Toni Cantó amenaza con arrebatar Cultura a Marta Rivera de la Cruz

El actor Toni Cantó quiere más. Hay quien asegura dentro del Partido Popular que lo que quiere el intérprete es esperar a otras elecciones autonómicas o incluso nacionales para ocupar un escaño en condiciones. Pero ahora se ha abierto otra puerta que podría seducir al exdirigente de Ciudadanos. Fuentes del PP aseguran que hay un debate interno importante sobre quién gestionará la Consejería de Cultura, un tema que se preveía zanjado pero que ahora se ha reanimado. Cantó está dispuesto a ser consejero. Y desde el PP entienden que la cartera que más se adapta a su preparación es la de Cultura. Sin embargo, la exconsejera Marta Rivera de la Cruz está a la espera de recibir una llamada para retomar su labor al frente de este área. Por eso dejó su carnet de Ciudadanos.

Que la cartera de Cultura caerá en exdirigentes de Ciudadanos parece que está decidido. Hasta hace días, desde la Comunidad de Madrid tenían claro que sería Rivera de la Cruz la que retomaría las riendas de esta consejería por dos razones: su buena relación con la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, y su aplaudida gestión al frente de esta administración durante la pandemia. El problema es que el PP quiere más visibilidad y premiar el salto de Cantó para crear escuela y acabar de fagocitar a Ciudadanos. Y en este sentido, poner al actor Toni Cantó como consejero podría ser un golpe de efecto que gusta al núcleo duro de Ayuso. El único escollo para estos estrategas es la buena relación personal entre la presidenta y Marta Rivera de la Cruz.

Ya se daba por hecho antes incluso de que Marta Rivera de la Cruz fuera cesada por Ayuso. El guion lo exigía, pero la consejera de Cultura tenía mucha mejor relación con la popular que con el exvicepresidente de la Comunidad de Madrid Ignacio Aguado, quien estaba empeñado en que todos los consejeros naranjas le obedecieran a él en exclusiva. Tras este cese, Marta Rivera de la Cruz se quedó agazapada a la espera de que se celebraran las elecciones. Y una vez se conocieron los resultados, la exconsejera se dio de baja de Ciudadanos para estar disponible para cualquier oferta que pudiera llegar. No es para menos, su gestión hablaba por sí sola y fue de las pocas veces en las que el sector cultural hablaba bien de un ejecutivo de derechas.

Toni Cantó ha conseguido que un sector del núcleo duro de Ayuso apoye la idea de que sea consejero

Hasta hace semanas nadie se planteaba cambios. De hecho, cuando Marta Rivera de la Cruz se dio de baja de Ciudadanos, todos, incluso dentro de la formación en la que antes militaba, dieron por hecho que la dirigente se estaba preparando para retomar su labor a frente de la Consejería de Cultura. El problema es que ahora Toni Cantó aprieta y ha conseguido que un sector importante dentro del núcleo duro de Ayuso apoye la idea de que sea el actor de 7 Vidas y no otro quien se ponga al frente de Cultura para así rematar la estrategia popular de fagocitar en todos los sentidos a Ciudadanos.

marta Moncloa
 

De momento todo son quinielas, pero cada vez se oye con más fuerza en la Comunidad de Madrid el nombre de Cantó y consideran que la mejor forma de premiar su salto al PP es la de darle una consejería en la que encaje bien. La política cambia cada poco y lo que todos daban por hecho hace semanas puede dar un giro radical, algo que podría estar pasando en referencia a la Consejería de Cultura.

El dar este premio de consolación a Cantó, quien no pudo ser diputado porque no consiguió llegar a tiempo por empadronarse justo antes de las elecciones, no tiene como objetivo mejorar la gestión de Marta Rivera de la Cruz. De hecho, los populares consideran que la gestión de la dirigente de Ciudadanos fue «excelente». La idea de llevar a Cantó a la primera línea de la política es reforzar la idea de que dar el salto al PP tiene su recompensa, por no hablar de que el actor puede contribuir a convencer a mucho votante naranja de que su futuro electoral está en el PP. Es una especie de embajador chaquetero que quieren llevar a la primera línea para que predique sobre las bondades de dejar Ciudadanos en beneficio del PP.

La gran perjudicada si se diera este salto sería por supuesto Marta Rivera de la Cruz. Aún así, en caso de que el gabinete de Ayuso decidiera imponer a Cantó como consejero de Cultura, Rivera de la Cruz no se quedaría ni mucho menos fuera de juego. El PP le daría algo, lo que fuera, por los servicios prestados y sobretodo por haberse mantenido fiel a la estructura de la Comunidad de Madrid y plantarse ante un Aguado que pretendía crear un gobierno paralelo en el que él era el rey de su particular reino. Si hubiera cambios, Marta Rivera de la Cruz seguiría dentro. Al menos es lo que deslizan fuentes populares.