Génova busca neutralizar el ascenso de Ayuso prometiendo ministerios

Desde Génova hay quien está aterrado por el ascenso político de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso. Hay algunos populares que se muestran confiados porque consideran que la estrategia de la baronesa no llegará a nada porque está siguiendo los mismos pasos de la expresidenta autonómica Esperanza Aguirre. Ambas han querido alcanzar la candidatura a la presidencia del Gobierno, pero en el caso de la segunda, la falta de discreción acabó con sus aspiraciones. Sin embargo, con Ayuso es diferente. La presidenta de Madrid es discreta y esto hace temblar a más de uno en Génova. Por eso, el equipo de Pablo Casado ha puesto a funcionar toda la maquinaria del partido para ver la forma de neutralizar el imparable ascenso de Ayuso, pues pese a que los hay confiados, también hay muchos (entre ellos, el propio Casado) temerosos que ven cómo la presidenta autonómica asciende sin frenos mientras que la popularidad de la actual directiva solo se sostiene gracias a la propia Ayuso.

Su entorno ha convencido a Ayuso de que ella es la única capaz de llevar de nuevo al Partido Popular a lo más alto

La sensación que hay en Génova es que por muchos «premios» que se le estén dando a la presidenta de la Comunidad de Madrid, nada parece frenar los comentarios de sus asesores y las pretensiones de la popular. Ahora mismo, desde el PP dan por hecho que la presidenta está en una nube de elogios y de promesas. Su entorno ha convencido a Ayuso de que ella es la única capaz de llevar de nuevo al Partido Popular a lo más alto y la dirigente parece determinada a hacerlo. Mientras tanto, Casado y su secretario general, Teodoro García Egea, ven desde el burladero cómo ellos solo siguen jugando el partido gracias a los resultados obtenidos por la presidenta de la Comunidad de Madrid en mayo de este año. Pero Teodoro no ha dejado nada al azar y sigue trabajando en la fórmula para evitar que Ayuso ascienda más de lo necesario.

La primera medida que quiere tomar el secretario general del PP es la de buscar aliados. En este sentido, Juan Manuel Moreno Bonilla, presidente de Andalucía, el alcalde de Madrid, José Luis Martínez Almeida o incluso el presidente de Galicia, Alberto Núñez Feijoo, son los nuevos objetivos de Teodoro para conseguir neutralizar el ascenso de Ayuso. No es que estos políticos no tengan sus pretensiones futuras (en ocasiones, contrarias a los intereses de Casado), pero en este punto Teodoro ha aplicado ese refrán que reza que el «enemigo de mi enemigo es mi amigo». Si algo tiene Ayuso es que cuenta con el voto y el apoyo del populacho (al menos en la Comunidad de Madrid está demostrado), pero no goza de tantas simpatías entre los barones del PP y la propia directiva de Génova.

Con esta primera medida, Teodoro espera contar con el apoyo de estos barones con viejas promesas. La idea es utilizar las encuestas electorales para deslizar a estos importantes pesos del PP que habrá un cargo para ellos más que relevante en el Gobierno. Algunos piensan en ministerios (como es el caso del alcalde de la capital), otros en vicepresidencias y los menos ambiciosos en chollos públicos como la presidencia de Paradores o cargos por el estilo. Sea como sea, lo cierto es que Teodoro ya ha puesto esta maquinaria propagandística a funcionar a toda velocidad y ya ha conseguido que algunos, como es el caso del alcalde de Madrid, caigan en sus redes. En el caso de Almeida, el enfrentamiento que mantiene oculto con la presidenta de la Comunidad de Madrid, es notable. Con todo esto, Teodoro espera «aislar» a Ayuso para que a la hora de buscar la candidatura del PP a las generales no haya quien respalde a la presidenta autonómica. Pero claro, todos pueden jugar a este juego de prometer cargos.

El segundo paso que quiere dar Teodoro es el de conceder a Ayuso «premios» para que se entretenga hasta que se celebren las elecciones generales de noviembre de 2023, previsiblemente. El cambio de criterio que protagonizó el núcleo duro de Casado respecto a la presidencia del PP de Madrid es prueba de ello. Ayuso ya ha hecho oficial su candidatura y desde Génova la apoyarán con uñas y dientes. Todo para que la presidenta autonómica se entretenga cortando cabezas en la Comunidad de Madrid mientras que se acerca el momento de las elecciones. Esas en las que Casado espera poder gobernar con el apoyo de Vox, aunque sea gracias al impulso que ha dado la presidenta autonómica al PP a nivel nacional con su victoria en el territorio de la capital.

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Feijóo se la juega el próximo 5 de abril. Foto: Flickr.

Con esta estrategia doble que Teodoro ya puso en marcha hace meses, Casado espera conseguir apaciguar los ánimos de esos asesores de la presidenta de la Comunidad de Madrid que le «comen la oreja», tal y como describen fuentes del PP, para que se vea con posibilidades de llegar a la candidatura del PP a las elecciones generales. Aún así, desde Génova dan por hecho que como Casado no llegue a la presidencia del Gobierno tras estas elecciones, tendrá que dejar el cargo. Entre otras cosas porque los que tienen aspiraciones más elevadas comenzarán a afilar las navajas políticas para llegar al puesto más goloso de cualquier partido con opciones de gobernar.

Casado está bunkerizado en Génova para mantener el resultado de las encuestas al más puro estilo del Cholo Simeone. Ese resultado lo ha obtenido gracias a la presidenta autonómica que tanto temen y saben que es su última oportunidad. Pero también saben que, si consiguen ganar las elecciones y pactar con Vox (siempre que den las cuentas de los diputados), todas la amenazas volverán a rezagarse porque ahora quien dispone del poder (de la concesión de cargos públicos) será Casado y no otro. En resumen, esperar, esperar y esperar hasta que se celebren las generales. Esa es la única obsesión del presidente del PP y de todo su equipo.