La torpe irrupción de Sánchez y Marlaska rematan la campaña de Ángel Gabilondo

Ni un spin doctor en estado de gracia como Iván Redondo ha sido capaz de encauzar la discreta campaña de Ángel Gabilondo, que se quiso hacer perdonar con su «serio, soso y formal» tras haber sido criticado en amplios sectores por su discreta oposición a Isabel Díaz Ayuso en los momentos más álgidos de la pandemia.

Los fichajes femeninos que se sumaron a la lista del PSOE madrileño no tuvieron ningún efecto a nivel demoscópico, de hecho la dinámica ha seguido siendo muy positiva para Más Madrid a costa de las previsiones de Ángel Gabilondo.

Y la irrupción de Pedro Sánchez tampoco ha ejercido de revulsivo a pesar de que el presidente del Gobierno insinuó ante varios periodistas que la Comunidad de Madrid falseaba datos epidemiológicos antes de lanzarse al ruedo para evitar «el Gobierno de la Plaza de Colón» que en parte pedía su compañero Ángel Gabilondo, deseoso de formar Gobierno con Cs pero no con Unidas Podemos.

Todas las estrategias resultaron fallidas y tan solo la aplaudida espantá de Pablo Iglesias en la Cadena SER parece haber removido unas previsiones que parecían inalterables. Eso sí, el PSOE no gestionó la polémica porque Ángel Gabilondo no se levantó del debate hasta más de una hora después del incidente entre el exvicepresidente del Gobierno y Rocío Monasterio.

Tampoco ha salido muy favorecido el PSOE de su gestión comunicativa sobre las amenazas de muerte que sufrió Fernando Grande-Marlaska, que entró en campaña, según algunas voces conservadoras para instrumentalizar la carta que recibió, y afirmó que el PP era una «organización criminal».

Los socialistas, en la lona y sin esperanzas de levantarse, intentaron remontar la campaña con la aparición de personajes como Jorge Javier Vázquez, que en varias ocasiones se había mostrado con el PSOE porque no le llamaban para los actos electorales a pesar de que les ha mostrado en varias ocasiones su apoyo de forma explícita.

EL FUTURO TRAS EL 4M

El número 3 del PSOE, Santos Cerdán, aseguraba recientemente que en Ferraz no tienen interés por realizar un adelanto electoral, «sino de agotar la legislatura. Estamos en un año de pandemia, tenemos en 2021 y 2022 para trabajar en la recuperación económica, no es momento de elecciones, sino de trabajar en lo que hemos empezado».

El diputado navarro afirmaba que «los que les gusta hablar todo el día de futurología son los que plantean que puede haber elecciones. La previsión es acabar la legislatura, acabar con la pandemia y recuperar la economía».

Es cierto que el Gobierno de España liderado por el PSOE al haber aprobado con solvencia los Presupuestos Generales del Estado parece contar con suficiente colchón para sostenerse durante más de un año… y más aun teniendo en cuenta una fragmentación de la derecha que no se acabará con el previsible desplome de Ciudadanos.

¿Y EL PSOE MADRILEÑO?

La falta de liderazgo cronificada en el PSOE madrileño no parece tener remedio y la previsible debacle de Ángel Gabilondo quizás conlleve su dimisión con la intención de evitar que Pedro Sánchez se socarre.

El candidato podría ser recolocado en el puesto de Defensor del pueblo, si al PP se le enfada el enfado con él tras el 4M, y su agujero como portavoz socialista en la Asamblea de Madrid podría ir a manos de Hana Jalloul, que por juventud y proyección podría encabezar al PSOE madrileño en las autonómicas de 2023.

La ex secretaria de Estado de Migraciones podría hacer tándem con Mercedes González, que es la gran favorita para liderar al PSOE en las municipales de Madrid en 2023. La nueva delegada del Gobierno central en Madrid relevará a Pepu Hernández, que dirá adiós a su breve paso por la política dejando un reguero con más sombras que luces.