La otra cara de Cristina Pedroche: las deudas a las que se enfrenta

El de Cristina Pedroche y Dabiz Muñoz es uno de los matrimonios más famosos del país. La carismática presentadora de televisión y el reconocido chef llevan casados más de cinco años y no dudan en compartir sus momentos felices en redes sociales cada vez que tienen la oportunidad. Pero como toda pareja, también tienen sus problemas personales. En los últimos días ha trascendido la noticia de que Muñoz se ha visto obligado a cerrar definitivamente uno de sus restaurantes, más precisamente el StreetXo de Londres.

En un contexto de crisis mundial donde la hostelería está siendo severamente castigada, el madrileño ha tenido que poner punto final al negocio de Inglaterra para poder salvar los que tiene en España. Lo cierto es que esta dura situación económica desatada por la pandemia ha castigado a muchos sectores. La colaboradora de ‘Zapeando’ y su marido no están exentos de ello. Aquí te contaremos todos los detalles de las deudas que tienen que afrontar Cristina Pedroche y Dabiz Muñoz tras haber bajado la persiana de su local en la capital británica. Asimismo, daremos a conocer los proyectos que tienen en mente para salir adelante.

Las deudas de Cristina Pedroche y Dabiz Muñoz

STREEXO LONDRES. EL RESTAURANTE QUE CERRÓ EL MARIDO DE CRISTINA PEDROCHE.

En tiempos de coronavirus no nos resulta extraño en absoluto escuchar sobre el cierre de un restaurante o comercio. Pero si el dueño es famoso ahí puede que llame un poco más la atención. A menudo ocurre que creemos que las personas salen en la televisión tienen super poderes y no les afectan los problemas de la gente común y corriente. Eso un grave error y Cristina Pedroche y Dabiz Muñoz son un claro ejemplo de ello.

En una charla con Cadena Ser, el afamado chef ha tenido que explicar los motivos que lo llevaron al cierre definitivo de su restaurante en Londres. Según contó a la emisora, mantener aquel local estando cerrado le venía costando unos 50.000 mil euros al mes. Entonces decidió sacrificarlo para poder conservar sus otros negocios. «Tuvimos que pedir un crédito para mantenernos abiertos durante cuatro meses. Hubo que dejar que un barco se hundiera y que no se hundiera la flota. Me hubiese llevado por delante mis otros negocios y habría perdido muchísimo dinero”, confesó Muñoz en dicha entrevista.