El presidente de Vox, Santiago Abascal, cuenta en sus filas con diputados jóvenes capaces de ofrecer políticas reales para solucionar los problemas de España. Al menos dan una visión diferente a la de la crítica. Una de ellas es la conocida (y apartada) Mireia Borrás, que desde su escaño de diputada por Madrid en el Congreso ha demostrado ser una política válida capaz de plantear soluciones ante los retos de la legislatura. Y decimos soluciones solo porque es la única que trata los temas que preocupan a los españoles haciendo algo más que vociferar por la calle contra lo «mentiroso» que es el presidente del Gobierno. Lo curioso es que pese a que tiene todo ese valor que reconocen desde su partido, hay más de un dirigente de Vox que se ha empeñado en no darle un altavoz y en mandarla a Guadalajara en cuanto se acercan las cámaras.
Lo que ocurre con Mireia no es nuevo. De hecho, desde MONCLOA.com llevamos tiempo siguiendo la trayectoria de esta diputada y ya son varias las fuentes del partido de Abascal que les sorprende que no tenga más protagonismo. El por qué es sencillo: no quieren que Borrás se coma el protagonismo político que ahora tienen (o tenían) Javier Ortega Smith, Iván Espinosa de los Monteros o Santiago Abascal. Sin embargo, cada vez que sale un problema de Estado, parece que la única que plantea soluciones es Mireia. O al menos es lo que tienen claro estas fuentes.
El tema del precio de la electricidad es uno de esos ejemplos en los que se destaca que Mireia plantea soluciones desde un pequeño zulo político con una diminuta ventana con vistas interiores desde donde no puede brillar todo lo que debería. Mientras Abascal vocifera contra la situación del país con el coro que le acompaña desde siempre, hay algunos dirigentes del partido que tienen claro que Mireia vale mucho y que la están apartando para evitar que tome el protagonismo. Mientras Vox se queja de la subida de la luz, Mireia plantea un debate interesante sobre qué hará el Gobierno cuando deje de contar con la energía nuclear, una de las más baratas que hay en España pero que está condenada a desaparecer a partir de 2027.
El tema de la energía nuclear es un debate mucho más profundo que solo Mireia se ha atrevido a afrontar desde Vox. Por supuesto, a preguntas de MONCLOA.com sobre si están de acuerdo con permitir que la energía nuclear (segura, evidentemente), siga presente en España, la mayoría dice que sí. Pero no parece que a nadie se le haya ocurrido (a excepción de la diputada por Madrid) abrir el debate.
Con todo esto sobre la mesa, sorprende el empeño de Abascal y los suyos de dejar en un tercer plano a una de sus diputadas más destacables. Que le hayan dado la portavocía de Transición Ecológica es muy ilustrativo, aseguran las fuentes del partido, porque Abascal no le da demasiada importancia a esa transición porque no cree en el cambio climático. Aún así, es la única voz que tienen respecto a un tema fundamental y siguen en su empeño de mandarla a Guadalajara (es lo que hicieron en un acto en el que los de Abascal no querían que Borrás les eclipsara) cada vez que parece que puede quitarles protagonismo.
Nacida en 1986, Mireia es licenciada en Periodismo y en Economía y cuenta con un máster en Finanzas. Borrás dio el salto a la política gracias a su afiliación Vox y desde 2019 ocupa su escaño en el Congreso de los Diputados. Mireia es Portavoz de Ciencia e Innovación y de Transición Ecológica de Vox, una materia sobre la que el grupo parlamentario tiene pocas políticas.
No obstante, Mireia continúa con haciendo política a pesar de que hasta su propio partido no la quiera dar el protagonismo que se merece. Mientras su partido critica sin dar soluciones, Mireia apuesta por plantear soluciones algo que en ocasiones las altas esferas de Vox no tienen en cuenta.
Relegada al tercer plano, Mireia trata destacar a través de las redes sociales y le sale bien puesto que en Twitter