Pilar Teso, la socialista infiltrada por la que Sánchez quiere renovar el CGPJ antes de 2023

Si hay algo que destaca en la forma de actuar del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, es que adora colocar en puestos clave de los poderes del Estado a personas afines. En cuanto alguno se aleja de la doctrina impuesta por el líder socialista más de la cuenta, acaba apartado. El problema es que hay un cargo para el que ya tiene a su perfil «sanchista» disponible que se le está atragantando más de la cuenta por la negativa del Parido Popular. Ese perfil es el de Pilar Teso, una magistrada del Supremo que lleva casi diez años a la espera de ocupar la presidencia del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), cargo que Sánchez ansía controlar. La jugada del presidente socialista pasa por colocar a Teso en el puesto de Carlos Lesmes antes de las próximas elecciones. El miedo a que el PP supere en votos y escaños al PSOE ya es una realidad y Sánchez no se quiere permitir el lujo de dejar la presidencia del Supremo al azar. Vamos, que quiere hacer con la presidencia del CGPJ lo mismo que hizo con la Fiscalía General del Estado.

Si se mira con lupa cada cargo institucional en el que el Gobierno puede influir, se percibe la presencia del presidente del Ejecutivo. Lo de la exministra de Justicia Dolores Delgado ya no es un caso aparte. De hecho, Sánchez quiere hacer lo mismo con la presidencia del CGPJ. No debe de ser cómodo por su parte tener a un presidente del Supremo independiente pudiendo colocar a Teso al frente del puesto. De hecho, desde el PSOE deslizan que Sánchez no tiene dudas en que si se abre la veda, se impondrá a Teso como presidenta. El problema es que Pablo Casado se ha enrocado en el «no». Y más ahora que el presidente del Gobierno sopesa dar los indultos a los líderes del procés. «Le he pedido que sea absolutamente independiente», comentó Sánchez en referencia al nombramiento de una de sus ministras como fiscal general del Estado. Suponemos que hará lo mismo con Teso en caso de que consiga los apoyos suficientes para renovar el CGPJ, en funciones desde 2018.

Pilar Teso lleva casi diez años a la espera de ocupar este puesto

Pilar Teso lleva casi diez años a la espera de ocupar este puesto. En el año 2013 ya sonó su nombre con fuerza para presidir el CGPJ, pero Carlos Lesmes le ganó la partida y la magistrada se ha quedado a la espera del próximo intento. Ese intento es ahora, con un Consejo «caducado» (como dicen desde la izquierda) desde diciembre de hace más de dos años. Y más cuando sabe que jurando lealtad (sin espada en el hombro) al presidente del Gobierno las tiene todas consigo para ganar. Sánchez solo quiere lealtad ciega. O como dijo Iván Redondo, el jefe de gabinete de la Presidencia de Gobierno, que se «tire por un puente por su presidente», frase que plagió de una serie televisiva. Si Teso le ofrece eso, en la renovación contará con el aval socialista.

El escándalo fue mayúsculo entonces cuando se habló del magistrado Manuel Marchena como sucesor de Lesmes al frente de la presidencia del Supremo antes incluso de que se hubiera llegado a un acuerdo entre los partidos mayoritarios. Más escandaloso fue que Marchena renunciara al cargo antes de que se le hubiera propuesto, pues dejó de manifiesto que la Justicia se configura a imagen y semejanza de los partidos con más representación. El caso de Teso es similar, pues desde hace años se sabe que es la candidata socialista para ocupar la presidencia del Supremo, pero parece que Sánchez ha malacostumbrado a la sociedad y ya hasta desde dentro del CGPJ dan por hecho que Teso podría llegar a su ansiado puesto.

La candidata de Sánchez es Teso. De eso no hay duda en el PSOE. Ferraz reconoce que es una magistrada con un perfil «adecuado», pero muchos saben lo que significa eso. El nombre de Teso ha salpicado los titulares en más de una ocasión; concretamente, cada vez que el Partido Popular y los socialistas acercaban posturas para renovar ese CGPJ «caducado» que tanto irrita a la izquierda (pues entienden que la formación de ese Consejo estuvo auspiciada por una mayoría arrolladora del PP.

LA TRAMPA: EL PP LA VE CON BUENOS OJOS

Como todo, la clave de que Sánchez apueste por Teso con tanto ahínco no es exclusivamente que sea leal al presidente. El responder y deberte a Sánchez es solo la parte más importante del trato, pero no la necesaria. Para que Teso pueda ser presidente del CGPJ necesita que el PP la vea con buenos ojos. No es que Teso tenga un perfil extremadamente progresista, algo que la avala para que el presidente popular, Pablo Casado, la vea con buenos ojos, pero sí que no chirría entre los candidatos del PSOE para ponerse al frente del cargo de Lesmes.

La idea que ha sopesado el PP en más de una ocasión es conseguir un acuerdo beneficioso en materia de vocales a cambio de ceder la presidencia a un perfil no marcadamente activista. Si habláramos de nombrar a la dirigente de Unidas Podemos Vicky Rosell como presidenta del Supremo, Sánchez sabría que es imposible. Pero Teso es otro cantar, pues no es precisamente alguien que vaya a vestirse de morado el 8 de marzo para juntarse con Irene Montero y Carmen Calvo y gritar en las calles que la cuestión no es planchar de madrugada, sino quién plancha.

Casado 1 Moncloa

En cualquier caso, el PP ahora juega con otras cartas que le ha dado su presidenta autonómica Isabel Díaz Ayuso. Los populares saben que si se enrocan hasta las próximas elecciones generales con la excusa de la concesión de indultos a los líderes del procés, podrán obtener un mejor resultado parlamentario en detrimento del PSOE y conseguir un CGPJ más próximo a los populares. De ahí las prisas de Sánchez para renovar el Consejo antes de las próximas elecciones.