El Tribunal Supremo ve con estupor la decisión de Sánchez de indultar a los líderes del procés

El Tribunal Supremo no da crédito. Al igual que muchos personajes en la historia, siempre hay uno que rompe la tradición para conseguir llegar más lejos que el resto. Este es el caso del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, solo que con la diferencia de que el líder socialista puede triunfar o arruinarse políticamente tras su decisión. Sánchez dará hoy los indultos a sabiendas de que esto implica un enfrentamiento directo con el Tribunal Supremo, pues Manuel Marchena, el magistrado que firmó la sentencia a los líderes del procés, ha manifestado por escrito y a nivel interno que considera que los condenados no están en condiciones de recibir el indulto por falta de «arrepentimiento». Al presidente del Gobierno poco le ha importado y ha aceptado el coste político a cambio del apoyo de ERC durante los próximos dos años en el Congreso. Pero los jueces no dan crédito a la decisión de Sánchez dado que entienden que esto revienta la separación de poderes.

Hay una pequeña parte del PSOE que entiende que el indulto es una apuesta arriesgada pero ganadora de Sánchez. Este grupo de optimistas entiende que con el apoyo de ERC durante los próximos dos años podrán recuperar la confianza de su electorado con dos pilares: las subvenciones que vendrán de Europa y el avance de la vacunación y el final de la pandemia. El problema de esta visión es que todo pasa porque los independentistas en el Congreso de los Diputados se conviertan en socios fiables. Algo que no todos los socialistas dan por sentado dada la historia de estos partidos catalanistas. Para ellos, el hecho de enfrentarse con la decisión del Tribunal Supremo es lo de menos, pues con el paso de estos dos años que restan de legislatura recuperarán la confianza de sus votantes.

El apoyo de ERC es fundamental para poder entregar las ayudas europeas sin trabajas parlamentarias

La estrategia de los positivistas del PSOE entiende que el electorado tiene una mentalidad cortoplacista y que «perdonará» a Sánchez tan pronto como las cifras económicas y el fin de la pandemia se acerque. El apoyo de ERC es fundamental para poder entregar las ayudas europeas sin trabajas parlamentarias y es por eso que los socialistas han dado su «sí» a los indultos a sabiendas de que esto le traería un enfrentamiento con el Tribunal Supremo y con la justicia. El problema es que el núcleo duro de Sánchez ha hecho balance y en un contexto en el que el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) está lejos de ser renovado, les sale más a cuenta responder a las demandas independentistas que respetar las decisiones judiciales.

Hay quien piensa que el plan de Sánchez no saldrá bien porque los independentistas no son socios fiables. Pero a estos, los positivistas del PSOE le responden con nuevas concesiones. El Ministerio de Política Territorial heredado por Miquel Iceta ya ha dejado caer que, además de los indultos, los independentistas tendrán un referéndum por un estatut de autonomía diferente con tal de que den su apoyo a Sánchez durante lo que queda de legislatura (imprescindible para que el presidente del Gobierno pueda mantenerse en la Moncloa). El Ejecutivo tiene todo atado y sabe cómo debe afrontar esta situación, además de que están más que dispuestos a pagar el precio de enfrentarse a la Justicia.

Desde luego, el Supremo ve con estupor la decisión del Gobierno. La sensación es de falta de respeto al poder judicial, aunque hay algún que otro magistrado progresista que entiende que los indultos son una forma aceptable de solucionar la mala relación entre la mayor parte de España y la Cataluña separatista. En cualquier caso, el PSOE entiende que esa «mayoría caducada», tal y como la denominan, que rige el CGPJ no está legitimada para oponerse a las decisiones del Ejecutivo, aunque quien haya tomado la decisión haya sido directamente el Tribunal Supremo.

Recapitulando, durante el proceso necesario para conceder un indulto es además un requisito el que el tribunal sentenciador emita un informe sobre si recomiendan o no librar de la prisión a los condenados. Lo normal, hasta ahora, era que el Gobierno comulgara con este informe no vinculante del tribunal sentenciador, pero Sánchez ha roto esas reglas por su supervivencia política. Y esta decisión del presidente del Ejecutivo ha dejado completamente fuera de juego a más de un magistrado que ve cómo la separación de poderes queda de algún modo dinamitada por la falta de respeto entre instituciones. 

LAS REACCIONES

Las reacciones a la decisión de Sánchez no se han hecho esperar y todos hablan de traición a España o directamente de un paso por la concordia. «Este Gobierno tomará mañana una decisión trascendental y valiente para afrontar con diálogo el conflicto que arrastramos entre Catalunya y España. Los indultos son un punto de partida para construir un nuevo proyecto de país compartido», ha comentado la vicepresidenta del Gobierno y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz. A lo que otros han respondido con total rechazo. «El espíritu de la Constitución es su fundamento, es decir la «indisoluble unidad de la Nación Española, patria común e indivisible de todos los españoles» Debilitar esa unidad indultando a los golpistas es pisotear la Constitución y, aún más grave, traicionar a España» ha asegurado el presidente de Vox, Santiago Abascal.

«El indulto está regulado en España desde 1870 y lo recoge nuestra Constitución. Ni cuestiona ni revoca una sentencia. Se autoriza por motivos de equidad, justicia o utilidad pública. La razón de los indultos que vamos a aprobar es su beneficio para la convivencia», ha asegurado Sánchez en defensa de su decisión y con intención de calmar las aguas especialmente entre los dirigentes socialistas díscolos y entre los magistrados que ven con estupor la decisión tomada por el presidente del Gobierno de forma absolutamente unilateral.

«Pedro Sánchez confirma en el Liceo que mañana aprobarán los indultos Le responden desde el público con gritos de «¡La independencia es la única solución!». Vergüenza Ajena», ha asegurado Toni Cantó. «Madrid seguirá siendo el escudo de la dignidad frente a los indultos de Sánchez. Los españoles merecen un Gobierno que no les traicione·, ha declarado el alcalde de Madrid, José Luis Martínez Almeida.