El Gobierno se despreocupa (y no hará nada) de la subida de la gasolina y del diésel

El PSOE y Unidas Podemos están bastante preocupados (aunque no hagan mucho para evitarlo) por la subida de la luz; pero nada por la escalada del precio de la gasolina y del diésel. Hace un puñado de años, que el litro de la 95 sin plomo fuera sinónimo de 1,50 euros el litro era cosa de Reino Unido y otros países donde el poder adquisitivo era mayor. Ahora, mientras que los sueldos no han cambiado nada en España (en todo caso, a la baja), el precio de la gasolina y del diésel está disparado ante la inacción del Gobierno. La realidad es que ni al PSOE ni a Unidas Podemos les preocupa lo más mínimo que el litro del combustible esté disparado porque «ayuda» a la electrificación del país. Si a esto le añadimos que cuanto más alto esté el combustible, más dinero recauda el Estado, miel sobre hojuelas. Esto sin tener en cuenta el impuesto sobre el diésel que espera aplicar el Ejecutivo en no más de dos años vista.

El precio del combustible en agosto de este año se ha disparado. El precio de la gasolina ha vuelto a subir la segunda semana de agosto un 0,2 %, situándose en niveles que desde 2013 no se registraban en un mes de agosto, mientras que el gasóleo, que sube tan solo un 0,1 % respecto a la semana anterior, afronta su agosto más caro desde 2014. La realidad es que llenar el depósito es más caro que nunca y los precios son propios de países del norte de Europa, donde el poder adquisitivo es mucho mayor. Pero al Gobierno no le preocupa absolutamente nada que el combustible esté tan disparado. Si alguien tiene quejas, Pedro Sánchez le enseña el concesionario más cercano para que se compre un eléctrico (a pesar de que la luz también está más cara que nunca, literalmente).

Según los datos difundidos este jueves por el Boletín Petrolero de la Unión Europea (UE), la gasolina se vende a una media de 1,419 euros el litro, mientras que el gasóleo lo hace a 1,270 euros, pero la realidad es que no es raro acudir a la Repsol más cercana y encontrarse con que el litro de 95 está a 1,50 euro y el de 98 a más de 1,60. Pero al Gobierno le parece incluso bien que el precio del combustible esté tan alto. Total, así los españoles se forzarán a abandonar los motores de combustión para comprarse un eléctrico y así contaminar menor.

Teniendo en cuanta que una de las medidas de efecto más impopulares del presidente del Gobierno aún no se ha llevado a cabo, que ahora suba el precio del combustible no es del todo una mala noticia. Sánchez quiere aplicar una tasa al diésel que iguale los impuestos de este combustible con el de la gasolina. Actualmente, del precio del gasoil, el 46% son impuestos que se llevan las arcas públicas, mientras que del precio de la gasolina, el 54% son tasas. La idea que impondrá el PSOE es que el porcentaje de impuestos del diésel será el mismo que el de la gasolina, algo que hará que el precio del litro del gasoil se dispare a 1,50 euros, tal y como está ahora la 95. Esto se aplicará antes de que acabe la legislatura, según detallan fuentes del PSOE. Concretamente, en otoño de 2022, aunque la fecha de momento sigue siendo orientativa.

Llenar el depósito de combustible es mucho más caro que nunca mientras que los sueldos siguen igual. La factura de la luz amenaza con subir considerablemente y la vida en general es mucho más cara y el Gobierno no sabe muy bien cómo reaccionar. El PSOE tiene varios frentes abiertos y el del precio del combustible no es uno de ellos. La idea de electrificar el parque móvil español es una obsesión para los socialistas que creen que esto será parte de su legado para los españoles. El problema es que los coches eléctricos están muy caros y el Gobierno no sabe cómo empujar a los ciudadanos a que se compren un coche para el que no hay ni siquiera una infraestructura decente que sostenga su movilidad.

los socialistas te darán ayudas para la compra de un vehículo eléctrico

No hay ni puntos de recarga suficientes ni el bolsillo de los mileuristas está preparado para asumir el coste de 35.000 euros de media de un coche eléctrico con autonomía suficiente como para hacer frente a los de gasolina. El plan del PSOE es doble. Al igual que algunos padres optan por ofrecerles a sus hijos un premio si aprueban todas y un castigo si suspenden, los socialistas te darán ayudas para la compra de un vehículo eléctrico (Plan MOVES III) a la par que te penalizarán el precio del combustible que uses (especialmente si es el diésel tan estigmatizado estos últimos años).

A nivel global, la gasolina ha marcado su precio más alto desde la semana del 31 de julio de 2014, y el gasóleo desde la semana del 5 de noviembre de 2018. En pleno periodo vacacional, marcado normalmente por un aumento en la movilidad y más este año que aún hay resaca de la pandemia (que no nos ha abandonado) y del confinamiento, el precio de la gasolina es ya más de un 3% más alto que la semana del 21 de junio, cuando empezó oficialmente el verano, y el precio del gasóleo ha crecido un 2,6%.

La cosa es que ni Podemos ni el PSOE piensan hacer nada para controlar su escalada. Ellos son más partidarios del transporte público, de imponer peajes en todas las autopistas y autovías españolas y en definitiva de tomar todas las medidas necesarias para que el ciudadano medio se sienta seducido de no coger su coche particular porque contamina. En la misma línea de los comentarios del excandidato de Podemos a la Comunidad de Madrid Ramón Espinar y el intentar convencer a los españoles que no usen el aire acondicionado, el PSOE y Podemos entienden que es necesario cambiar de costumbres y no coger tanto el coche. Sea como sea, que suba el precio del combustible no es una mala noticia para ningún dirigente del Gobierno. De hecho, sobre el papel, ganan hasta más dinero. ¿Qué hay de malo?