Tarta de queso: el truco para lograr una base de galleta crujiente

La tarta de queso es una de las recetas de postres más deliciosas que podemos encontrar y también que preparar. Sencilla y con ingredientes de calidad, no cabe duda de que no hay nada mejor que terminar una buena comida con ella.

Sin embargo, seguro que si la has preparado alguuna vez por tu cuenta, te has encontrado con algunos problemas relacionados con el molde o con la consistencia de la base, que suele ser de galleta.

¿Quieres ponerles solución? Descubre el truco para lograr una base de galleta crujiente en tu tarta de queso.

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Así conseguimos una base de galleta crujiente

base galleta

A todos nos gusta que la base de nuestra tarta de queso quede crujiente, como si la hubiéramos comprado en un lugar profesional. Este es uno de los pasos más complicados pero, con un poco de maña, lo podremos conseguir. Para hacerlo, comenzamos extendiendo la mezca de mantequilla y galleta sobre el papel de horno, presionando muy bien.

Podemos ayudarnos con el dorso de una cuchara, pero también con un vaso. A continuación, horneamos solo la base durante unos 10 minutos a 160 grados, cuidando que el calor dé arriba y abajo. Dejaremos enfriar antes de seguir. De este modo, estaremos evitando que, al echar por encima el queso, disuelva la parte de debajo.