Es curioso el origen del membrillo, pues proviene de un árbol con el mismo nombre, también conocido como membrillero. A todos nos gusta la carne dulce que se puede sacar del mismo, aunque no todos conocen el secreto para que la receta salga deliciosa. Parece que nuestras abuelas tenían el truco definitivo, y ahora nosotros también la conocemos.
Llama la atención por su pequeño tamaño y su gran sabor. Además, a pesar de lo que podamos pensar, lo cierto es que se trata de un alimento muy bajo en azúcares. Nosotros lo consumimos dulce, por eso es mejor elegir hacerlo en casa y que los ingredientes sean lo más naturales posible. Y es que no pasa nada porque, de vez en cuando, disfrutemos de un buen capricho.
Si ya se te está haciendo la boca agua, esto te interesa. Descubre cómo hacer la carne de membrillo de tu abuela para chuparte los dedos en casa.
4Últimos retoques a nuestra carne de membrillo
Para ir terminando con nuestra receta, debemos ir removiendo la carne de membrillo de vez en cuando. Podemos usar para ello, por ejemplo, una cuchara de madera o algún utensilio similar. Esto sirve para que no se pegue y se cocine la mezcla de forma homogénea.
Poco a poco, la pulpa irá tomando espesor y también se irá oscureciendo. En el momento en el que la cuchara se pueda mantener por sí misma si la clavamos en el dulce, habremos conseguido la textura oportuna. En este momento, podemos pasarlo de nuevo por la batidora si deseamos una textura más líquida. Esto será de acuerdo con tus gustos.
Para el molde, podemos usar algún tupper que tengamos en casa. Para montarlos, vertemos el resultado directamente, lo tapamos y dejaremos reposar en el frigo durante un día. Así obtendremos la consistencia debida para poder consumirlo. Cuando pase el tiempo, tendremos nuestro dulce listo para consumir. Podremos hacerlo en solitario o acompañando otros alimentos, como el queso, con el que combina a la perfección.
