sábado, 4 mayo 2024

Adelgazar en una semana: cómo hacerlo sin poner en riesgo tu salud

¿Es posible perder peso y que sea visible de una semana para otra? Sí, pero no es una cuestión de dietas milagro. Estas no existen. En el resultado final influye tanto la perseverancia, el ejercicio físico, lo equilibrado de la alimentación, y la naturaleza de nuestro propio organismo. Cada cuerpo tiende a reaccionar y funcionar diferente a las dietas y el estilo de vida. Más allá de lo crueles que podemos llegar a ser con nuestro cuerpo, es posible adelgazar en una semana y hacerlo sin poner en riesgo la salud con restricciones de alimentos y nutrientes necesarios.

Adelgazar no es un juego, ni va a ser el resultado de un milagro, sino de la constancia, el ejercicio físico y el equilibrio en la alimentación. Recuerda que todas las dietas milagro tienen como contraindicación el temido efecto yo-yo: todo lo que pierdes, si no te mantienes, se puede doblar en el momento en el que recaigas. Los nutricionistas abogan por marcarse objetivos más a largo plazo para que adelgazar sea una acción sana y saludable que no ponga en riesgo nuestra salud. Para ello, además de incluir frutas, verduras, lácteos y carnes de bajo aporte calórico.

2
LA ALIMENTACIÓN, CLAVE PARA NO CAER EN LAS TRAMPAS DE LAS DIETAS MILAGRO

alimentación
Cuidar la alimentación es importante. Descubre los mejores alimentos ricos en fibra.

Para conseguir el reto de adelgazar en una semana y hacerlo sin riesgo para la salud, los nutricionistas recomiendan replantear completamente la alimentación. De hecho, insisten en que con estas pautas, ni siquiera hay que renunciar a la mayoría de los alimentos que nos encantan, sino plantear su consumo en el momento más adecuado dentro del conjunto de nuestra dieta habitual. O lo que es lo mismo, aprender a comer. Para ello, la base es interiorizar esta máxima: quemar todas las calorías que ingerimos a lo largo del día, e incluso más para quemar la grasa acumulada.

Así, te planteas cuántas calorías debes ingerir al día para no sobrepasar lo que el cuerpo procesa. A ello, por supuesto, hay que sumar siempre unos adecuados, intensos y constantes ejercicios que ayuden al organismo a estar activo para el proceso de quema de grasas.