, ha apuntado.
En cuanto a Houli Chemlal, ha afirmado que en ningún momento ha colaborado con los Mossos d’Esquadra ni con la Justicia pues, según ha dicho, ha cambiado de versión en varias ocasiones. «Si hubieran querido colaborar con la investigación, se hubiera podido evitar tanto la explosión de Alcanar como los atentados», ha concluido la abogada del consistorio.
Por último, el abogado Antonio García, de la Asociación 11-M, que además de ser acusación popular, también representa a 73 víctimas, ha «compartido» todos estos argumentos expuestos ante el tribunal: «Aquí no cabe hablar de improvisación. Los actos estaban planificados».
Durante su intervención, ha detallado la relación que tenían estos dos acusados con Younnes Abouyaaqoub, sobre quien ha dicho que «no fue casual» que se escondiera en Subirats tras huir de Barcelona donde había arrollado a centenares de personas. «Ya había estado en la zona buscando sitios», ha dicho.
A ello ha añadido que el acusado Houli Chemlal se involucró en la forma en la que Abouyaaqoub podría escabullirse de la policía. En este sentido, ha enfatizado que este acusado dio «explicaciones muy torpes» sobre por qué apareció su pasaporte en la furgoneta que se usó en Barcelona y que había sido alquilada por Driss Oukabir.
También ha tachado de «mentiras» todas las explicaciones que Oukabir ha dado sobre su viaje a Tánger (Marruecos), días antes de los atentados. El abogado Antonio García ha dudado de la casualidad de que éste se alojara en un hotel cercano a un centro comercial en el que se ha comprobado que Younnes Abouyaaqoub también había estado.
Con todo ello, también ha solicitado al tribunal que el juicio «no se quede en Alcanar», como insinuó la Fiscalía: «Después de lo que se ha visto y escuchado, ¿Cómo se lo explicamos a las víctimas?».