Mañueco no seguirá al frente del PP de Castilla y León a pesar de las encuestas

El presidente autonómico Alfonso Fernández Mañueco tiene los días contados como referente del Partido Popular. Tiene a toda la cúpula de Génova en contra y a nadie que dé la cara por él. Fuentes del PP de Castilla y León albergan la esperanza de que las encuestas tan de cara puedan mantener a Mañueco al frente del PP en esta comunidad autónoma, pero desde Génova aseguran a MONCLOA.com exactamente lo contrario. El PP de Pablo Casado busca la fórmula para que el actual presidente de Castilla y León no sea el candidato en las próximas elecciones. Los sondeos hablan incluso de una posible mayoría absoluta; pero la «deslealtad» de Mañueco hacia Casado pesa mucho más. 

Desde el PP entienden que los resultados que obtendrá su partido en Castilla y León no están tan ligados al candidato. Son las siglas y, sobretodo, el «efecto Ayuso» los que han convertido de nuevo al PP en un partido ganador en este histórico feudo popular. Este argumento refuerza la idea que tienen desde Génova para expulsar de forma elegante a un candidato que maniobró en plena vorágine de las mociones de censura para elevar la presión sobre Casado y forzar su salida del PP en beneficio de otros candidatos, como por ejemplo el presidente de Galicia, Alberto Núñez Feijoo.

Casado le quiere fuera y el secretario general del PP, Teodoro García Egea, ya se ha puesto manos a la obra para relegarle de la primera línea política. Las últimas encuestas que auguraban que Mañueco obtendría mayoría absoluta con hasta 43 diputados (de un total de 81) fueron un soplo de aire fresco en el PP de Castilla y León. Sin embargo, en Génova insisten que el expulsarle de la primera línea es solo una cuestión de inventiva y de elegancia. Nada más.

Teodoro quiere relegarle sin exhibir ante los suyos ese puño de hierro que tanto le caracteriza. Quieren darle otra posición «honorífica» o cualquier cargo que evite evidenciar que se trata de una venganza política. Por lo pronto, García Egea ha dado la orden interna de que no se mencione a Mañueco en ningún momento. No quieren que nadie presuma de su legado ni que se le dé visibilidad a nivel nacional a un candidato «desleal» al que cogieron la matrícula desde el mismo momento en el que empezó a conspirar contra la actual directiva de Génova.

ya ha intentado en alguna que otra ocasión desestabilizar el partido para forzar una revolución interna

Desde Génova aseguran que Mañueco pretende que llegue a la primera línea en Génova otro candidato más de su cuerda. Saben que el presidente autonómico tiene buena relación con Feijoo y consideran que ya ha intentado en alguna que otra ocasión desestabilizar el partido para forzar una revolución interna que nunca se dio.

Cuando la presidenta de Ciudadanos, Inés Arrimadas, intentó llevar a cabo su estrategia plagada de mociones de censura en autonomías y municipios, Mañueco entendió que era el momento adecuado para hacer que Casado se tambaleara. Sin embargo, el resultado es que ahora quien se tambalea en su puesto es Mañueco; hasta el punto de que en Génova nadie da por hecho que se vaya a presentar a las elecciones autonómicas en mayo de 2023. «Es un cadáver político», aseguran quienes desde el PP están convencidos de que Mañueco dejará la primera línea de la política más pronto que tarde.

Sobre los posibles sustitutos o sustitutas, en Génova no sueltan prenda. Nadie se atreve siquiera a jugar una quiniela de nombres. La única obsesión de Teodoro, cuentan, es la de relegar a Mañueco sin que necesariamente se forme un escándalo público innecesario. No es lo mismo llevarle a una diputación provincial sin exhibir sangre que expulsarle del partido con las encuestas hablando de mayoría absoluta. Hay que ser elegantes y Teodoro no siempre sabe serlo

Durante la campaña electoral de la Comunidad de Madrid, todos los dirigentes populares que cogieron el micro en los actos mantuvieron una discreción exagerada. Lo curioso fue que fuentes del PP aseguraron a MONCLOA.com que había una orden no escrita para evitar que se hablara de Mañueco o cualquier barón que consideraran desleal. Hay casos en los que dirigentes populares presumían de su gestión evitando hablar en todo momento del presidente de Castilla y León. Algo que podría ser casualidad pero que fuentes del partido insistían en que era una orden interna no escrita.

Mañueco se ha tapado los oídos y los ojos. Hace como si nada hubiera pasado pero sabe que el presidente del PP no le apoyará en nada de lo que haga. Teodoro solo tiene una misión y es la de eliminar del mapa político a perfiles desleales como el del presidente de Castilla y León. Con una mayoría absoluta a las puertas, la cúpula del partido entiende que es necesario colocar como candidato a alguien lo suficientemente leal como para que el liderazgo de Casado no se cuestione (y más si el joven candidato pierde las elecciones generales, momento en el que más de uno pedirá su dimisión).