Irreconocibles: los fotos del pasado que esconden los concursantes de La Isla de las tentaciones

A estas alturas del programa, seguro que ya todos conocemos a los diferentes concursantes que han pasado por La isla de las tentaciones. El que esperaba ser un formato distendido de Cuatro, se convirtió, gracias a la audiencia, en uno de los espacios más exitosos de Mediaset, por lo que no tardó en emitirse en Telecinco y en prime time.

Con ellos hemos vivido situaciones que nos han puesto al límite. Después de tres ediciones, podemos decir que hemos llorado, hemos reído y, sobre todo, hemos sentido. A todos nos da envidia cuando vemos esos cuerpos espectaculares y rostros perfectamente pulcros. Pero, ¿han sido siempre así los participantes del reality?

Si quieres saber más sobre ellos, descubre las fotos del pasado que esconden los concursantes de La isla de las tentaciones.

Melyssa Pinto, de La isla de las tentaciones a un viaje al pasado

melyssa la isla de las tentaciones

Melyssa y Tom Brusse entraron en la segunda edición de La isla de las tentaciones para revolucionar el programa. De acuerdo con la gran mayoría de los espectadores, fueron ellos los que llevaron las riendas durante el formato, a pesar de demostrar que tenían una relación demasiado tóxica como para continuar con la misma.

Sin embargo, la que causó sensación, sin duda, fue ella. Melyssa protagonizó uno de los momentos más comentados cuando se presentó, saltándose las normas del concurso, hasta la isla de los chicos para cantarle las cuarenta al que entonces era su novio. Después de eso, su popularidad en redes no dejó de crecer y su rostro se convirtió en uno de los más conocidos, y deseados.

Después de medio año, hemos podido ver, gracias a la propia Melyssa, cómo era antes de participar en televisión. La conocimos por su entrada en MYHYV, aunque no nos imaginábamos su aspecto anterior. En una serie de fotografías del pasado, pudimos ver a una joven con un pelo totalmente diferente y un piercing en el labio con la que ahora no nos la podríamos ni imaginar. ¡Cómo cambian las cosas!