‘Belgian Blue’, el surrealista toro musculoso que causa furor en las redes

Los toros más musculosos del mundo pertenecen a una raza llamada Belgian Blue, o azul belga, proveniente de dicho país. El más conocido es el toro Knickers, cuyas imágenes dieron la vuelta al mundo, asombrando a todos con su tremenda envergadura. Muchos pensaron que el ganadero que lo había criado se había dedicado a suministrarle esteroides para conseguir que desarrollarse una musculatura desproporcionada. Pero la realidad es que se trata de una característica genética, que se ha denominado ‘doble musculatura’.

Se trata de un fenotipo de origen hereditario que provoca que el número de fibras musculares aumenten de manera anormal debido a que el animal carece de una proteína específica que, en organismos normales, se encarga de controlar el desarrollo de los músculos. Existe otra raza bovina que comparte las mismas características que es el ‘piamontés’, aunque la Belgian Blue se ha hecho más conocida, gracias Knickers.

La primera vez que se documentó esta peculiaridad física fue en 1808, y quedó registrada por George Culley, un individuo que se dedicaba a estudiar ganaderías. El origen de la raza se sitúa en el norte de Bélgica, desde que se comenzaron a cruzar razas locales con una raza de Reino Unido llamada Shorthorn. Esta mezcla genética de razas, pareció no ser muy compatible y dio como resultado a individuos con dicha anomalía. Los ganaderos vieron una gran oportunidad en ello (mayor capacidad muscular, más carne magra para vender), y sobre los años 50 del siglo XX un tal Hanset comenzó a investigar con la inseminación artificial en vacas y toros que presentaban esta mutación genética. A partir de ahí surgió la raza tal y como la conocemos hoy, y se mantuvo mediante la consanguinidad de los cruces. Más o menos como ha ocurrido con algunas razas de perros que hoy día tienen características físicas anómalas como la braquicefalia o la displasia.

UNA RAZA ESPECTACULAR PERO QUE NO ES RENTABLE

Aunque muchos quisieran tener la genética de Knickers y el resto de individuos de la raza, la realidad es que su condición les provoca serios problemas de salud. Su estructura ósea es de tamaño normal, lo que significa que la proporción de carne con respecto al hueso es muy desequilibrada. Por otra parte, necesitan una alimentación altamente proteínica para mantener su corpulencia, ya que la fibra del pasto no es suficiente para esta raza. Además los partos son complicados, ya que la pelvis de las vacas no está preparada para los terneros tan enormes que gestan, así que la mayoría de las veces deben nacer por cesárea.

¿Por qué se sigue criando esta raza? No queda nada claro, ya que las razones económicas no compensan. Las complicaciones del parto son habituales, y la demanda metabólica requiere un elevado gasto en alimentos específicos y concentrados de proteínas. Además, por motivos del crecimiento del animal, su sacrificio se suele retrasar más que con otras especies, aumentando así los costes de mantenimiento. Sea como sea tal vez la imagen de Knickers sirva de inspiración para apuntarse al gimnasio.