Los populares críticos con Ayuso buscan refugio ante la inminente llegada de la presidenta al PP de Madrid

Era un secreto a voces que la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, ya ha desvelado. Lo sabía hasta el portero de la Asamblea, pero la dirigente popular de moda ha decidido hacer oficial su candidatura a presidir el Partido Popular de Madrid. El problema es que este anuncio ha desatado el pánico en todos los recovecos de la formación en la capital, al menos en aquellos refugios donde se han atrincherado los populares que no han sido «amables» con el equipo de la presidenta autonómica durante sus horas bajas. Ayuso hará criba. Este es el otro secreto a voces que hace temblar a más de uno. Relegará y echará a todo aquel que no se mantuvo fiel a sus pretensiones. Y esto tiene mucho que ver con los movimientos que se han visto estos días en el Ayuntamiento de Madrid. El miedo mueve montañas y relega asesores.

Cuando Ayuso dejó entrever al principio de la legislatura en Génova que tenía intención de presidir el PP de Madrid muchos le dieron la espalda. A ella y a todo ese equipo que ahora gobierna en la Comunidad de Madrid amparado por éxito electoral más que notable. Desde el presidente del Partido Popular, Pablo Casado, hasta el propio alcalde de Madrid, José Luis Martínez Almeida, se negaron a nivel interno a que la que entonces era una presidenta autonómica con menos tirón se hiciera con el control del feudo del partido en Madrid. Algunos apoyaban a la senadora Ana Camíns como pieza clave y otros dejaron entrever su ambición por conseguir el cargo. Pero finalmente el tiempo y la pandemia puso en relieve que Ayuso sería la salvación del PP y no su tumba.

Ahora llega la venganza. En Génova lo saben. Cualquier voz en el partido reconoce que hay tensión en el PP de Madrid, especialmente en el Ayuntamiento de la capital, porque saben que la presidenta autonómica meterá mano allá por donde considere en forma de ceses y despidos. Los asesores que ahora se nutren de un salario público superior a los 50.000 euros brutos al año que entonces jugaron sucio serán los primeros en caer. Pero es que las delegaciones del PP en los municipios y en algunos barrios también cambiarán de caras con la llegada de la presidenta de la Comunidad porque quiere hacerse con el control total del partido en Madrid.

nadie apoyó de plano la candidatura de Ayuso hasta ahora

El miedo se respira especialmente en el Consistorio porque aquí muchos asesores y concejales optaron por animar la candidatura de Almeida, primero, y la de Ana Camíns después. Lo que quedó claro a principios de 2020 es que Ayuso no tenía amigos en el Consistorio dado que nadie salió a dar la cara por la presidenta autonómica desde el momento que su equipo dejó claro a nivel interno que Ayuso quería ser la próxima presidenta del PP. Se propusieron fórmulas intermedias, se mareó la perdiz todo lo que se pudo pero nadie apoyó de plano la candidatura de Ayuso hasta ahora.

Una vez Ayuso arrasó en las elecciones ed la Comunidad de Madrid, todo cambió. Génova en voz del secretario general del PP, Teodoro García Egea, dejó claro que retiraba su apoyo a Camíns en beneficio de quien amenazaba (y amenaza) con convertirse en la próxima candidata popular a las elecciones generales. Egea dejó claro que la dirección del partido apoyaba a Ayuso como próxima presidenta del PP de Madrid en un pacto no escrito para conseguir que las aspiraciones y el tirón de Ayuso no amenazara la candidatura de Casado. Y en ese contexto, el Ayuntamiento de Madrid sucumbió a la presión social y acabó por apoyar la candidatura de Ayuso. Pero aún así, Almeida ha evitado valorar la candidatura de la presidenta de la Comunidad de Madrid porque sabe lo que se le viene encima.

LOS MOVIMIENTOS DEL AYUNTAMIENTO

El Consistorio está haciendo cambios. Hay quien se sorprende porque, tal y como aseguran las fuentes, el alcalde de Madrid busque nuevas caras para mejorar su imagen y haya apartado de su núcleo duro a asesores tan importantes como Ángel Carromero. Lo que relatan las fuentes de Génova es que estos movimientos internos que se han dejado notar en el Ayuntamiento de Madrid tienen mucho que ver con los pasos que da Ayuso en dirección a la presidencia del PP de Madrid. Los cambios que hará la presidenta afectarán a la estructura del Consistorio de una forma o de otra y el alcalde está al tanto, por lo que prefiere reforzarse ante lo que va a venir mientras que evita en primera instancia valorar en público la candidatura de Ayuso.

La obsesión del alcalde es mantenerse en un punto de no agresión evitando tener en su equipo a gente que no mantenga una buena relación con Sol. Asesores que son conocidos en la Comunidad de Madrid han sido apartados para evitar confrontaciones. Aún así, lo que detallan las fuentes es que Almeida ya busca la fórmula para reforzar su posición. Él se ve a sí mismo como un peso importante en el PP con mucha proyección política pero ahora está en horas bajas. Como en Juego de Tronos, el alcalde busca apoyos internos de relevancia para resistir la arremetida de Ayuso, porque lo que parece tener claro, según las fuentes, es que no apoyará en abierto a la presidenta de la Comunidad de Madrid.