El presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, ha celebrado este martes que el lunes se volviera a reunir la Comisión Bilateral Gobierno-Generalitat, pero ha advertido de que los traspasos que se consigan en ese espacio «no serán moneda de cambio» para renunciar a la amnistía y a la autodeterminación.
En una rueda de prensa tras el último Consell Executiu del curso político, Aragonès ha hecho balance de los 71 días del gobierno que él preside, ha defendido que en ese plazo se ha recuperado «la fuerza institucional» de la Generalitat y ha recordado la reunión que mantuvo con el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, donde se acordaron aspectos como la reunión de la propia bilateral.
En ese sentido, ha diferenciado el espacio de negociación política del que se encarga de las inversiones, traspasos y acuerdos de conflictividad que hay en el Tribunal Constitucional: «No intercambiaremos propuestas. Ayer comenzamos a caminar y se verá en los próximos pasos del Gobierno si quiere profundizar».
«Fui claro con el presidente Sánchez que la bilateral se tenía que reunir antes de agosto porque son dos espacios diferenciados», ha zanjado tras fechar la reunión de la mesa de diálogo entre el Gobierno y la Generalitat en la semana del 13 de septiembre.
«Hace falta más debate, más acuerdos. Seremos exigentes. Los traspasos se deben efectuar de forma inmediata», ha asegurado el presidente del Govern tras valorar como un primer paso que se haya reunido la Comisión Bilateral y que se haya planificado un calendario para aterrizar, según él, los primeros acuerdos.
ACUERDO NACIONAL POR LA AMNISTÍA Y LA AUTODETERMINACIÓN
Para este encuentro de la mesa de diálogo, Aragonès ha explicado que quiere avanzar en las próximas semanas en el acuerdo nacional por la amnistía y la autodeterminación, con el objetivo de «tejer complejidades» y que este acuerdo se infranqueable, ha dicho textualmente.
Considera que el reto del acuerdo nacional es aglutinar «la máxima fuerza» de cara a la mesa de diálogo y que esto no solo pase por los partidos independentistas y que incluso trascienda las formaciones políticas y sume a los ciudadanos que estén de acuerdo con votar para decidir el futuro de Catalunya, y ha reiterado que en agosto trabajarán para construir las bases del acuerdo.
Ha sostenido que la negociación será «extremadamente difícil» porque no quieren renunciar a nada –en concreto, ha subrayado que irán con una propuesta de referéndum y la amnistía–, por eso ha pedido ir con toda la fuerza para la resolución democrática del conflicto catalán.
LA DELEGACIÓN CATALANA, EN SEPTIEMBRE
Aragonès ha confirmado su presencia en la mesa de diálogo, que cree que se debe retomar «con los máximos representantes», y ha explicado que la Generalitat definirá en septiembre su delegación, y que la intención es que sea institucional, al ser preguntado por si habrá representantes que no formen parte del Ejecutivo catalán.
Preguntado por las palabras de algunos miembros de Junts que pedían que se acortasen los plazos del diálogo con el Gobierno central, el presidente del Govern ha respondido que cuenta con el apoyo de todos los que han firmado el acuerdo de Govern, en alusión a Junts.
Ha subrayado que la mesa de diálogo «no hace renunciar a nadie a otros planteamientos estratégicos», y ha destacado que cualquier formación política o responsable institucional que defienda la amnistía y la autodeterminación contará con su apoyo.