El eurodiputado socialista Juan Fernando López Aguilar y la eurodiputada liberal francesa Fabienne Keller han coincidido este jueves en que el campamento de migrantes de ‘Las Raíces‘, ubicado en un viejo acuartelamiento militar en La Laguna, «no es sostenible» como alternativa de acogida «a medio plazo» y esperan que sea «provisional».
En declaraciones a los periodistas tras visitar durante algo más de una hora las instalaciones, Aguilar ha comentado que hay que «aprender cuanto antes de las experiencias» que está dejando la acogida de migrantes a la hora de legislar las políticas de asilo.
En esa línea, ha insistido en que los migrantes «merecen una respuesta más sostenible y coherente con el derecho europeo» y mostró su deseo de evitar que la situación actual «vaya a más y a peor» en un campamento con unas 600 personas actualmente y que tiene capacidad para albergar hasta unas 2.400.
Aguilar ha valorado la labor de la ONG que gestiona el centro –Accem– procurando alimentación, asistencia jurídica y sanitaria, formación o aprendizaje de español y de las instituciones locales, caso del Cabildo de Tenerife y el Ayuntamiento de La Laguna, que están aportando recursos propios en un momento en el que son «escasos».
Ha enmarcado su visita –este martes estuvo también en centros de Gran Canaria– en la posibilidad de «ver sobre el terreno que puede hacer» la Unión Europea para «responder» a las necesidades de los migrantes, subrayando que ha aportado 43,5 millones del fondo de migraciones y asilo y seguridad interior para soportar los costes de la acogida en Canarias.
Además, ha indicado que en el archipiélago quedan unos 10.000 migrantes y otros 16.000 «han sido derivados» pero entiende que «hay dificultades» con los vuelos de retorno a sus países de origen y las derivaciones a la Península por las restricciones sanitarias a la movilidad.
Aguilar ha insistido en que Canarias ha sufrido un «influjo masivo e inesperado» en la llegada de migrantes y ahora toca reclamar «solidaridad» a la UE y «responsabilidad compartida» por más que las autoridades canarias y el Gobierno central hayan puesto a disposición instalaciones que estaban en desuso.
«No es sostenible pero sirve de alojamiento provisional, de otro modo la demanda de asistencia humanitaria sería imposible de manejar», ha señalado.
MEJOR EN CANARIAS QUE EN BOSNIA, GRECIA O ITALIA
No obstante, ha desligado el campamento de Las Raíces de lo que ocurre en otros lugares fronterizos de la UE como el campo de Lipa, en Bosnia, o los de las islas griegas e italianas, en algunos casos con más de 10.000 personas y en «una situación inhumana».
«No es la situación en Canarias, donde ha habido distribución y solidaridad entre islas», ha detallado, si bien ha demandado que haya programas de derivación y realojamiento en toda la UE.
López Aguilar y Keller, acompañados por el presidente del Cabildo de Tenerife, Pedro Martín, han mantenido un encuentro con el medio centenar de migrantes que desde hace tres días duermen por fuera de las instalaciones en señal de protesta por malas condiciones y la negativa a no dejarles viajar a la Península.
Un joven, natural de Mauritania, ha comentado que lleva cuatro meses en Canarias tras llegar en cayuco a El Hierro, donde estuvo alojado un mes en un pabellón deportivo hasta que lo derivaron a un hotel en Playa de Las Américas, en el sur de Tenerife, y de ahí a Las Raíces.
Ha apuntado que la acogida en el campamento «es una catástrofe» tras todo lo que pasaron en el mar para llegar a las islas, con mucho frío por las noches y más de 30 personas durmiendo en la misma tienda de campaña, una situación de hacinamiento que conlleva «violencia y peleas por cualquier cosa».
«TODOS LOS DÍAS LA COMIDA ES UN PROBLEMA»
«Todos los días la comida es un problema, hay una cola enorme y no está bien organizado», ha apuntado, subrayando también que hay «conflictos» entre los marroquíes y los senegaleses, que hablan idiomas distintos.
Ha insistido en reclamar «buenas condiciones» de acogida porque son «seres humanos, no criminales», conexión wifi para poder comunicarse con sus familias tras cuatro meses en el archipiélago y más cargadores de móvil. «Hay personas que sacrifican la noche para poder cargar el teléfono», ha comentado.
Otro joven de Senegal ha comentado que no están en Europa «para comer sino para trabajar» y que «es una vergüenza» que se les tenga recluidos en estos campamentos cuando no son «criminales.
Uno de los migrantes marroquíes que duerme por fuera del campamento ha indicado que la gente ha emigrado para «buscarse la vida» y mandar dinero sus familias y ha exigido a los eurodiputados que les den una solución, ya sea viajar a la Península o volver a Marruecos.