Los partidos se regalaron cinco millones una semana después de convocar elecciones

Una cosa es la guerra entre partidos políticos de cara a la galería y otra muy distinta es tocar el dinero. Hay pocas cosas para las que las formaciones se ponen de acuerdo. Podemos puede odiar a Vox de formas innombrables en algunas cuestiones, pero si se pone un euro delante, todos van a una como en Fuenteovejuna. Las elecciones a la Comunidad de Madrid se convocaron un 10 de marzo. Algunos dirán que se decidió antes y otros después, pero lo cierto es que tan solo una semana después la Asamblea de Madrid acordó entregar a los partidos políticos nada menos que 5.289.878 euros. Todos maman de esta subvención de cara a una campaña electoral que arranca ya. La fecha fue muy oportuna, desde luego.

Una de las razones por las que es tan goloso entrar en un parlamento autonómico o en el nacional es porque llegan una buena cantidad de ayudas públicas para los partidos por el mero hecho de tener representación. En este caso, se trata de la entrega anual para las formaciones que se ha entregado casualmente una semana después de la convocatoria electoral. Este dinero entregado permite mantener las estructuras de los partidos. Vamos, pagar a todos y cada uno de los que trabajen en el partido, ya sean en las sedes o que lleven cuestiones de prensa o de imagen de los políticos en cuestión.

El por qué los políticos tienen ganas de obtener una mayoría absoluta no es solo por el poder que les da, sino porque cuanta más representación parlamentaria tengan, más dinero en forma de subvención directa irá a sus bolsillos. En el caso de la Comunidad de Madrid, por cada diputado que obtenga un partido en las elecciones, obtendrá 17.809,70 euros cada año. No hay que ser muy listo para entender que a más diputados, más dinero para mantener la estructura del partido y tener más capacidad en todos los sentidos. Y en este caso se ha entregado en marzo independientemente de la pandemia, pues en 2020 no varió ni un céntimo la ayuda.

Aún así, ese dinero debe tener un justificante detrás. Los partidos no pueden gastarse todo este dinero en lo que a ellos les apetezca. O sí, pero en cualquier caso deben presentar un justificante anual con todos los gastos que han realizado los partidos con ese dinero. En este caso, Podemos, por ejemplo, cada año recibe 124.663 euros frente al Partido Popular que se lleva directamente 534.270 euros. A 17.000 por diputado, las cuentas salen solas.

Pero a todo esto hay que añadirle una cuota fija que reciben todos los partidos por el mero hecho de tener representación. Es decir, que se suman los más de 17.000 euros por diputado obtenido a otra cuota fija de 489.832 euros cada formación política. Vamos, que si Podemos tiene esos 124.663 euros por su representación parlamentaria, hay que sumarle la cuota fija, lo que daría un total de 614.495 euros. Y en el caso del Partido Popular el resultado sería distinto: 1.024.102 euros en total.

Sobre en qué se pueden dejar el dinero, no es que las formaciones políticas estén muy encorsetadas. Pueden usarlo para reparar maquinaria de reprografía o para pagar los servicios de una secretaria o un secretario en la sede de la formación. Mientras esté todo bien documentado, todo está bien.

Lo que sí es curioso es que incluso los adalides en la defensa de racionalizar el gasto público han votado a favor de estas subvenciones que se conceden en plena pandemia y con una convocatoria electoral en ciernes que cuesta a todos los madrileños una buena cantidad de dinero. Todos los representantes de sus formaciones han votado a favor de autoconcederse una buena cantidad de dinero público con tal de afrontar las elecciones con unos cuantos millones de euros en el bolsillo.

Y A NIVEL NACIONAL

Los partidos políticos «son asociaciones privadas que cumplen una función pública trascendental en nuestro sistema democrático». Con estas palabras, el Gobierno ha justificado en el Boletín Oficial del Estado (BOE) el pago de hasta 60.000.000 de euros destinados para los partidos políticos. El PP, el PSOE, Vox, Ciudadanos y Unidas Podemos no han considerado oportuno reducir este año la partida que les toca a cada uno. El 25 de enero de 2021, el Ejecutivo de Pedro Sánchez ha formalizado el pago anual a las formaciones políticas por un importe en grueso de 52.704.140 euros más otras partidas adicionales de 2.706.200 euros y 1.835.000 euros. En total, más de 57 millones de euros que sufragarán los gastos de los partidos políticos, así como los gastos electorales, pero no de cara a las elecciones de Cataluña del próximo 14 de febrero, sino los correspondientes a los comicios municipales y autonómicos de 2019.

Las prisas son malas, pero no para cobrar un buen pico de dinero público. No han esperado ni tres semanas para formalizar el pago anual, que tal y como se contempla en la ley, los partidos tienen derecho a recibir cada año por su función «trascendental en nuestro sistema democrático». Este ingente gasto se justifica de diversos modos. Uno de ellos, tal y como se refleja en el BOE, es «para sufragar gastos de seguridad se fijan respectivamente, en 65.883.000,58 euros y 3.382.000,75 euros». Puede, incluso, que hayan reducido en unos pocos millones el sablazo que los partidos podrían dar a las arcas públicas. Pero lo cierto es que en plena tercera ola de la pandemia, el Gobierno ha formalizado el pago a las formaciones políticas como si no se viviera una situación diferente a la de otros años.