domingo, 15 diciembre 2024

Punch plantea fabricar 75.678 coches de hidrógeno en 2030 en las plantas de Nissan en Barcelona

El grupo Belga Punch tiene previsto fabricar 75.678 vehículos de combustión interna de hidrógeno en 2030 en las tres plantas de Nissan en Barcelona si su propuesta de reindustrialización es la escogida de entre las presentadas, tras el próximo cierre de Nissan.

Así lo ha explicado el grupo en una rueda de prensa celebrada este martes, en la que han participado el ceo del grupo Punch, Guido Dumarey; el responsable del proyecto Punch Barcelona, Andy Palmer; el responsable de motores del grupo, Gianmarco Boretto; el director comercial y de márketing, Oliver Nass; el cto del grupo, Pierpaolo Antonioli; y el responsable de desarrollo, Marc Maes.

Según sus previsiones, la compañía podría fabricar 46.144 vehículos en 2025, teniendo en cuenta que los prototipos de vehículos estarían listos a mediados de 2023 y se podrían empezar a producir a mediados del 2024.

Su propuesta también pasa por la creación de una planta de pintura en un nuevo edificio, a la que destinarán una inversión de 80 millones de euros: «No se crea una nueva planta de pintura si no tienes la intención de quedarte», ha defendido Palmer.

El grupo tiene previsto invertir en las tres plantas de Nissan en Barcelona –situadas en Zona Franca, Sant Andreu de la Barca y Montcada i Reixac– 650 millones de euros hasta 2027, que se convertirían en 1.000 en 2030, para la producción de vehículos de hidrógeno reutilizando los modelos de Nissan, y aprovechando la misma plantilla.

En este sentido, ha puesto en valor que su propuesta generaría 2.000 empleos directos hasta 2025 –sin contar a los proveedores, a los que Punch también ha manifestado su voluntad de mantener–, lo que implica que habrá «más personas empleadas» de las que hay actualmente.

Palmer ha explicado que los vehículos que se fabricarían en las tres plantas de Nissan –que se reutilizarían tanto a nivel físico, como tecnológico y de capital humano– serían «muy similares» a los que producía Nissan –por lo que la compañía contaría con la plantilla actual de Nissan–, y hasta tendrían un precio parecido –en sus palabras– a los que tienen motor Diésel.

Ha defendido la tecnología del hidrógeno porque, según él, contribuye directamente a la descarbonización del sector del automóvil: «Los vehículos eléctricos no son la única solución. Los más pesados necesitan otra», ha concluido.

REUTILIZAR LOS MODELOS DE NISSAN

Por su parte, Nass ha sostenido que la empresa cree en las posibilidades del hidrógeno también adaptadas a barcos, trenes, aviones y vehículos pesados como camiones.

También se ha reforzado en la estrategia de reutilizar los modelos de pick-ups y la furgoneta eNV200 de Nissan y, aunque no ha aclarado si hay acuerdo con ella en cuanto a la propiedad intelectual de sus modelos, ha dicho que la empresa está «siendo colaborativa».

Además, ha argumentado que la propuesta es «la única» que reutiliza las empresas existentes y los empleos, y ha invitado a las competidoras a que vengan también a Barcelona, recalcando que van a utilizar otras fábricas para sus proyectos.

De hecho, se prevé que comité de reindustrialización de las plantas de Nissan tome una decisión a finales de septiembre y, en caso de que la propuesta de Punch fuera la aceptada, el grupo ha asegurado que los prototipos de vehículos estarían listos a mediados de 2023 y se podrían empezar a producir a mediados del 2024.

«EMPEZAR EN BARCELONA E IR MÁS ALLÁ»

Antonioli ha hecho hincapié en la necesidad de cumplir el pacto verde europeo y alcanzar los objetivos marcados hasta 2050, para lo que considera que hay que combinar soluciones: «Hay que repensar los productos, adaptarlos a una nueva era que se puede alcanzar con el uso de motores de hidrógeno. La idea es empezar en Barcelona e ir más allá porque somos una empresa global», ha dicho.

Por eso pretende «reutilizar vehículos con motores existentes», que sean capaces de repostarse en un tiempo comparable al que lo hacen los Diesel, que presenten una buena autonomía y que, además, sean compatibles con el uso de las baterías.

Ha afirmado que el grupo piensa también en la micromovilidad –haciendo referencia a personas que se desplazan por la ciudad, por ejemplo– para las cuales pretenden fabricar un patinete –llamado Lyns– que también funciona a partir del hidrógeno e Inteligencia Artificial (IA).

Por último, ha considerado que el modelo ‘Navara’ de Nissan es «un buen comienzo» y ha hecho hincapié en que reutilizarían muchas de sus piezas, sustituyendo el depósito de Diésel por uno de hidrógeno, por lo que habría un equilirio entre lo que se pone y lo que se quita, ha dicho textualmente.

COSTE «COMPARABLE» AL MOTOR DIESEL

Boretto ha asegurado que «los motores pueden tener un coste comparable a uno Diesel», y ha concretado que la ventaja del hidrógeno es que, al quemarse produce agua, algo que ha calificado de gran paso para alcanzar las 0 emisiones.

«Los vehículos con motor de combustión interna con hidrógeno pueden operar con hidrógeno de baja calidad», ha añadido y, en comparación con los eléctricos, ha indicado que tardan menos en repostar y que son igualmente seguros.