Pablo Iglesias ha exigido ‘unidad’ en su adiós político con la intención de que un proceso breve y sin sobresaltos otorgue a Yolanda Díaz e Ione Belarra el liderazgo de Unidas Podemos y de la formación morada.
La intención del exvicepresidente del Gobierno es frenar la caída de las expectativas electorales de la coalición y contribuir a frenar la previsible resurrección del ‘errejonismo’ vía Más País gracias al éxito de Mónica García en las pasadas elecciones autonómicas madrileñas.
FORTALEZAS GALLEGAS Y CATALANAS
Iglesias quiere que Yolanda Díaz transforme la gran valoración que ha recibido por su papel como ministra de Trabajo en votos. La vicepresidenta tercera del Ejecutivo central apostará por una comunicación más amable y un liderazgo más coral que el que desarrolló su antecesor y aliado.
Y lo hará con la inestimable ayuda de Josep Vendrell, que cambia Barcelona por Madrid después de tres décadas de intenso trabajo en el espacio de izquierda alternativa no nacionalista que han ocupado PSUC, ICV y Catalunya en Comú.
Vendrell hasta ahora era el coordinador del grupo parlamentario de En Comú Podem, fue jefe de Gabinete del consejero Joan Saura durante el primer tripartito que lideró Pasqual Maragall y deslumbró a Pablo Iglesias por la estrategia llevada a cabo en las últimas elecciones catalanas, en las que logró que los ‘comunes’ mantuviesen escaños.
Cierto es que esta ‘cesión’ evidencia la sintonía que reina entre Yolanda Díaz y Ada Colau, alcaldesa de Barcelona convertida en una de las grandes fortalezas del espacio de Unidas Podemos gracias a su indudable tirón electoral.
LA HISTORIA, EN FAVOR DE UNIDAS PODEMOS
A las figuras de Yolanda Díaz y Ada Colau se les une Izquierda Unida, que es el partido más arraigado de la izquierda alternativa y sigue siendo el baluarte del republicanismo español bajo el liderazgo del ministro Alberto Garzón.
Dentro de IU se encuentra el PCE liderado por el secretario de Estado Enrique de Santiago, que está celebrando el primer centenario de los comunistas españoles y sabe que el bagaje de su formación es muy immportante para que Unidas Podemos aguante el previsible vendaval de Más País de Íñigo Errejón, que previsiblemente recibirá más apoyos mediáticos que Pablo Iglesias.
LA ESTRELLA DEL ECOLOGISMO ESPAÑOL DA LA ESPALDA A EQUO
Errejón quiere que el aliado verde de Más País, Equo, le otorgue voto joven. Pero lo cierto es que no funcionan demasiado bien las cosas en esta formación hermanada con los Verdes europeos, ahora en boga por el previsible gran resultado que logrará su representante alemán en las próximas presidenciales de septiembre.
Y es que Equo Verdes está liderada por Inés Sabanés, que lleva más de un cuarto de siglo en la política activa y solo logró acta de diputada después de que el ‘errejonismo’ lograse la renuncia de la ‘carmenista’ Marta Higueras.
Sabanés, que ha sido calificada de «oportunista» en algunos círculos de la izquierda madrileña, es consciente de que el liderzgo del ecologismo político español sigue en manos del diputado Juantxo López de Uralde (Unidas Podemos).
El activista vasco, tras dejar Equo, preapra una formación verde con la intención de «fortalecer» el espacio de la coalición liderada por Yolanda Díaz: «Ese ADN verde que Unidas Podemos siempre tuvo tiene que estar perfectamente visible; nos reclamamos líderes en materia ambiental y en materia ecologista y queremos que eso se vea y se reconozca», asegura.
El exsecretario general de la CODA (Coordinadora de Organizaciones de Defensa Ambiental), ex director ejecutivo de Greenpeace España y excoportavoz de Equo ahora quiere aprovechar su tirón para retener el voto ecologista en Unidas Podemos.
«Una parte Equo decidió irse y otra parte decidimos que el espacio por el que merecía la pena luchar y pelear era Unidas Podemos, y seguimos pensando que Unidas Podemos es sin lugar a dudas el espacio más fuerte a la izquierda del PSOE y que debe ser el espacio de confluencia donde se trabaje con la máxima unidad», ha explicado.
López de Uralde afirma que «no puede haber una salida al actual modelo sin afrontar la crisis ecológica» y que quizás contribuya a ello la nueva formación, que crecerá «en paralelo a la reestructuración de todo el espacio de Unidas Podemos».
