Esta es la excusa que pondrá el PSOE para subir más el precio del carburante

El PSOE sigue con su política ecológica. Algunos considerarán que lo que el presidente del Ejecutivo, Pedro Sánchez, quiere es reducir las emisiones, pero lo cierto es que el Consejo de Ministros ha visto en los carburantes la clave para cuadrar las cuentas. El precio del diésel y de la gasolina han subido más de un 20% cada uno. Muchos impuestos, muchas tasas eco a las empresas contaminantes y sobretodo muchas excusas. En cualquier caso, pese a que paguemos el 54% de impuestos en la gasolina y un 49% en el gasoleo (por ahora), el Gobierno tiene pensado subir más las tasas a estos combustibles para cuadrar las cuentas con una única excusa: «el carburante que se paga en España es el más barato de toda Europa», insisten.

España es el país en el que más ha subido el precio del combustible. Ahora se paga un 23,42% más por la gasolina, y por el gasoil un 21,24%, según los datos facilitados por Daparto con los precios del Boletín de Petróleo de la Comisión Europea. Esto puede asustar. Y más si se enmarca en la subida de la luz. Sin embargo, el Gobierno lo ve con ojos en forma de euro. El PSOE quiere cuadrar las cuentas a través de los impuestos ecológicos y desde Transición Ecológica deslizan que aún hay margen en el importe de la gasolina y del diésel para crujirte a impuestos porque «España tiene el combustible más barato de Europa».

El PSOE quiere parecerse a Europa. Pero como de ellos no depende el que España asimile los salarios y el poder adquisitivo medio de otros países de Europa, prefiere buscar semejanzas desde otro punto. Para los socialistas, hay un nicho en el precio del combustible. Y enmascarado con la transición ecológica, es de esperar que en cuestión de pocos meses nos peguemos un buen susto al bajar en una gasolinera para rellenar el tanque de nuestro vehículo. Ellos insisten: «en España se paga la gasolina y el diésel más barato de toda Europa». Pero de los salarios medios no dicen nada.

El coste de llenar el depósito es mucho mayor ahora que hace un año

El coste de llenar el depósito es mucho mayor ahora que hace un año. Hasta un 20% más caro sin que nadie aclare muy bien por qué. Algunos desde Ferraz insisten en que estos «infortunios» se deben a que el precio del combustible depende de muchas variables, pues España importa prácticamente todo el carburante que entra por la frontera y al mismo tiempo este producto está sujeto a las tasas que impongan desde otros muchos países.

El PSOE quiere una España verde. Pero esa transición ecológica no la piensa abordar desde los incentivos a los españoles para que se compren un coche eléctrico. La idea del PSOE es penalizar vía impuestos a las empresas más contaminantes, un coste que casi con toda seguridad repercutirá en el consumidor final. Sin embargo, lo que quiere tener bien atado el Partido Socialista es el discurso y el mensaje. Quieren que su electorado asuma ese rol verde del PSOE sin que cuestione nada más que el hecho de que Sánchez presiona a las empresas para que contaminen menos.

Se habla de muchos frentes abiertos, como por ejemplo el penalizar a las energéticas por sus excesos contaminantes. Pero donde de verdad consideran que tienen un nicho de mercado importante es en el precio del carburante. La gasolina y el diésel, gravado con en torno al 50% en impuestos, tiene mucho margen para el PSOE y puede ayudar a recaudar miles de millones de euros en un contexto en el que España tiene un déficit tan disparado por la pandemia que incluso la UE empieza a plantear medidas cruciales para hacer viable al país.

Comprar gasolina premium se puede hacer insoportable cuando el precio del litro de 98 ya supera el euro y medio. Pero donde de verdad quiere meter mano en condiciones el PSOE es precisamente en el diésel.

Estos coches no contaminan más que los gasolina. Al menos no los modelos que se han sujeto a la normativa europea estos últimos años. De hecho, lo que contamina con los coches y su antigüedad, no el combustible como tal. Pero en cualquier caso, esa diferencia de cinco puntos entre los impuestos que gravan el diésel y la gasolina es suficiente como para que el PSOE haya visto el modo de subir las tasas a los españoles para cuadrar mejor las cuentas. Se habla de equiparar las tasas de la gasolina al diésel. Vamos, de subir un 5% su importe. Pero esto de cara a 2022.

Toda esta ingrata labor de subir los impuestos a los españoles tocándoles la cartera recaerá sobre el Ministerio de Transición Ecológica (Miteco). Pero la verdad es que pase lo que pase con la OPEP y con las tasas oportunas, la idea del Gobierno es prohibir la venta de diésel nuevos en 2025. Dará unos años más para que los que ya circulan por las calles tengan margen de maniobra para cambiar de tercio. Pero el objetivo está claro. Prohibir y recaudar antes de que este tipo de vehículos desaparezcan del mercado.