Mercedes González saca los colores al PSOE y hunde su futuro político

Ha entrado con tantas ganas que se ha pasado de frenada. La delegada del Gobierno en la Comunidad de Madrid, Mercedes González, hace temblar a todo Ferraz cada vez que coge un micrófono o se sube a una tribuna para hablar. Ya apuntó maneras durante su toma de posesión, en la cual se dedicó más a hablar de feminismo o de los retos de las mujeres oprimidas que de asuntos relacionados estrechamente con su flamante cargo. Pero las últimas declaraciones de González no han hecho más que enterrar su futuro político. El PSOE la colocó en la Delegación de Gobierno como escaparate y no ha hecho más que poner losas sobre su futuro desde que llegó. Ahora, fuentes del partido deslizan que nadie en el Gobierno se plantea dar más responsabilidades a Mercedes, sino más bien todo lo contrario.

«Está muy bien dar bulos de que el virus entró por ahí, pero el virus está en el aire«, comentó la delegada del Gobierno en la Comunidad de Madrid sobre la variante india y sobre la posibilidad de que los graves datos que sufrió España durante la pandemia en 2020 tuvieran que ver con la apertura del aeropuerto de Barajas. El desayuno informativo de González del pasado lunes ha sido la guinda, pero lo cierto es que la delegada lleva tiempo protagonizando situaciones vergonzosas que han llevado a los mismos socialistas que la colocaron en ese puesto como escaparate (a ver si se podía marcar un Cristina Cifuentes y dar el salto a la primera línea política) a descartar que Mercedes sea un activo importante para el PSOE.

«Está fuera», detallan fuentes socialistas. El problema que tiene Mercedes es que es demasiado «hooligan» del partido y no sabe diferenciar su entusiasmo y activismo político del cargo que ostenta. Pero lo que más señalan desde el PSOE es que su defensa de algunas posiciones socialistas se vuelve en su contra. Decir que hay aeropuertos grandes por todas partes y que el virus llegó a España y azotó tanto el país porque «está en el aire» y no porque se abrieran las puertas de los aeropuertos de par en par puede ser discutible, pero la forma en la que Mercedes lo explicó no benefició en nada al partido y el malestar ya recorre Ferraz.

Si Mercedes aparece en los titulares es para mal. No ha hecho una sola aparición en la que sus extralimitaciones hayan beneficiado al partido. Su política de comunicación no solo no es buena, sino que mete en problemas innecesarios al PSOE, algo que no aceptan desde Ferraz; y menos cuando las encuestas van en contra.

Lo que llevó a Sánchez a sustituir al peso pesado del PSM José Manuel Franco por Mercedes González en la Delegación fue precisamente el entusiasmo y sobretodo el activismo de González. El presidente entiende que necesita personas leales. Y las prefiere con una lealtad más propia de un hooligan con su equipo de fútbol que con una lealtad intelectual o de valores. Mercedes defiende lo que le echen siempre que sea por el partido y el PSOE no quiso perder este tipo de perfil. Sin embargo, las pasadas de frenada de González ya han costado más a Ferraz de lo que les hubiera gustado.

«Grandes aeropuertos hay en todos los sitios. ¿El virus entró por el aeropuerto de Orly-París o el JFK de Nueva York? El virus ha entrado por todas partes»

El resumen del desayuno informativo de ayer es que Mercedes González se mofó de la cautela de la presidenta de la Comunidad de Madrid respecto a la variante india. Por no hablar de que además la postura que le tocó defender a la delegada del Gobierno fue la de asegurar que abrir los aeropuertos no tuvo consecuencias negativas en España. «Grandes aeropuertos hay en todos los sitios. ¿El virus entró por el aeropuerto de Orly-París o el JFK de Nueva York? El virus ha entrado por todas partes», ha comentado la delegada activista. Todo en un contexto en el que Ayuso pide «medidas eficaces» a Sánchez para contener la variante india.

González está muy bien relacionada en el PSOE. Especialmente en el de Madrid. Esto y su reconocido activismo ha hecho que el presidente del Gobierno la tuviera en cuenta para un puesto escaparate que permite (si se hace correctamente) que los que desempeñan la función sean capaces de dar el salto a posiciones mucho más altas en el escalafón político. Sin embargo, Mercedes ha reventado sus posibilidades en cuestión de pocos meses.

El problema, según las fuentes, es que no se puede estar con el miedo a flor de piel cada vez que Mercedes acude a algún sitio con cámaras. Es que ni una rueda de prensa es capaz de conceder sin elevar el tono y sacar tres o cuatro titulares que se mofan de su actitud antes que analizar el contenido. Esto no sería del todo un problema si no salpicara al partido en un contexto en el que las encuestas no van de cara, sino más bien todo lo contrario. Mejor hacer como el ministro de Ciencia, Pedro Duque, y no aparecer ni en la foto del carnet de identidad que como Mercedes, que solo da la nota para mal.