Begoña Villacís quiere convertir Madrid en la capital de los videojuegos

No sabemos si la razón por la que el líder de Más País, Íñigo Errejón, quería montar estadios para jugar a videojuegos era por una pasión personal o porque de verdad se creía lo que decía. En cualquier caso, una vez más se ha puesto de manifiesto la diferencia entre el querer y el poder; y la diferencia esta vez la ha establecido la vicealcaldesa de Madrid, Begoña Villacís. La capital ha aprobado este jueves la creación de un Campus del Videojuego, que será un espacio con tres pabellones situados en la Casa de Campo que servirá como punto de encuentro para celebrar eventos relacionados con el videojuego, un sector que emplea de manera directa a 9.000 personas y que tiene un impacto total sobre la economía española de 1.479 millones de euros en 2019. Errejón ya estará calentando online para quedar y jugar al Fortnite gracias al plan aprobado en Madrid.

Se trata de una iniciativa que lleva tiempo en Ciudadanos y que solo Villacís ha conseguido llevar adelante. Si hay algo de lo que no hay duda es de que la vicealcaldesa está obsesionada con dejar impronta en la capital y cambiar para bien la ciudad. El bosque metropolitano es una medida que obsesiona a la dirigente, pero lo de crear un campus para videojuegos es otro golpe de efecto que pocos se esperaban y que tiene el sello de Villacís por todos los lados. La idea de este proyecto es potenciar un sector que en España supone el 0,11% del PIB de todo el país.

“Queremos que Madrid sea en el mundo la capital referente del videojuego”

“Queremos que Madrid sea en el mundo la capital referente del videojuego”, ha declarado en rueda de prensa la vicealcaldesa de la ciudad, Begoña Villacís. A diferencia de Errejón, que lleva tiempo soñando con medidas similares e incluso avisando de que si le eligieran presidente del Gobierno montaría un estadio de fútbol para jugar videojuegos (angelito), Villacís ha dejado claro que el primer clúster del proyecto empezará «en el próximo mes». Vamos, rápido y eficiente.

Al mismo tiempo, Villacís utilizará este proyecto para modernizar la zona de Casa de Campo. O más que modernizar, «regenerar» una zona que todos los madrileños saben que está muy deteriorada. Según las propias palabras de la vicealcaldesa de la capital, el objetivo de ubicar el proyecto en este punto de la capital es porque quieren reactivar una zona sórdida. Vamos, “la regeneración de la Casa de Campo” con un espacio de trabajo conjunto (coworking) y con un servicio de asesoramiento que también estará abierto a ubicar competiciones de deportes electrónicos o presentaciones de videojuegos. En Estados Unidos estos espacios están muy popularizados y varias ciudades americanas cuentan con espacios así.

El objetivo del Ayuntamiento de Madrid es, según las palabras de la vicealcaldesa, que “cualquier persona que se quiera formar en este sector” o que quiera crear una empresa tenga este espacio como referencia en Casa de Campo. Sobre la gestión de este espacio, Villacís ha hecho hincapié en que será pública, sin embargo, no se cierra a otras opciones y considera que para que este campus crezca como es debido habrá que tener en cuenta la “colaboración público-privada”. Desde Ciudadanos no la demonizan, a diferencia de los partidos de izquierda, especialmente el de Errejón.

Menospreciar el sector del videojuego en España es un error. No solo emplea de manera directa a 9.000 personas y tiene un impacto total sobre la economía española de 1.479 millones de euros en 2019 (el 0,11% del PIB nacional), sino que hablamos de volumen de negocio que dobla al del cine y que se ha incrementado en un 32,7 % en los últimos cuatro años. Estos datos llevan tiempo sobre la mesa de los gobierno autonómicos y nacional y no se ha adoptado un proyecto de apoyo al sector que ayude a potenciar económicamente un sector al alza.

Pero el dato que ha impulsado a Villacís a adoptar una medida de estas características es que de los datos anteriormente comentados, Madrid concentra el 33 % de esta facturación. Vamos, que se trata de abono fértil para obtener beneficios económicos y, de paso, reactivar una zona como es la Casa de Campo. De hecho, la vicealcaldesa ha aclarado que, pese a la puesta en marcha de este proyecto, “sigue vigente” la iniciativa para ceder a la Comunidad de Madrid pabellones de la Casa de Campo para acoger la Escuela Pública de Moda y Diseño.

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