Las claves ocultas del triunfo de Illa comprometen al PP de Casado

El triunfo aparentemente estéril de Salvador Illa está abocado a una sesión de investidura fallida, si es que el presidente del Parlament de Catalunya baraja siquiera la posibilidad de ofrecérsela a un candidato socialista sin opciones de convertirse en president.

Ahora bien, el sacrificio de Illa no es ni mucho menos tan irrelevante como el que logró Inés Arrimadas en 2016. Porque ahora el PSC tendrá la posibilidad de aliviar las tensiones entre los dos partidos que previsiblemente controlarán la mayor parte del Govern, ERC y Junts per Catalunya.

Iván Redondo sabe que el mayor reto político de Pedro Sánchez es rebajas la tensión territorial entre Barcelona y Madrid. Y para ello es imprescindible que Salvador Illa, que ha protagonizado un triunfo que inyecta energía en La Moncloa, tienda puentes con ERC. 

La clave es que el PSC permita la gobernabilidad de ERC para que Oriol Junqueras rompa definitivamente con Carles Puigdemont, que le llamó «desleal», y apueste por un polo progresista en el que podrían incluirse las CUP y En Comú Podem.

Malos tiempos para Arrimadas

El desplome previsto de Ciudadanos ha provocado una fuerte reacción interna contra Inés Arrimadas, que se ha negado a ‘sacrificar’ a su equipo de confianza. Los naranjas parecen caminar sin rumbo y camino a la extinción.

En el PP también hay cierto runrún que está siendo aplacado por Pablo Casado, que sigue confiando en Teodoro García Egea como número dos. El jefe de la oposición ha apostado por rebajar la marea culpando de la debacle catalana a Luis Bárcenas y anunciando que se mudan de Génova 13.

Vuelve Cayetana

Cayetana Álvarez de Toledo parecía agazapada a la espera de que un suceso relevante dentro del PP la motivara a salir de su ‘escondite’. Y dicho y hecho, porque la diputada ha cargado con dureza contra Casado. 

«Nadie que sea jefe de la oposición y aspire a quitarle el puesto al presidente del Gobierno puede sacar en Cataluña el peor resultado de la historia de su partido (. . .) Bárcenas ha sido marginal, irrelevante», explica en El Mundo. 

«Ni el PSC ni Vox tienen problemas de movilización. Ciudadanos ha perdido 20 puntos, 10 al PSC y siete u ocho a Vox. El PP ha bajado un punto. Es decir, de esa debacle no sólo no hemos sacado nada, sino que hemos perdido. Si el PP no es capaz de sacar votos en sus fronteras izquierda y derecha ¿qué capacidad tiene de ganar?», añade.

Cayetana culpa a Casado de todos los males populares: «En mi opinión no ha fallado el candidato, ha fallado la estrategia errática, profundamente equivocada, de la dirección nacional, que ha dejado huérfanos a muchos votantes desorientados, huérfanos y sin razón suficiente para votarnos». 

Las razones

La diputada cree que su destitución se debió en parte a «la renuncia a la batalla ideológica y cultural» que se produjo tras su destitución como portavoz. Y además cree que Pablo Casado se equivocó al romper con Vox en plena moción de censura porque su dureza voló los puentes «con los simpatizantes de Vox». 

También afirma que el PP ha pedido «perdón por hablar demasiado del proceso separatista, cuando hablar del proceso es hablar de la democracia y la libertad de los ciudadanos. Hemos creído que el desafío separatista se resuelve con promesas de financiación o más dinero. Lo más insólito: hemos insinuado que las fuerzas de seguridad se habían excedido el 1 de octubre».

Para Cayetana, «ha quedado acreditada la incapacidad de Pablo Casado para reconstruir el constitucionalismo, que es el principal desafío español. Casado se ha dejado jirones de credibilidad como líder del constitucionalismo. El liderazgo es de Pablo Casado y suya ha sido la presencia constante en la campaña».

«La responsabilidad de todo esto no es de Bárcenas, no es de Rajoy, no es de Alejandro (Fernández), no es de la abstención. Incluso en mi opinión ni siquiera es de Teodoro García Egea, cuya gestión del partido deja muchísimo que desear. La responsabilidad es del líder del partido», añadió.