Se busca chica «sexy y con taconazos» por 50€: así es el lado oscuro de las discotecas

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La noche madrileña es muy oscura. Tanto, que presuntamente pagar en negro, «cosificar» a la mujer y realizar trabajos sin ningún tipo de contrato es algo habitual en el mundo de las «chicas de imagen» que acuden a las discotecas y fiestas privadas. Este negocio, en ocasiones sin regular, está organizado por una serie de individuos que se encargan de ofrecer chicas atractivas para ir a las celebraciones de grandes empresarios, futbolistas o demás clientes que estén dispuestos a pagar por la presencia de mujeres «atractivas» en sus fiestas. También los locales de ocio nocturno y las discotecas piden chicas jóvenes para llenar sus salas a estos individuos que ofrecen «trabajo» a las chicas del que ellos se lucran con un importante porcentaje.

Como ha podido comprobar MONCLOA.com, estos señores se encargan de enviar mensajes machistas e intimidatorios a las chicas de imagen para que vayan a las fiestas de sus clientes. «Podéis venir disfrazadas, siempre que sea guapas y sexys» o «taconazo nada de pantalones o en shorts… tenéis de lunes a jueves para poneros lo que os dé la gana», son algunas de las perlas de mensajes que dejan estos individuos que se sienten, según se aprecia en los mensajes, con el derecho de decirle a las mujeres cómo deben vestir de forma provocativa. Se creen con esta potestad por pagarles alrededor de 10€ la hora por permanecer en fiestas donde los clientes disponen de estas chicas para situarlas en determinados lugares de la sala de fiestas por estar pagándolas.

«Da vergüenza ajena cuándo dicen que chicas a las que mandamos se les ofrecen»

Pero los mensajes machistas no es lo único que se puede leer en el grupo en el que se organizan estos trabajos clandestinos en los que se cobra en efectivo al final de la noche. MONCLOA.com también ha podido apreciar mensajes intimidatorios que dejan claro quién se siente con la vara de mando en esta actividad: «Las que no han puesto disponibilidad no pintan nada aquí» o «no organizamos reuniones de amiguitas, la que va de ese rollo es que no quiere trabajar y en este grupo sobra», son algunas de las frases que escriben estos individuos a las imágenes. Además, se les juzga su «trabajo» y forma de relacionarse de forma agresiva: «Da vergüenza ajena cuando dicen que chicas a las que mandamos se les ofrecen».

No contentos con los mensajes machistas e intimatorios que estas mujeres tienen que aguantar, también se las obliga a estar calladas para no destapar este negocio oscuro del que viven estas personas a costa de la imagen mujeres muy jóvenes. La amenaza es clara: no pueden hablar con la prensa ni con los clientes de este «trabajo» turbio. «Queda prohibido hablar con los clientes» o «no quiero ver a ninguna en la prensa hablando de salas o clientes», son algunos de los mensajes que estos individuos mandan y que se pueden comprobar en el video.

UN «TRABAJO» SIN CONTRATO Y COBRANDO EN EFECTIVO

El trabajo de las chicas de imagen se trata de una actividad que en la mayoría de las ocasiones no está regulada. Algunas discotecas ofrecen contratos de trabajo a las mujeres para que acudan a los locales a cambio de su simple presencia, sin embargo, no es la tónica habitual. Este es el caso de estos individuos que mueven imágenes por varios locales como la discoteca Shoko, Panthera o El Lince, tal y como se puede ver en las capturas de pantalla de determinados frupos de Whatsapp a los que ha tenido acceso MONCLOA.com, sin ningún tipo de relación contractual por parte de estos hombres.

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Tal y como ha podido comprobar este medio, las chicas son contactadas a través de grupos donde se les informa de las condiciones de la fiesta en la que se las requiere. Si ellas quieren, dan su disponibilidad y envían fotografías de cara y cuerpo a los organizadores de la fiesta, instantáneas que acaban en manos de los clientes que eligen a dedo que chica quieren que vaya. Una vez confirmadas, se les envía la ubicación y ellas acuden a la fiesta donde no faltan bebidas y, algunas veces, caras muy conocidas del mundo del fútbol u otros deportes de élite. Una vez dada por finalizada la fiesta, las chicas cobran en efectivo lo acordado con estos individuos.

Como en casi todos los trabajos, hay que cumplir una serie de requisitos: ser atractiva, permanecer en silencio sobre lo que ocurre en las fiestas y acudir al evento vestida de forma provocativa. Además, como ha podido descubrir MONCLOA.com en ocasiones se les exige relacionarse con los clientes, no descansar puesto que «están trabajando» y mantener la privacidad en todo momento incluso prohibiéndolas usar su teléfono móvil. Todas estas condiciones no aparecen en un contrato, sino que son obligadas por parte de los individuos que mueven a las chicas de imagen a veces de forma intimidatoria y amenazante como se puede comprobar en las capturas del chat donde se organiza toda esta actividad.

Sin duda, una actitud machista que muchas veces es aguantada por las chicas que necesitan cobrar. En la sombra, sin garantías legales y sin protección, muchas de estas mujeres aguantan a estos individuos con tal de conservar su «trabajo«. Pocas se atreven a hablar tras haber sido amenazadas con que si lo hacen no volverán a trabajar. Así es el mundo de las chicas de imagen, todo un «hito» de la oscura noche madrileña.