Los incendios forestales del hemisferio norte siguen un patrón de clima cálido y seco y este verano han causado niveles récord de emisiones de CO2 a la atmósfera.
Según el Servicio de Monitoreo de la Atmósfera de Copernicus (CAMS), a nivel mundial, los bosques en llamas emitieron más de 2.500 millones de toneladas de CO2, equivalente a las emisiones anuales de India de todas las fuentes, solo en julio y agosto. Más de la mitad de las emisiones de CO2 de los incendios forestales en julio provinieron de América del Norte y Siberia.
Las áreas más afectadas siguen siendo Siberia, en particular la República de Sakha (en el Lejano Oriente ruso), y América del Norte, especialmente partes de Canadá y la costa oeste de los Estados Unidos. Los incendios también han asolado grandes extensiones en la cuenca mediterránea.
De acuerdo con el estudio de Copernicus, las altas temperaturas que coinciden con condiciones secas contribuyen en gran medida al riesgo de incendios forestales. Las condiciones secas incluyen una falta de lluvia y un suelo más seco que el promedio.
Los fuegos se extendieron incluso dentro del Círculo Polar Ártico, liberando alrededor de 66 millones de toneladas de CO2 de junio a agosto, con casi mil millones de toneladas de Rusia en su conjunto durante el mismo período.
«He estado monitoreando la actividad de los incendios forestales boreales durante muchos años, pero nunca había visto un fuego de alta intensidad tan persistente en ambos lados del hemisferio norte simultáneamente», explicó en un comunicado el científico senior de CAMS Mark Parrington.