Nueva escalada del precio de la luz y el Gobierno, en campaña, calla

En enero, con la ola de frío polar y Filomena instalada en España, existía una ‘justificación pausible’ para que el precio de la luz se disparara. Tres meses después, el ciudadano volverá a ver cómo la factura de la luz se dispara. Según la OCU, un 59% más que la media de los últimos meses de abril. Incluso si se considera el abril de 2020 como un hito anómalo por el confinamiento y parada de la actividad. Se espera que este sea el mes de abril con el precio de la luz más caro de los últimos ocho años. Si con Filomena el Gobierno prometió acelerar la regulación de los precios, la irrupción de la campaña electoral en Madrid ha relegado la medida al silencio. El ministro de Consumo no ha hecho referencia más allá de la canción de Ismael Serrano, y Teresa Ribera, de Transición Ecológica, solo a eventos promocionales.

¿Por qué ha subido tanto el precio de la luz en abril?

Históricamente, el precio de la luz en abril es reducido. El buen tiempo anima a cerrar las calefacciones y las horas de luz natural inciden en el menor consumo. El calor aún no aprieta, de modo que no hay demanda de energía para sistemas de climatización. A esto se sumaría un mayor peso de la energía hidráulica en el pool energético frente a las combinadas (más caras). Entonces, ¿qué ha pasado este año? Ya no es solo que la subida respecto al año anterior sea elevadísima, sino que con respecto a años anteriores supera más del 30% de diferencia. En la factura de los hogares lo van a notar. El Gobierno se mostró hace unas semanas preocupado, y lanzó el anzuelo del Fondo Nacional para la Sostenibilidad del Sistema Eléctrico.

La OCU mantiene en su informe que aunque ha sido un mes de abril lluvioso, esta precipitación no ha sido suficiente como para abrir las compuertas de los embalses y que se genere una mayor cantidad de energía verde.

Asimismo, también estaría influyendo el precio del gas, que es la fuente de energía que se utiliza en las centrales de ciclo combinado. En plena guerra por los derechos de emisión de C02, el precio del gas se ha disparado. Como si de un efecto dominó se tratara, las centrales hidráulicas suben sus precios, porque pueden, y porque el Gobierno aún no ha presentado su reforma del mercado energético para frenar estos picos en el precio de la luz.

El Gobierno sigue sin aprobar las medidas prometidas

Desde el Gobierno no se ha lanzado ningún mensaje sobre este asunto durante estos días, más allá de la «preocupación» mostrada por esta escalada en los precios de la luz para primavera, con lo que da a entender que no es una subida puntual sino que será una constante en los próximos meses.

Tampoco ninguno de los miembros morados del Ejecutivo se han manifestado como en enero clamando por la creación de la Empresa Pública de la Energía. La campaña electoral en Madrid, centrada más en soflamas ideológicas generalistas, pervertidas y prostituidas en su significado real, ha silenciado lo que en enero era un clamor unánime en Unidas Podemos y una necesidad moderada en las filas socialistas. Hoy es un tema que no interesa levantar de la alfombra, como qué pasará con los ERTE que decaerán tras el fin del estado de alarma. Pero la alarma no cundirá hasta el 5 de mayo. Ahí sí, es posible que todos se quiten el sayo del 4M y comiencen a Gobernar.

¿Y qué pasa con el citado Fondo Nacional para la Sostenibilidad del Sistema Eléctrico? Su idea básica parte de que se han de promover las inversiones en energías verdes, pero no se incide en el precio de la luz.