Depresión en otoño: así altera nuestro ánimo la nueva estación

La llegada del otoño, con sus cielos nublados, una temporada de lluvia por delante, la bajada de las temperaturas y el cambio a la hora de invierno, está asociada para muchas personas con un periodo de melancolía y tristeza. Son emociones normales, ya que despedirse del verano puede ser duro, pero para algunos, estos sentimientos negativos se vuelven más profundos y duraderos, y pueden caer en una apatía más difícil de llevar. Este fenómeno ha sido bautizado por los expertos en psiquiatría como depresión estacional, y es un trastorno afectivo transitorio, asociado con el cambio de estación.

LA LUZ Y LA DEPRESIÓN DE OTOÑO ESTÁN RELACIONADOS

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Hay quien piensa que es sugestión, o que está relacionado con el final de una época que asociamos con las vacaciones, los viajes, el ocio, y el placer en general. Sin embargo esta depresión propia del otoño tiene una explicación científica que va más allá del fastidio de tener que sacar el abrigo y el paraguas. La respuesta está en la luz, que incide directamente sobre el estado de ánimo. En los países nórdicos donde los inviernos son casi por completo oscuros, las depresiones clínicas son muy habituales, y algunas personas recurren a tratamientos con luz para disminuir los efectos que su ausencia provoca en el organismo.