Juan Espadas, alcalde de Sevilla, está «enamorado» del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. Podemos verlo así o podemos entender que Espadas sabe que la mejor forma de mantenerse vivo en el PSOE es besar el suelo que pisa su líder. «Ha hecho una labor titánica para contener la pandemia», decía en 2020 el alcalde de Sevilla sobre su amado líder. En un contexto en el que el PSOE ha tomado la decisión de purgar a todos los representantes autonómicos y provinciales del partido que no sean exageradamente leales a Iván Redondo, jefe de gabinete de Presidencia de Gobierno, y a Sánchez. Ahora Espadas ve cómo recoge los frutos cuando ha sido designado por el núcleo duro para ser él quien defenestre a la líder del PSOE autonómica y expresidenta de la Junta de Andalucía Susana Díaz. Todo un honor para el paladín socialista.
«He presenciado gobiernos autonómicos criticando un domingo sí y el otro también cualquier decisión que tomará el Gobierno de España y ahora, en este caso, como mando único, están tomando decisiones que probablemente pudiera ser perfectamente igual de criticables, pero sin embargo guardan silencio. Esto también es una cura de humildad para algún gobierno autonómico que está viendo que lo que recetaba no es tan sencillo a veces de ejecutar cuando uno tiene la responsabilidad», dijo Espadas sobre su querido Sánchez. Estas declaraciones fueron hechas en 2020 (en plena pandemia) y colocadas en el medio de comunicación adecuado llegaron al corazón del presidente del ejecutivo. Pero solo en 2021 se ha ganado el derecho de ser su paladín para fajarse con Susana, la gran enemiga de Sánchez a la que el presidente guarda un rencor supino.
el líder del PSOE no tendrá piedad
Susana Díaz se huele lo que le viene encima. Sabe que la venganza es un plato que se sirve frío y que Sánchez es un líder paciente. Ahora llega su venganza y Susana ya se ha puesto a hacer las maletas porque el líder del PSOE no tendrá piedad. Ella intentó tumbarle y ahora es ella la que saldrá escaldada casi con toda seguridad en las primarias anticipadas. Espadas es tan solo un pelele que cumple los designios del presidente del Gobierno, pero un pelele eficiente que se hará con el control del PSOE de Andalucía con el sometimiento a Sánchez y a Redondo.
Díaz ha asegurado que «el ruido incesante que se ha generado en mi partido y que impide que la labor de oposición que llevamos realizando estos dos años llegue a la ciudadanía» le ha llevado a aceptar estas primarias. Pero Sánchez, con el fin de las elecciones de la Comunidad de Madrid, ha tomado la decisión de forzar las primarias para acabar con su archienemiga Susana Díaz. Sánchez no perdona y Susana sabe que va a por ella con todo. Ella intentó defenestrarle en su momento y el líder socialista aguantó. Ahora toca la venganza.
En un principio, la idea era que no fuera Espadas quien fuera el candidato para liderar el PSOE de Andalucía. Había otro nombre encima de la mesa y este candidato incluso ya se veía como el nuevo presidente de la Junta. Se trata de Felipe Sicilia, un dirigente socialista al más puro estilo Sánchez que se veía en San Telmo. El problema ha sido que Sánchez, en un último giro de los acontecimientos, ha decidido que sea Espadas y no otro quien herede la pistola política para disparar a Díaz lo antes posible. Susana ya estará buscando trabajo en LinkedIn, pues sabe cómo se desarrollarán los acontecimientos.
Sicilia dijo en una entrevista en plena pandemia que sí, que se presentaría a las primarias del PSOE de Andalucía. Fuentes de la formación progresista indican que si Sicilia dio este paso es porque obtuvo luz verde por parte de la directiva socialista dirigida por Iván Redondo. Este giro de los acontecimientos ha alejado a Sicilia de Sánchez, aunque aún no se ha tomado la decisión de si irá a la candidatura o se quedará fuera.
SUSANA SE VISTE DE COMUNIDAD DE MADRID
Susana Díaz ha asegurado que se presentará a las primarias del PSOE para seguir al frente del partido en Andalucía. Que se presente es un acto desesperado porque sabe que no las tiene todas consigo para ganar un proceso interno anticipado que solo busca acabar con ella antes de que se celebren las elecciones de la comunidad autónoma. Que «los militantes decidan con libertad y autonomía«, ha asegurado como mensaje claro a los suyos. La idea que representa Susana Díaz llama poderosamente la atención en el PSOE ya que para erigirse como el valor contrario a Sánchez ha tirado de una palabra que los ciudadanos madrileños tienen muy presente por la pasada campaña electoral: «libertad».
Susana intentará diferenciarse de los socialistas «sanchistas» diciendo que ella representa la «libertad». Vamos, que ha tirado de argumentario «ayusista» para darle fondo y color a su candidatura y para representar un valor diferenciado de Pedro Sánchez. Al menos se esfuerza.