Ni Vox ni la izquierda: el verdadero enemigo de Ayuso es la abstención

Ni Vox ni la izquierda. La abstención es el verdadero enemigo del Partido Popular de Isabel Díaz Ayuso en la contienda electoral del próximo 4 de mayo. La candidata conservadora y liberal tiene numerosas papeletas para ganar las elecciones, pero necesitará sumar más votos que todos los partidos de izquierda juntos para conseguir la mayoría absoluta, casi la única posibilidad que tiene para poder reeditar la victoria tras 26 años de Gobierno ‘popular’ en la Asamblea de Madrid.

Si la abstención es similar a otros comicios, cercana al 63%-68%, Ayuso acariciaría la mayoría absoluta, y sólo necesitaría la abstención de Vox o su apoyo directo, para garantizar una nueva legislatura, siempre y cuando Ciudadanos, como apuntan todas las encuestas, se quedara fuera de la Asamblea de Madrid. Los ‘naranjas’ han optado por un casi desconocido Edmundo Bal para sustituir a Ignacio Aguado, principal responsable del adelanto electoral al intentar una moción de censura con el PSOE y Más Madrid.

La cita electoral tendrá lugar tras tres días festivos en la Comunidad de Madrid. Además, los trabajadores tendrán que pedir permiso a las empresas para poder ejercer este derecho, mientras que muchos de ellos estarán teletrabajando. Los expertos consultados por MONCLOA.com consideran que habrá que esperar a los datos definitivos de participación para poder sacar conclusiones al no ser comparables con pasados comicios.

BAJA PARTICIPACIÓN, POSITIVO PARA LA IZQUIERDA

A los ‘populares’ no les interesa una baja participación, debido principalmente a que cada uno de los votos de los 179 municipios de la Comunidad de Madrid cuenta exactamente lo mismo al ser circunscripción única. De esta forma, el voto del director del CIS, José Félix Tezanos, vale lo mismo que el de cualquier residente en Madarcos (el municipio con menor número de habitantes, con tan sólo 47, en la Comunidad.

Las encuestas, hasta ahora publicadas, dan a Ayuso como ganadora clara, pero la autoconfianza y la complacencia de los votantes de derechas podría generar un exceso de optimismo, y quedarse en casa es una tentación. La izquierda, por su parte, trata de sacar a los suyos a las urnas, incluida la campaña por el voto por correo, cuyo designio podría decantar el resultado final, más cuando 300.000 votantes residen en el exterior. A través de este voto, el PSC, liderado por el exministro de Sanidad Salvador Illa, pudo ganar el pasado 14-F en Cataluña, y no se descarta que pudiera ocurrir en Madrid.

UN ABSTENCIÓN DEL 40% PODRÍA DAR LA SORPRESA

Con una abstención del 40% y con las proyecciones del CIS de este pasado lunes, la ‘popular’ Ayuso obtendría 58 escaños; mientras Vox sumaría 11. El umbral para gobernar en Madrid se sitúa ahora en los 69 escaños, frente a los 66 de anteriores legislaturas. Además, se necesita el mínimo del 5% para poder acceder al hemiciclo.

Para estas urnas están llamados a votar un total de 5,113 millones de personas. Una abstención del 40%, supondría la votación de más de tres millones. Para gobernar, Ayuso y Vox necesitarían sumar más de PSOE, Más Madrid y Podemos, si los ‘naranjas’ se quedan fuera. De esta forma, la mayoría conservadora se mantendría si PP y Vox alcanzan entre ambos los 1,6 millones de votos.

UN ESCENARIO SIMILAR A CATALUÑA DEJARÍA A AYUSO FUERA

¿Qué ocurriría si la abstención es superior al 40%? Pese a que ninguna encuesta maneja una participación inferior al 60%, la realidad puede caer como un jarro de agua fría. En este escenario, y con una movilización de la izquierda, Ayuso tendría muy complicada la reelección.

De hecho, para que el CIS pudiera arrojar los polémicos datos de ayer la participación debería ser como en Cataluña, del 51%, la más baja de la historia. Con estas cifras, saldrían a votar tan sólo poco más de 2,5 millones de personas. La diferencia supone más de 500.000 votos que sí pondrían en riesgo una victoria ‘popular’. De hecho, si con los datos del CIS, el PP perdiera tan sólo 200.000 votos, Ayuso obtendría tan solo 52 escaños, y dejaría la puerta abierta a un Gobierno de izquierdas.

Este escenario es casi irreal en Madrid, donde la campaña se ha polarizado entre «libertad o comunismo». Al contrario que en Cataluña, el debate no se centra en la ideología, sino en los problemas reales de las personas, donde miles de bares y comercios habrían estado cerrados de aplicarse las duras restricciones de ERC y JxCat; además, el hartazgo de la ciudadanía por el ‘procés’ y las restricciones por la pandemia han pasado factura.

C’S SE DESPIDE DE MADRID CON RÉCORD DE PARTICIPACIÓN

Los expertos en demoscopia sí coinciden en la caída abrupta de Ciudadanos. En Cataluña, los ‘naranjas’ se dejaron el 87% del voto, casi el mismo porcentaje que perderán en Madrid, hasta el punto de poder desaparecer del mapa político. Aquí, Aguado ha sido uno de los responsables al pretender un pacto con el PSOE para echar a Ayuso del PP mediante una moción de censura, como se intentó en Murcia. Sin embargo, Ayuso anduvo más lista y rápida para presentar el mismo día la convocatoria electoral.

Narciso Michavila, director de GAD3, considera que si la abstención aparece en la campaña electoral, como sucedió en Cataluña, podría producir «un vuelco a la izquierda«. «No sería ni la primera ni la única sorpresa electoral que he vivido», ha asegurado en una entrevista en Cope. Pero casi descarta este panorama. La participación, su juicio, «va a ser de récord histórico», si es superior al 74%, Ayuso amarraría su mayoría absoluta. Si es baja, la «apuesta de Ayuso puede salir muy mal».

Por otro lado, apunta que los afines a Ciudadanos optarán por quedarse en caso ya que «ni siquiera Tezanos» detecta un trasvase de estos votantes al PSOE. A su juicio, por cada voto que retiene Edmundo Bal cuatro pasan a Ayuso y ninguno al PSOE.