Ferraz avala cambios en Cataluña, Galicia, La Rioja y Euskadi tras descartar batalla en Castilla-La Mancha

La derrota de Susana Díaz en las primarias del PSOE en Andalucía allanaron el camino al ‘sanchismo’, que se ha hecho fuerte en el sur de la mano de Juan Espadas y está avalando otra serie de cambios en varias federaciones socialistas.

Uno de ellos llegará en Cataluña sin demasiada polémica porque Miquel Iceta se ha echado a un lado para facilitar el acceso al liderazgo del PSC a Salvador Illa. El ministro de Cultura y Deportes dice que «Illa debe ser el primer secretario del partido, ese es el mandato de los votantes. Illa ya es el líder del PSC y lo debe ser a todos los efectos. Hay que oficializarlo y cuanto antes, mejor».

También habrá cambios en Galicia tras la caída en desgracia del ‘sanchista’ Gonzalo Caballero, que logró unos muy decepcionantes resultados en las últimas elecciones autonómicas frente a Alberto Núñez-Feijóo. Desde Ferraz diseñan una candidatura para derrotarle, si es que se presenta, en las próximas primarias.

No las habrá en La Rioja porque el secretario de Organización Santos Cerdán ha logrado romper la molesta bicefalia después de que el actual secretario general del PSOE autonómico, Francisco Ocón, haya renunciado a presentarse a las primarias contra la presidenta de la comunidad, Concha Andreu, que echó a su exaliado del Gobierno.

Ferraz también ha maniobrado en Euskadi para facilitar que no hubiese demasiada batalla en las primarias que celebrará el PSE a finales de noviembre. Esta cita será ganada con casi total seguridad por Eneko Andueza, portavoz parlamentario de los socialistas vascos y líder en Gipuzkoa.

Andueza no tendrá que enfrentarse a Idoia Mendia. La vicelehendakari asegura que la decisión la tomó ella: «Siempre he tenido la confianza de Sánchez. Cuando le comuniqué en julio del año pasado que no continuaría al frente del PSE se sorprendió porque no se lo esperaba».

SIN BATALLA CONTRA PAGE

Ferraz se pondrá de perfil en la problemática Federación Socialista Madrileña, donde varios contendientes se verán las caras sin apoyos desde La Moncloa. Y lo propio hará en Castilla-La Mancha ya que simplemente pretenden desactivar las críticas del presidente autonómico Emiliano García-Page con la promoción de su amiga Isabel Rodríguez, que ha cambiado la alcaldía de Tomelloso por la portavocía del Gobierno y el ministerio de Política Territorial tan tensionado desde Cataluña.

Y eso que Page molestó a Madrid por sus palabras contra Alberto Garzón simplemente porque el ministro deslizó que se debía promover un menor consumo de carne. La propia Junta de Castilla-La Mancha recomienda lo propio.

Pero este hecho no fue óbice para que el barón manchego criticase al ministro de Unidas Podemos: «No tiene nada que hacer y lo único que tiene que hacer es amenazar con miles de puestos de trabajo dedicados en esta provincia al sector cárnico, mañana irán con el vino, pasado con el queso. No sé qué futuro tienen como dietistas. Pero si no tienen nada que hacer, que no se inventen la política porque crean problemas».

Al menos Page ha atenuado su tono frente al independentismo catalán tras la concesión de indultos por parte del Gobierno de España a los líderes del procés. El socialista dice que «los problemas con los independentistas son los mismos, pero si van acompañados de menos ruido, mejor. Se necesita bajar la presión para tener un clima sereno como para hablar; no se puede hablar bajo chantaje o amenaza de ningún tipo».

El barón de la escuela de José Bono aseguró hace unos días que en Ferraz quieren que siga al frente de la federación de Castilla-La Mancha: «Tengo la tranquilidad de saber que mi partido quiere que sea el candidato, y yo tomaré la decisión pensando en lo que le conviene a mi región».

Page no parece temer demasiado a algunos sondeos que deslizan que podría tener batalla frente al barón popular Francisco Núñez, íntimo de Pablo Casado. El barón del PP afirma que quiere implantar «el modelo Ayuso» en La Mancha. Pero en esta tierra sigue arrasando «el modelo Bono».