La alcaldesa de Pozuelo «humilla» a su segundo teniente alcalde y desafía a Teodoro

La alcaldesa de Pozuelo de Alarcón, Susana Pérez Quislant, está de salida (y lo sabe). El Partido Popular se ha cansado de su estilo irreverente y ya prepara la llegada del consejero de Sanidad, Enrique Ruiz Escudero, para sustituirla. Sin embargo, mientras tanto, Susana está haciendo de las suyas. De momento, su jefa de prensa sobrevive contra todo pronóstico, pero su segundo teniente alcalde está en el punto de mira de la regidora del PP. Se llama Francisco Melgarejo Martínez y está donde está porque fue una decisión personal del secretario general del Partido Popular, Teodoro García Egea. Hasta no hace mucho ostentaba áreas importantes del Ayuntamiento de Pozuelo pero la alcaldesa le ha defenestrado para tener una muestra de poder contra Génova. Y claro; si ya estaba en el punto de mira, ahora el PP directamente solo tiene que apretar el gatillo político.

El segundo teniente alcalde es, además, y responsable del Área de Gobierno de Servicios de la Ciudad, un área que tenía nada menos que Urbanismo, Vivienda, Patrimonio y Medio Ambiente. Pero Susana no le quiere con poder en el Ayuntamiento. Pero su mayor hito político fue el de estudiar Colegio Oficial Ingenieros Industriales de Región de Murcia. Ahí conoció a Teodoro y desde entonces hizo muy buenas migas con él. Y cuando se presentó en las listas del municipio más rico de Madrid, García Egea hizo magia y le convirtió en el segundo teniente alcalde de Pozuelo en contra del criterio personal de Susana Pérez Quislant.

La alcaldesa de Pozuelo de Alarcón tragó porque no le quedaba más remedio. Era el secretario general quien le decía a quién debía colocar en ese puesto tan goloso. Sin embargo, desde que Susana sabe que todo el PP la quiere fuera, ya no tiene ningún autocontrol. De momento, su jefa de prensa sobrevive (algo bastante inusual ya que parece que está rompiendo todos los récords), pero otros dirigentes populares no tienen tanta suerte y tanto aplomo y ya están con un pie fuera. El caso de Melgarejo es ilustrativo porque básicamente le ha dejado unas competencias que más de uno consideran ridículas mientras le ha robado las áreas que más peso político le podían dar.

Melgarejo se hará cargo de la surrealista Pozuelo 2030

Susana le ha dejado a su teniente alcalde unas competencias que desde dentro ven como una humillación sin precedentes. Primero, Melgarejo se hará cargo de la surrealista Pozuelo 2030. Decimos surrealista porque este es un proyecto que busca combatir el cambio climático, el desarrollo ecosostenible y otros clichés más propios de Greenpeace y Unidas Podemos pero en la región más rica de toda la Comunidad de Madrid. Al mismo tiempo, Melgarejo llevará como segundo teniente alcalde un área que es más gerencia que otra cosa, Urbanismo, y un chiringuito: la Empresa Municipal de Vivienda.

Desde el PP ya ignoran lo que haga o deje de hacer Susana, pero sí que les incomoda que en un municipio tan importante como es Pozuelo haya una alcaldesa que va por libre y que les trae más problemas que ayudas. Lo que cuentan las fuentes del PP es que Pérez Quislant está algo «marginada» por la cúpula del Partido Popular de Madrid y que nadie la hace mucho caso. De hecho, la presidenta de la Comunidad de Madrid y, previsiblemente, futura presidenta del PP de Madrid, la ignora de forma ignominiosa, al igual que ahora hace el secretario general del PP.

El atacar al teniente alcalde es muy ilustrativo. Este político fue colocado por Teodoro. Una decisión suya directa que Susana acató sin rechistar porque era amigo del secretario general de su partido. El problema es que Pérez Quislant ya sabe que Ruiz Escudero está calentando motores para la campaña electoral de mayo de 2023 y poco le importa tomar decisiones que la enfrenten directamente con la cúpula de la formación. Le ha robado competencias porque sabe que es una forma de provocar a Teodoro y porque poco le importa su futuro político. Se ve fuera y en el PP la ven fuera. El desenlace no es muy difícil de augurar.

POZUELO 2030

Los objetivos de la agenda 2030 del Gobierno son los siguientes: fin de la pobreza, hambre cero, bienestar y salud, educación de calidad, igualdad de género, agua limpia y saneamiento, energía asequible y que no contamine, trabajo decente y crecimiento económico, industria, innovación e infraestructuras, igualdad de género, vida submarina… y podríamos seguir años así, pero ya nos hacemos una idea. Pues bien, la labor de Francisco Melgarejo es la de aplicar todo esto en Pozuelo. Al menos cuenta con una ventaja, hay unos pocos apartados (el de fin de la pobreza, el de hambre cero y el del desarrollo económico) que no tendrá que devanarse los sesos para sacarlos adelante, pues Pozuelo es la región más rica de España. Lo de la vida submarina igual lo tiene más complicado.

Susana Pérez Quislant

Evidentemente, incluso sus compañeros del Ayuntamiento se han cachondeado de Melgarejo por asumir las competencias de un proyecto asumido por Pozuelo pero marcado por la ONU donde la presencia del segundo teniente alcalde no será determinante ni relevante. Pero lo cierto es que esta «humillación» no ha pasado desapercibida en Génova y ya le han cogido (otra vez) la matrícula a una alcaldesa que les ha incomodado desde el primer minuto en el que llegó al poder.