Elecciones generales en 2021, el miedo que ha llevado a Iglesias a dejar el Gobierno

Cada suena con más fuerza la idea de que se celebren elecciones anticipadas en España. El vicepresidente del Gobierno y líder de Unidas Podemos, Pablo Iglesias, ha tomado una decisión que ha sacudido el tablero: se presentará como candidato a los comicios de la Comunidad de Madrid. Iglesias asegura que lo hace para frenar a la presidenta autonómica Isabel Díaz Ayuso, pero la realidad es que desde Unidas Podemos temen que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, vaya a convocar elecciones generales anticipadas en otoño de 2021, con las encuestas de cara, con la recuperación económica a punto de dispararse y con con la vacunación masiva a la orden del día. Un plan maestro que desde más de un partido también dan por hecho dado el movimiento que ha dado Iglesias.

La decisión de Iglesias tiene a todos en vilo. Nadie se cree, ni en su propio partido, que haya dejado la vicepresidencia solo porque crea que su presencia es necesaria en la Comunidad de Madrid o porque le estomague más de la cuenta un ejecutivo autonómico con Ayuso como referente. Si ha dejado un puesto tan goloso que siempre ha ansiado es porque sabe que su estancia en él no durará demasiado. Y de ahí, varios partidos coinciden en el mismo pronóstico: Sánchez tiene intención de convocar elecciones generales antes de que empiece la recuperación económica para garantizarse una legislatura tranquila y con el viento a su favor. Y ese viento está marcado por el fin de la pandemia y todo lo que ello conlleva.

Es una estrategia urdida desde el PSOE que engloba las decisiones tomadas por los socialistas para ir de la mano de Ciudadanos para derrocar al PP en algunas comunidades autónomas. La ofensiva socialista ha buscado aprovechar la recuperación económica que se avecina en todos los territorios en los que pueda para vender su gestión como exitosa y así anular a un PP débil por el liderazgo de Casado. A todo esto hay que añadir otros aspectos que harán de la próxima legislatura un bien codiciado por todos marcado por el principio del final de la pandemia.

Ahora no es el momento, pero, para otoño, fecha en la que todos creen que se celebrarán las elecciones generales, la vacunación habrá avanzado lo suficiente como para retirar las restricciones impuestas por el momento para contener la pandemia. Cuando se retiren las restricciones, llegará la recuperación económica muy apoyada por el turismo y por esa reacción social similar al periodo de entreguerras: la sociedad quiere gastar, pero no le dejan, al menos los que tienen trabajo.

Las ayudas europeas del fondo destinado por la UE para paliar las consecuencias del coronavirus llegarán en su mayor medidas después de otoño, en el mismo momento en el que los países de Europa empiecen a mejorar sus cifras con la apertura que seguirá a la vacunación masiva. Estas ayudas, acompañadas de la recuperación natural que vivirán todos los países de la UE, harán que la legislatura tenga golpes beneficiosos para el Gobierno más que notables. Subvenciones, ayudas directas y programas de desarrollo que harán de los próximos años un periodo de prosperidad económica con pocos precedentes, al igual que tampoco ha tenido precedentes la crisis causada por la pandemia.

Este maquiavélico plan se basa en la premisa de no dejar nada al azar. El PSOE lo que busca, a juicio de las fuentes consultadas, es beneficiarse lo máximo posible en el momento adecuado. Si se presenta a las elecciones ahora, obtendrá unos resultados favorables que, llegando a pactos, podría garantizar y apuntalar la posición de Sánchez ante un Casado completamente a la deriva y cuestionado por los suyos, por no hablar de que Vox sacará los mejores resultados de su historia, según pronostican los sondeos, partiendo al PP por la mitad y dejando a la derecha muy tocada.

En base a esta lectura y a la que consideran una «inminente» convocatoria electoral anticipada, Iglesias ha decidido dar un volantazo que sería el de pasarse a la Comunidad de Madrid para ser el candidato que se faje con Ayuso y, de paso, dejar claro que la sucesora natural de Unidas Podemos no es su pareja y ministra de Igualdad, Irene Montero, sino la ministra de Trabajo y ex de Izquierda Unida, Yolanda Díaz, quien ahora recoge el testigo dejado por Iglesias.

AUNAR A LA IZQUIERDA

Desde la formación morada tienen claro por qué Iglesias ha elegido dar el salto a la Comunidad de Madrid. La razón por la que el vicepresidente ha decidido dejar atrás su cargo para fajarse con Ayuso es porque pretende aunar de nuevo a la izquierda. Lo que quiere Iglesias es volver a coser las costuras que separaron a los díscolos, seguidores del actual líder de Más País, Íñigo Errejón, de Podemos y así poder hacer frente en los comicios a un PSOE intocable hasta la fecha.

Iglesias ya ha propuesto a los suyos que quiere ir en una lista conjunta a las elecciones a la Comunidad de Madrid. Una lista que englobe a todos, incluida a la candidata de Más Madrid, Mónica García. De hecho, sobre si desde el partido de Errejón tienen alguna duda latente sobre si ir o no a las elecciones de forma conjunta con Iglesias, el vicepresidente ha dado la solución: celebrar unas primarias con las dos caras para ver a quién prefieren las bases como candidato o candidata a las elecciones autonómicas.