El presidente de la Generalitat, Ximo Puig, ha confirmado este miércoles que «la perspectiva» del Consell es mantener el cierre perimetral de la Comunitat Valenciana hasta mayo, cuando concluye el actual estado de alarma, aunque ha matizado que «se podría revisar» si antes «tenemos circunstancias positivas, se avanza en la vacunación masiva y pasada la Semana Santa ya no hay una atmósfera favorable al contacto».
Puig, en una entrevista a la cadena Ser, ha recalcado al respecto: «No hay ninguna restricción que se ponga por capricho ni tiene que durar un día más de lo necesario». En ese sentido, ha aclarado que, con la perimetración, también se quiere lanzar «un mensaje para crear una atmósfera de no riesgo que sea asociado con la sociabilidad».
«Estas semanas son decisivas porque las no Fallas, la no Magdalena, la no Semana Santa tiene que ser efectivamente eso, no Fallas, no Magdalena, no Semana Santa porque ahora sí que sabemos que la movilidad genera contactos y los contactos, contagios».
Por eso, ha defendido que «hay momentos en los que hay que impedir la sociabilidad, no solo en la hostelería sino en los domicilios». En ese sentido, ha defendido que con actual nivel de incidencia acumulada, por debajo de los 62 casos cuando se llegó a estar en 1.500, «no se pueden mantener exactamente las mismas restricciones, pero tampoco se puede relajar y dilapidar en unas pocas semanas todo el esfuerzo».
DESESCALADA «MESURADA»
Por ello, sobre la reapertura que exigen el sector del deporte y de la hostelería, ha señalado que mañana se tomarán en la comisión interdepartamental decisiones «mesuradas» de acuerdo con los expertos y pensando sobre todo en «el bien general y la salud de los ciudadanos, pero también pensando en las personas que tienen restringida su actividad.
En ese sentido, ha señalado a quienes «no pueden trabajar ni desplazarse para ver a sus familias» que «falta poco»: «Sabemos que este año no será de normalidad absoluta, pero aspiramos a un verano lo más normal posible que genere la recuperación económica y el empleo».
Al respecto, ha confiado en que este verano se pueda abrir la movilidad exterior, por lo menos la europea, gracias al pasaporte sanitario y a la realización de pruebas que lleven a «una normalización de la campaña turística».
Preguntado por si hubiera que haber sido más restrictivo antes de Navidad en aras de evitar la tercera ola, el ‘president’ ha replicado: «A toro pasado siempre se pueden haber tomado decisiones avaladas por las consecuencias».
Con todo, ha mantenido que antes de Navidad ya se tomaron decisiones «muy importantes y fuimos los más restrictivos, a día de hoy podemos decir que quizá no lo suficiente, pero nosotros iniciamos una escalada a finales de noviembre y no solo por una causa». Así, ha indicado que un epidemiólogo le comentaba que «aquí había mucho más combustible y, por tanto, mucha más capacidad de contagio».
«Este virus actúa con mucha más inteligencia de la que podemos tener nosotros para detenerlo», ha recalcado Puig, que ha justificado que «por eso se ha ido por detrás». «Pero sí que desde el primer momento hemos intentado dar respuesta desde todos los ámbitos y se ha conseguido el hecho histórico de disponer vacunas en menos de un año», ha subrayado.
En ese sentido, ha señalado que «hay una certeza: las vacunas funcionan y funcionan bien, pero aún hay pocas dosis». Pese a ello, ha destacado que cerca de medio millón de valencianos habrá recibido una dosis en los próximos días y ya se nota el efecto positivo entre los grupos más vulnerables. «Ahora hemos cambiado de posición, ya no estamos a la defensiva sino al ataque y cada día que pasa iremos a mejor», ha apostillado.