Bou da el ultimátum al PPC y amenaza con quedarse el acta

Josep Bou, presidente del PPC en el Ayuntamiento de Barcelona, ha estallado con unas duras declaraciones contra la cúpula de Alejandro Fernández, presidente del PPC y diputado en el Parlament.

Tras un año de tensiones con sus compañeros de partido, el expresidente de Empresaris de Catalunya y concejal en calidad de independiente del PPC en Barcelona, ha lanzado un ultimátum a la formación. «Si en dos o tres semanas no se marchan determinadas personas, lo haré yo», ha amenazado el político independiente en una entrevista al programa Café de Idees.

«Con las dimisiones mejorarían las relaciones«, ha afirmado el equipo de Bou en una conversación con MONCLOA. «No se está pidiendo dimisión de Alejandro Fernández«, han aclarado, pero sí de cargos intermedios, «sin decir nombres«. «Estos cargos no pueden tener puestos de responsabilidad», ha cargado Bou. «No pido que se marchen, que mantengan la afiliación y paguen las cuotas», ha ironizado.

Además, el empresario, conocido por su cadena de panaderías, ha asegurado que «se debe a los 37.000 votantes» de las pasadas elecciones municipales. «Mantendrá el acta de concejal», han confirmado las mismas fuentes. Este ultimátum no se debe a un enfado momentáneo, sino que se arrastra desde hace muchos años. «Esta situación se ha alargado durante más de un año«, han apuntado.

De hecho, aún sin haber ejecutado la amenaza consideran que «buscarán fórmulas» para encajar en los tiempos de intervención, ya que con dos concejales, el PPC no tiene un grupo parlamentario propio.

BOU, DE SER CONDENADO A FICHAR A UN INDEPENDENTISTA

El PPC, por su parte, considera estas declaraciones un «ataque directo» a Fernández y al portavoz del partido en el Ayuntamiento, Óscar Ramírez. «Es un desaire más», han puntualizado las fuentes ‘populares’ consultadas por este medio.

Y es que, el historial de Bou es largo en estos dos últimos años. En primer lugar, ha expulsado a su jefe de prensa tras 17 años en el partido para colocar en su lugar a Eduard Batllès, un conocido independentista que votó «sí» en los referéndums del 9-N y del 1-O.

Bou también ha criticado a Cayetana Álvarez de Toledo haciendo suyo el mismo «discurso xenófobo» de los separatistas catalanes. Y acumula una condena por «agredir» a un manifestante, mientras alquila uno de sus locales a una entidad dedicada al consumo de cannabis, pese a la oposición de los ‘populares’ a este tipo de actividad.

«Las bases están muy enfadadas con él», han afirmado fuentes del partido. «Bou contribuyó a la campaña, igual que el resto. Por tanto es injusto que se adjudique los 37.000 votos obtenidos en las pasadas elecciones municipales», han criticado. Además, han corroborado que Bou no se ha afiliado al PPC.

DECEPCIÓN POR LOS RESULTADOS

Bou ha mostrado su «decepción» por los resultados de esta última contienda electoral y ha culpado a cargos intermedios, a los que les ha señalado como «la camarilla» de la formación a la que él pertenece. A su juicio, se ha considerado ninguneado durante la campaña. «Sólo me dejaron asistir a la presentación de un acto», ha dicho, para acto seguido reivindicarse: «Como catalán, restar no resto, diría que podría sumar».

Tampoco influyó en las decisiones del PPC para traer a Lorena Roldán y Eva Parera, que concurrieron a estas elecciones como número 2 y 3, respectivamente

Bou ha continuado lanzando dardos contra los ahora compañeros de partido. «No siempre he votado al PP«, ha asegurado. «Todo lo que no funciona debe cambiarse», ha proseguido. «No se puede vivir del pasado, porque los resultados hablan por sí mismos», ha continuado.

«Creo que soy un buen compañero, tengo ideas y soy empresario. Estoy para servir, no para servirme«, ha continuado. En este sentido, ha explicado que algunos ‘populares’ buscan su propio interés, después el del partido y por último el de los catalanes. Ésta tercera opción «es la primera para mí«, ha insistido. «Después el partido, y yo, a intentar ayudar».

Por último, ha considerado que «no tengo necesidad» de continuar en el PPC a los 66 años. «Me integraría en el mundo asociativo», pero no entraría en un partido político. «Pienso en la sociedad civil catalana«, ha zanjado.