Ramón Espinar dejó la política hace dos años bajo el pretexto de no tener «margen para dirigir«. Tampoco compartía el rumbo de Podemos en 2019, pero sí que ha encontrado un hueco en una de las redes sociales diseñada casi exclusivamente para ‘gamers’.
En otros de sus perfiles, como Twitter, se dedica a comentar temas relacionados con el deporte y especialmente sobre el polémico asunto de la Superliga de fútbol, pero en Twitch, la competencia directa de Youtube, Espinar busca seguidores, aunque con escaso éxito en comparación con la legión que ha obtenido en la app del pájaro azul, donde cuenta con más de 200.000 perfiles.
SIN ELUDIR NI UNA PREGUNTA
Espinar no sólo se dedica a hablar de política, sino de cualquier asunto, siempre y cuando le pregunten los «clásicos» del canal, seguidores que abonan 5 euros al mes por ver sus vídeos sin publicidad y obtener «recompensas» exclusivas. También comenta sondeos electorales y noticias políticas, con una sección semanal desde hace dos meses. En sus vídeos evita eludir respuesta alguna, si ésta se la envían los suscriptores a su canal. Se desconoce por ahora cuál es su fuente de ingresos para dedicarse todas las mañanas a hablar con sus seguidores y estar con sus hijos. En sus vídeos ha afirmado, entre otras cosas, que ha recibido clases de tenis.
Espinar dejó el liderazgo de Podemos en Madrid en enero de 2019 por las notables discrepancias con Pablo Iglesias. Su salida se produjo tras el enfrentamiento entre Íñigo Errejón contra el actual líder de la formación morada, cuyo futuro pende de un hilo si se quedara fuera del Gobierno de la Comunidad de Madrid.
EL MAL EJEMPLO DEL PADRE DE RAMÓN ESPINAR PARA UN NIÑO RICO
El exsecretario general de Podemos es conocido por la compra de un piso de protección oficial, al que tuvo acceso con el dinero de su padre, para después venderlo y ganar miles de euros en un polémica operación. El padre de Espinar fue uno de los miembros de la cúpula de Caja Madrid que se lo llevó crudo con las ‘tarjetas Black’. En su etapa de diputado autonómico, el ahora ‘gamer’ llegaba a plasmar en Twitter que «somos los hijos de los obreros que nunca pudisteis matar». Sin embargo, su fatigado padre se gastó 178.400 euros en artículos de lujo y viajes con las ‘black’, las tarjetas a las que tuvieron acceso la cúpula de Caja Madrid presidida por el fallecido Miguel Blesa y el exministro de Economía con el PP Rodrigo Rato.
Por ello fue condenado a un año de cárcel, que no ha pisado. En su declaración durante el juicio, el cabeza de familia del entonces senador de Podemos afirmó que los justificantes «no eran necesarios». Además, dijo que se trataba de una tarjeta de «libre disposición, que se manejaba con gran prudencia y para conceptos como vestuario, viajes, etc». La prudencia, 178.400 euros. El cabeza de familia siguió derrochando el dinero incluso después de ser cesado como consejero. «Era una norma no escrita», afirmó. Todo ello, entre octubre de 1995 a enero de 2010, ras el estallido de la burbuja inmobiliaria de 2008 y los brutales recortes que imponía ya Bruselas para rescatar no sólo empresas sino países.
Gracias a su padre, por otro lado, el hijo metido a ‘gamer’ pudo hacer negocio con una VPO de la que sacó 20.000 euros, un montante con el que consiguió engordar la abultada cuenta corriente de la familia.
LAS ARENGAS DE RAMÓN ESPINAR CONTRA SU ‘AMIGO’ PABLO IGLESIAS
Ahora ha dejado de lado las arengas políticas de su formación y ha criticado duramente a Pablo Iglesias e Irene Montero por el incremento significativo de su patrimonio desde su llegada a la política hace siete años. El matrimonio ostenta un patrimonio conjunto de 1,16 millones de euros, de los que 601.518 euros son ahorros, pero mantienen una deuda de 462.312 euros por la compra de su vivienda en Galapagar.
Su ataque a Iglesias, de quien se dice es amigo personal de Espinar, se produjo poco después de que el Boletín Oficial del Estado (BOE) publicase las declaraciones de bienes de la cúpula del Gobierno.
A juicio del exlíder de Podemos en Madrid, tanto Montero como Iglesias debían dar explicaciones sobre este incremento patrimonial y arrojar luz sobre las cifras en cuentas corrientes y planes de pensiones, que superan los 185.000 euros por cabeza. «Podemos tiene que asumir que forma parte del juego democrático», ha denunciado.
El exdirigente de Podemos siempre ha tenido una actitud muy crítica con Pablo Iglesias, pero les une a ambos, aunque por motivos muy distintos, su admiración por Yolanda Díaz. «Para pedir transparencia y explicaciones hay que empezar por darlas, seguir por exigirlas a los tuyos y luego ya ir a por los demás», señalaba Espinar en la red social Twitter. «Así que ofenderse mucho por pedirle a los nuestros que expliquen grandes incrementos de patrimonio es sectario y miope», escribía. Toda una declaración de guerra en plena precampaña electoral, donde Iglesias es el candidato de la formación morada.