Si hay un alimento que forma parte del patrimonio cultural de este país, ese es la croqueta. No hay celebración que no tenga una buena ración. Para comer en familia, a solas o en pareja. Eso sí, el saber hacer unas croquetas es todo un arte. De momento el primero paso es saber freírlas para que estén bien cremosas. Así que toma nota porque te vamos a dar la clave.
El manjar que suponen unas croquetas es algo divino por eso tenemos que saber hacerlas en condiciones. La receta que te damos hoy es la de conocer el tiempo que tienen que estar en la sartén friéndose para que estén bien cremosas. Es el momento de encender los fogones y ponerte el mandil.
Su origen
Hemos indagado, y se tiene la constancia de que el cocinero francés Antonin Carême, conocido como el “rey de los chefs y el chef de los reyes”, fue quien las introdujo en las cocinas nobles entre mediados del siglo XVIII y principios del XIX tras haberlas servido en uno de sus banquetes bajo el nombre de croquettes à la royale. Una de las curiosidades es su origen etimológico, ya que proviene de la palabra francesa croquer, que significa crujir y de su diminutivo, “croquette”. Así que está claro que la clave es el saber hacer que crujan.
