Así es Clara San Damián, la eterna funcionaria que apura el plazo para subastar cabezas de lobo

Es delegada territorial de la Junta de Castilla y León en Zamora, pero poco importa el puesto actual ya que el caso es sobrevivir en la administración pública, algo en lo que Clara San Damián se ha convertido en experta. Nació en 1976, se graduó en Derecho y desde que entró en el mercado ha conseguido sobrevivir en cargos de la administración pública ad aeternum. No es un perfil nuevo en las comunidades autónomas. Hay auténticos expertos en supervivencia para cobrar del dinero de todos. En cualquier caso, San Damián ha pasado a la fama por haber cedido a la presión de los cazadores y autorizar la matanza de 12 lobos ibéricos a pesar de que el Ministerio de Transición Ecológica y las comunidades autónomas han acordado prohibir la caza del lobo.

Pero volvamos a nuestra superviviente. Clara San Damián no sabe lo que es el sector privado. Desde que se graduó en Derecho, entendió que su vocación estaba en cobrar las 14 pagas del dinero de todos e inició su carrera desde abajo, en el Ayuntamiento de Zamora. De ahí fue creciendo hasta que dio el salto a la Junta de Castilla y León y ahora ahí la tenemos, relacionándose con los altos cargos de la administración autonómica mientras se pasa por el arco del triunfo las iniciativas acordadas por todos para evitar que el lobo ibérico vuelva entrar en el catálogo de especies en peligro de extinción.

Es tan ajustado el plazo de la subasta de estos 12 ejemplares de lobo a 3.500 euros por cabeza que lo mismo ni llega

Tampoco es que su trayectoria laboral tenga mucho que ver con las actividades cinegéticas, pero al menos sabe escuchar. Si no, que le pregunten a José Antonio Prada, responsable zamorano de la Federación Española de Caza con quien tuvo directamente y mano a mano una reunión para intentar apurar al máximo el plazo y ver si cuela acribillar a tiros a 12 lobos. No sabemos si San Damián era consciente de que el Miteco ya ha puesto en marcha en 2021 la inclusión del lobo en el catálogo de especies que no se deben cazar, pero lo que sí sabemos es que la decisión aprobada por la eterna servidora de lo público puede que llegue a buen puerto o no. Es tan ajustado el plazo (septiembre) de la subasta de estos 12 ejemplares de lobo a 3.500 euros por cabeza que lo mismo ni llega. Pero si cuela, pues 12 lobos menos en la Sierra de la Culebra. Y si no, pues ya se buscará la forma de seguir cazando, pues en el pack aprobado por San Damián también se incluyen otros 12 corzos y 40 ciervos.

A San Damián le cuesta hacerse a la idea de cobrar menos de 40.000 euros anuales. Ahora, de hecho, cobra más. El sector público es lo que tiene. Hay que saber moverse como una culebra para sobrevivir con cargos relevantes, pero una vez pillas el truco es difícil que te saquen. No por tu validez al frente del cargo en cuestión, sino porque las relaciones hacen mucho. Mientras sus amigos se dedican a la caza del lobo, ella se dedica a la caza del dinero público. Es una gran gestora, pues no ha pisado el sector privado en al menos 20 años. Todo un hito de una auténtica profesional de la política.

LA BUENA RELACIÓN CON LA ESCOPETA

Hay buen rollo. San Damián y el gatillo por ocio tienen una buena relación. Este gesto de permitir a los cazadores subastar la caza de unos lobos en un momento en el que se está buscando hacer del lobo una especie protegida es prueba de ello. Ha sido ella la que ha informado sobre los planes cinegéticos elaborados por Castilla y León y es ella la que tiene trato directo con los responsables de los cotos y con los dirigentes de las asociaciones de caza. Tal es el buen rollo entre San Damián y este colectivo que incluso han adoptado un convenio entre la administración pública y los propietarios de los terrenos de la reserva que permite a los gestores participar de primera mano, y por primera vez, en el Fondo de Gestión de la Reserva, dirigido a mejoras de hábitat y cinegéticas. Vamos, que colaboran para hacer que la caza siga adelante en Castilla y León.

caza

Aún así, es «divertido» (sí, entre comillas) explorar la relación tan íntima que mantiene San Damián con la caza de a pie. La de diario. Es ella la que da luz verde por parte de la Junta para pegar los tiros. Ella señala y los animales van detrás. En 2020 también llegó a un acuerdo con los cazadores en base a polémicos censos para que se mataran 42 ciervos, 12 corzos y 12 lobos. A excepción de los dos ciervos de más, el resto de las cifras son las mismas que para este año. Vamos, que San Damián entiende que cada año hay un exceso de población de 12 lobos ibéricos en la Sierra de la Culebra porque sí.

La clave para que San Damián venda la caza como algo positivo de cara a aquellos ecologistas que no lo ven con buenos ojos es esconder el hecho de que unas personas acuden con una escopeta a disparar por placer bajo la apariencia de una gestión sostenible para el ámbito forestal. Vamos, que según el criterio de San Damián, acabar con estos 12 lobos en Sanabria (por los que se cobran cerca de 42.000 euros) forma parte de la búsqueda del equilibrio natural para hacer una buena gestión forestal. Este eufemismo es clave para entender las decisiones que toma la Junta de Castilla y León.

Forestales consultados por MONCLOA.com aseguran que el criterio cinegético que sigue la Junta de Castilla y León no se ampara en censos «fiables» (no hay que olvidar que se justifica la caza en base a presuntos excesos de ejemplares de una especie determinada). Según ellos, que también han colaborado en la elaboración del último censo oficial sobre la cantidad de lobo ibérico que había en Castilla y León, la forma en la que Castilla y León determina la cantidad de animales que hay en un coto no es del todo fiable. Y en cualquier caso, los resultados siempre favorecen a los cazadores y sus pretensiones. ¡Hasta la Junta estuvo a punto de dar permiso a los cazadores de saltarse el confinamiento en abril de 2020 (en plena pandemia) para hacer su «deporte» favorito!