Abascal abre una «caza de brujas» al no entender que los medios ignoren a Vox

Vox ha celebrado el pasado fin de semana uno de los actos más importantes del año, por no decir el que más. Se trata de una concentración bajo el nombre ‘Viva 21’ en la que la formación liderada por Santiago Abascal presentaba los objetivos de su Agenda. Hasta el recinto ferial donde se celebrara el acto se trasladaron cientos de simpatizantes, así como cargos del partido y un puñado de líderes internacionales. Sin embargo, este poder de convocatoria de personas afines al partido no ocurre con los medios de comunicación que en su mayoría se resisten a cubrir los eventos de Vox. Por algo será.

Fuentes cercanas a Santiago Abascal confirman que el presidente de Vox se mostró molesto con la prensa que rechazó cubrir el gran evento de su formación política. Y no dudo en hacerlo público durante su discurso en el que acusó a los medios de comunicación de silenciarles y favorecer en minutos televisivos los encuentros multitudinarios de otras formaciones políticas tales como la convención nacional del Partido Popular celebrada en Valencia el fin de semana del 8 de octubre.

acusó a los medios de comunicación de silenciarles

Cabe destacar que aunque el líder del partido se queje de la poca presencia mediática en los actos de Vox, es el propio partido el que veta a periodistas non gratos. En concreto durante los actos de ‘Viva 21’ no se dejó entrar a profesionales de la información durante la jornada del sábado. La excusa del gabinete de prensa de la formación de derechas fue «que había niños» y que por tanto no se daría ninguna acreditación. Sin embargo, el domingo si que convocaron a los medios para cubrir el discurso de Santiago Abascal en el que cargó contra los medios de comunicación. Además, en la convocatoria se especificaba que «no habría catering» para los redactores y operadores de cámara que estuvieran cubriendo el encuentro ya que la intervención de Abascal «sería corta», si bien duró dos horas.

En su discurso, Abascal defendió la Agenda España elaborada por Vox para mitigar los efectos de las otras Agendas promovidas por otras formaciones. En concreto, el líder de Vox criticó la Agenda 2030, elaborada por el Gobierno de España, que a su juicio «trata de promover la religión climática, prohibir nuestra cultura, arrancar nuestras raíces, silenciar la inseguridad y el caos«. «Se trata de adoctrinar a los niños, de corromperlos, de abortar, de no poder dar la opinión en las redes mientras que los talibanes, el tirano chino, u Otegi sí pueden hacerlo; hablar en nombre de las mujeres y homosexuales, pero no decir nada de los que quieren convertirles en ciudadanos de segunda que los condenarían o lapidarían, de culpabilizaros del clima…”, zanjó el presidente de Vox.

LAS FORMAS LO SON TODO

Pero el malestar de Vox por la poca presencia mediática viene de lejos. Son múltiples los ataques a los medios de comunicación que se han proferido desde la formación liderada por Santiago Abascal. Incluso, simpatizantes tuiteros de la formación se han referido a los medios como la ‘mafia mediática’. Pero los apodos no acaban en Twitter y es que los altos cargos del partido se refieren a ciertos medios de comunicación con sobrenombres para ridiculizarles tales como ‘La Secta’ o ‘Lo País’.

Asimismo, el presidente de Vox ha acusado a los medios de «perder credibilidad» y de «interesar cada vez menos a los españoles». Pero luego se muestra molesto porque les ignoren. Santiago Abascal ha repetido en varias ocasiones que no necesitan a los medios y que se bastan con sus redes sociales para difundir sus informaciones. Sin embargo, fuentes del partido confirman que sí se hacen actos con prensa, que la cúpula de Vox tiene relación con ciertos periodistas nada críticos con el partido y que lamentan internamente que no acudan ciertos medios a cubrir sus concentraciones.

El choque de Vox con la prensa es habitual y tiene un largo recorrido. Vox tiene poca cintura para encajar las publicaciones más criticas y en seguida tachan de bulo informaciones contrastadas que no son amables con ellos. De hecho, este conflicto con la prensa les ha servido para hacer campaña y han extendido el desprestigio hacia los mensajeros de los medios de comunicación desde sus altavoces. Una pena puesto que luego lamentan que no les den minutos en televisión.