El fraile que sucumbió al amor: Ángel Gabilondo, «el aburrido»

Ángel Gabilondo: exfutbolista, exfraile, exrector, exdecano, exministro, y muy probablemente expolítico en cuanto se sucedan las próximas elecciones del 4 de mayo. Gabilondo es la carta del Partido Socialista para presidir la Comunidad de Madrid, una apuesta sosa, aburrida y formal que propone a un presidente aburrido, que no genera expectativas políticas y que está a la merced de Sánchez y su equipo.

Gabilondo, a partir de ahora “el aburrido”, nació el 1 de marzo de 1949 en San Sebastián, en el seno de una familia numerosa y católica. Ángel es el quinto de nueve hermanos, entre los que se encuentran el periodista Iñaki Gabilondo o el médico y director general de Salud del Gobierno de Navarra, Luis Gabilondo.

“El aburrido” que aspira a presidir la región madrileña, estudió en los corazonistas de San Sebastián y al cabo del tiempo ingresó en la congregación. Sin embargo, se enamoró y decidió colgar los hábitos para formar una familia. Ahora tiene dos hijos y su matrimonio ha cumplido las bodas de plata.

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Ángel Gabilondo estudió en la Universidad Autónoma de Madrid, institución que llegó a presidir. Allí, se licenció en Filosofía y Letras en 1980 y obtuvo su cátedra de metafisica años después. Su ambición filosófica continúa y “el aburrido” se pasa los días en su despacho leyendo libros de esta materia que le ayudan a expresarse en sus comparecencias.

Una trayectoria política sin expectativas de futuro

“El aburrido” comenzó su carrera política en el partido socialista, partido al que ha sido fiel desde hace más de una década. Sin embargo, Ángel Gabilondo no tiene el carnet socialista, pero se confiesa «militante de sus ideas», menos mal por que encabeza la lista y tal vez eso sería lo suyo.

En 2009, fue nombrado Ministro de Educación bajo el mandato de José Luis Rodríguez Zapatero. Este cargo lo ostentó durante dos años y su gran objetivo fue impulsar un Pacto Social y Político por la Educación que fue, sin duda, la primera aproximación a este importante paso para el país. Dicho acuerdo no fue posible por un problema de consenso con los otros grupos políticos.

En 2015, Gabilondo saltó al Gobierno autonómico consiguiendo ser diputado en la Asamblea de Madrid. Asimismo, desde entonces Gabilondo «el aburrido» es portavoz del grupo parlamentario socialista en el parlamento autonómico madrileño.

En 2019, el socialista se presentó a las elecciones como cabeza de la lista del PSOE. Gabilondo ganó las elecciones consiguiendo 37 representantes pero no logró pactar y no formó Gobierno.

Actualmente, Ángel Gabilondo «el aburrido» se presenta como candidato para presidir la Comunidad de Madrid ante la celebración de los elecciones anticipadas motivadas por las sucesivas mociones de censura. Sin embargo, Gabilondo no tiene grandes aspiraciones políticas. No aspira a convertirse en un barón del partido y ya desde la campaña se reconoce que es un mero títere en manos de Sánchez, el verdadero adversario que se disputa el pulso con Ayuso e Iglesias.

Un filósofo y rector frustrado

El número uno del PSOE madrileño, comenzó su andadura profesional en el ámbito académico como profesor colaborador en la Universidad Autónoma de Madrid y, años después, consiguió alzarse con el rectorado de este centro universitario desde julio de 2002 hasta julio de 2009. Asimismo, Gabilondo ha llegado a ser presidente de la Conferencia de Rectores de Universidades Españolas (CRUE), entre otros cargos univeristarios.

Las comparaciones son odiosas y por ello, el perfil académico de Gabilondo recuerda al profesor Tierno Galván. Salvando todas las distancias posibles. La imagen idealizada de Enrique Tierno Galván para el PSOE como un «sabio y nuevo profesor para Madrid» es la que se nos trata vender desde el partido con continuas alusiones filosóficas en sus entrevistas y discursos.

Aburrido: un adjetivo que le va como anillo al dedo

Pero a parte de rector, títere de Pedro Sánchez y máximo líder del PSOE madrileño, Gabilondo lo que es, es un tipo soso. Ideal para trabajar para un servicio de inteligencia como espía, no destaca, es el tipo de persona que pasa desapercibida por donde va. Lo ideal para Pedro Sánchez. Ángel se ha calificado como tal ya desde su primer spot en el que se presenta al electorado como «soso, serio y formal». Quizás, su carácter aburrido podría deberse a la calma que experimentó durante los 13 años que pasó con el hábito de los frailes corazonistas en Guipúzcoa, Álava y Madrid.

Sin embargo, esta tediosa forma de ser quiere ser aprovechada por el equipo socialista para perfilar a su candidato como emblema de la seriedad y la formalidad para gobernar. «No quiero extremismos, quiero un gobierno de acuerdos, serio y plural», manifestaba Gabilondo esta misma mañana en un acto de campaña.

No obstante, este carácter soporífero podría no ser suficiente para «la batalla de Madrid» en la que se enfrentan adversarios tan polémicos como Pablo Iglesias, Ayuso o el propio Sánchez moviendo los hilos de la división del partido en la capital. En Madrid hay que bajar al barro y “el aburrido” difícilmente estará dispuesto a plantar cara a las potentes figuras del panorama político que aspiran a alzarse con la máxima autoridad de la Comunidad de Madrid.