Pablo Iglesias está de vuelta, después de abandonar la política dando un sonoro portazo. Lo hace con su antiguo partido, Unidas Podemos, y de forma más o menos discreta. Solamente han pasado cuatro meses desde que se retirase, tras su fracaso en Madrid, y se cortase su característica coleta como gesto simbólico de despedida. Ahora prepara su regreso, pero esta vez desde la fundación del partido morado. Nunca estuvo totalmente apartado durante estos meses, ya que se mantuvo activo en diversas tertulias radiofónicas, participando en programas como Hoy por Hoy, Rac1 o Món. Sin embargo, un rato de charla ante los micrófonos se le quedaba corto al que fue, durante la crisis del coronavirus, vicepresidente del Gobierno.
Antes del verano, se dedicó, junto a Monedero, a reactivar algunos contactos en América Latina para obtener apoyos financieros y estratégicos para un próximo proyecto mediático. Un tiempo después el exvicepresidente anunciaba su estreno como tertuliano, regresando en cierta forma a sus inicios, cuando presentaba el espacio televisivo de debate político La Tuerka. Hace unos días la Ejecutiva de Podemos hacía oficial el anuncio de que Iglesias era nombrado el nuevo presidente de la fundación del partido, conocida como Instituto 25-M para la democracia.
LA FUNDACIÓN INSTITUTO 25-M BAJO SOSPECHA
¿Cuáles son los principales objetivos de esta fundación? El cometido de Pablo Iglesias al frente de la fundación Instituto 25-M será promover al partido en America Latina y en Europa. Para ello, se especializará como consultor, y será uno de los principales promotores del think tank del ideario y la filosofía de la formación. Su regreso al partido será celebrada por simpatizantes de Unidas Podemos, como la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau. Pero también está generando fuertes críticas entre quienes consideran que tras su marcha, está desvinculado del día a día del partido. Además, esta vuelta supone desplazar de su cargo a otras representantes como Idoia Villanueva, cercana a Ione Belarra, ministra de Derechos Sociales y Agenda 2030.
Por otra parte la fundación de Podemos, ha sido situada en el punto de mira y revisada con lupa por varios elaborados del partido morado. Se han denunciado diversas irregularidades en la denominada ‘caja b’ del grupo, la caja destinada a la solidaridad. Estos abogados mencionaron pagos de hasta 500.000 euros para supuestos cursos formativos de los que no había constancia, o que solo consistían en unas pocas horas lectivas.
