El efecto Iglesias se estampa contra un Gabilondo que busca absorber a Ciudadanos

El efecto Iglesias no ha sido como los dirigentes de Unidas Podemos se esperaban. El PSOE ha hecho su lectura y ha optado por intentar borrar del mapa a Ciudadanos y atraer a su causa a sus votantes. Si antes el electorado naranja tenía dudas, Ángel Gabilondo las ha disipado tras anunciar a bombo y platillo que no pactará con «este Iglesias» y tras dejar claro que se siente mucho más cómodo en una posición de centro izquierda apoyada por Más Madrid que en un contexto de «alerta antifascista» azuzada por el vicepresidente del Ejecutivo Pablo Iglesias. Esta decisión ha hecho rabiar a los dirigente de Unidas Podemos, pero ha dejado claro que la soberbia del vicepresidente le precede y que Gabilondo no cederá ante sus demandas. Ahora, la única opción que deja el socialista a Iglesias es abstenerse o votar a favor de una candidatura en la que no tendrá ni voz ni voto (y siempre que la suma de Gabilondo con Más Madrid y Ciudadanos dé). 

Las palabras de Gabilondo han caído como un plomo entre los dirigentes de Unidas Podemos. «Con este Iglesias, no», ha asegurado el profesor universitario. Y las reacciones no se han hecho esperar lo más mínimo. Gabilondo dice que no puede dormir pensando en un gobierno en Madrid con Pablo Iglesias… Pues ya estaría», ha comentado el diputado de Unidas Podemos Juan López de Uralde. Y como él, los comentarios no se han dejado esperar. Tampoco los de la derecha, que aseguran que es una mentira que Gabilondo tiene intención de romper tan pronto acaben las elecciones. En cualquier caso, parece que las palabras del profesor no han sentado bien ni a izquierdas ni a derechas, pero sí que confirman que Gabilondo aspira a quedarse con el electorado de la formación naranja. 

Con esta opción sobre la mesa, solo le quedará a Iglesias la alternativa de abstenerse o apoyar un Gobierno del que no formará parte y en el que no pintará nada. Que la Comunidad de Madrid sea la tumba de Iglesias es una posibilidad. Y Gabilondo ha puesto su grano de arena para que el voto útil de la izquierda tenga que recaer o en Más Madrid o en el PSOE, pero en ningún caso en Podemos. «Es un golpe bajo» es la lectura que más se ve entre las filas de Unidas Podemos dado que no se esperaban que el partido con el que gobiernan a nivel nacional les diera el portazo a nivel autonómico. Y ahora Iglesias se queda solo y aislado. 

desde la derecha dan por hecho que Gabilondo no tardará en plegarse a las exigencias de Iglesias

El PP y Vox tienen claro que las palabras de Gabilondo son mentira. Al igual que Sánchez prometió que no pactaría con Iglesias bajo ningún concepto, desde la derecha dan por hecho que Gabilondo no tardará en plegarse a las exigencias de Iglesias siempre que Podemos sea un partido fundamental para la gobernabilidad, como parece que será. Desde el PSOE se muestran tajantes y aseguran que no formarán gobierno con Podemos, pero para eso deben dar los números entre Más Madrid, Ciudadanos y el PSOE. Y en este caso, Gabilondo no las tiene todas consigo.

«Ángel Gabilondo rechaza pactar en Madrid con Pablo Iglesias: «Me intranquiliza». ¿Recuerdan cuando Pedro Sánchez decía que no dormiría tranquilo por las noches con Podemos en el Gobierno.? Mentirosos», ha comentado el excoordinador regional de Ciudadanos en la Comunidad Valenciana Toni Cantó. «Dice Gabilondo que no pactará con «este» Pablo Iglesias. ¿Hay otro? ¿Por qué mienten tanto?», ha comentado la expresidenta de UPyD Rosa Díez. «Señor Gabilondo esto ya lo decía Sanchez. No se lo cree nadie ya. Hasta para mentir se necesita un poco de ingenio», ha comentado el diputado de UPN Sergio Sayas.

Desde la derecha dan por hecho que Gabilondo romperá su promesa. Pero lo cierto es que desde el PSOE deslizan que la estrategia de los socialistas pasa por absorber a Ciudadanos y no meterse en esa guerra que protagonizarán Más Madrid y Podemos por seducir el voto de la izquierda madrileña. En cualquier caso, en esa guerra Gabilondo también se ha posicionado dejando claro que si gobierna lo hará de la mano de Mónica García, candidata de Más Madrid a los comicios del 4 de mayo, y en ningún caso Iglesias.

La decisión y el comentario dado por el candidato socialista perjudica enormemente a Ciudadanos y a Edmundo Bal, el candidato impuesto por Inés Arrimadas. Si los números de la formación naranja ya coquetean con la desaparición en las encuestas y en los sondeos, ahora que tanto Gabilondo como Ayuso compiten por hacerse con el voto naranja, los números de Bal se vuelven más complicados. Gabilondo no quiere un Ciudadanos fuerte, quiere que la formación desaparezca y que sus votos recaigan en él. Y para ello, el primer paso es asegurar al electorado naranja que no gobernará bajo ningún concepto con ese Iglesias que tantos odios despierta (y cada vez mucho más).

Las encuestas y los sondeos realizados por Sigma Dos, GAD3 y Sociométrica llevan semanas apuntando que la tendencia de Podemos es a la baja. Pero es que en el caso de la Comunidad de Madrid los últimos estudios apuntan a que Iglesias se quedará en una fuerza residual en la Asamblea y a que se estrellará ante una derecha al alza motivada por la gestión de Ayuso y por su forma de gestionar la pandemia a través de relajar paulatinamente las medidas restrictivas.