La Policía Local de A Pobra do Caramiñal (A Coruña) y la Guardia Civil detuvieron el viernes a un joven de unos 20 años de edad, vecino del municipio, por agredir y amenazar a su padre y a dos agentes que intervinieron. El presunto agresor pasó a disposición judicial el sábado y permanece en libertad con cargos y con una orden de alejamiento de 200 metros sobre su progenitor.
Según relatan fuentes del operativo, ocurrió poco antes de las 16,00 horas de la tarde. Dos agentes de la Policía Local realizaban labores de patrulla cuando un hombre en estado «nervioso» dio el alto al coche oficial para pedir socorro porque «su hijo acababa de llegar enajenado a casa, estaba rompiendo enseres y quería agredirlo físicamente».
Los dos policías se personaron en el domicilio y constataron que el chico «estaba muy agresivo», por lo que decidieron pedir el apoyo de la Guardia Civil. Al llegar la Benemérita, según relatan las mismas fuentes, los agentes intentaron mediar con las partes, momento en que el joven «golpeó fuertemente» a un guardia civil. A raíz de este episodio, también un policía sufrió lesiones de «carácter leve».
De este modo, fue reducido y esposado para luego ser conducido al cuartel de la Guardia Civil. Además, los actuantes le intervinieron un arma corta de aire comprimido por precaución, pero posteriormente comprobaron que carecía de la licencia necesaria para manejarla.
El joven pasó la noche en los calabozos del Instituto Armado hasta pasar a disposición judicial a lo largo de la jornada del sábado. Ha quedado en libertad con cargos de supuestos delitos de violencia en el ámbito doméstico, atentado contra agentes de la autoridad y de resistencia grave. El juez también le prohíbe acercarse a su padre a menos de 200 metros, una medida que, si incumple, le llevaría a entrar en prisión provisional.
También será denunciado ante la Subdelegación del Gobierno conforme a la Ley de Seguridad Ciudadana por «insultos y amenazas» a las fuerzas del orden y por carecer de permiso para portar el arma incautada.
