Coca-Cola rompe su récord y se convierte por cuarto año consecutivo en la empresa que más contamina con plásticos

Cada año la organización ecologista Greenpeace publica un estudio donde señala a las compañías que más contaminan con plásticos en el mundo. Empresas como Pepsi, Unilever y Nestlé han vuelto a estar en el ‘top 5’ pero una vez más, por cuarto año consecutivo, Coca-Cola se convierte en la más contaminante.

La empresa norteamericana de refrescos de hecho ha dominado este ranking de Greenpeace con mano de hierro, ya que ha encabezado esta poco loable lista desde que en 2018 la organización medioambiental comenzara con el estudio. Dos datos significativos: produce aproximadamente un 10 por ciento de los envases plásticos asociados a marcas que se desperdician en el planeta y tres millones de toneladas, según los cálculos del estudio.

EL ESTUDIO DE GREENPEACE Y EL RESTO QUE ACOMPAÑA A COCA-COLA

El estudio de Greenpeace señala además una paradoja: Hablamos de Unilever, que ocupa el tercer lugar tras Coca-Cola y Pepsi. Y es que se da la curiosa circunstancia de que es una de las firmas que patrocinan la Cumbre del Cambio Climático que comienza esta semana en la ciudad escocesa de Glasgow. Superó este año a Nestlé para ocupar la ‘medalla de bronce’.

El resto, ampliando la lista al ‘top 10’, lo completan Procter & GambleMondelez InternacionalPhilip MorrisDanoneMars Colgate-Palmolive. En su estudio, Greenpeace ha contado con la ayuda de 11.000 voluntarios que han limpiado las playas en 45 países. En total han recogido 330.000 envases, algo menos que lo recogido el año pasado, y la mayoría de los envases tenían una marca visible para así saber de dónde provenían.

LOS PLÁSTICOS, UN CÁNCER PARA LA ECOLOGÍA Y OTRO CAUSANTE DEL CAMBIO CLIMÁTICO

A esa conclusión llega también Greenpeace, a partir del dato de que el 99% de los envases plásticos se fabrican a partir de combustibles fósiles de la industria petroquímica. Al final el plástico es un elemento más tratado y proveniente del petróleo.

Por eso los impulsores de este estudio insisten en reclamar a las marcas más contaminantes como Coca-Cola más transparencia a la hora de informar sobre la cantidad de plástico que producen anualmente y qué hacen o piensan hacer para reducirlo. Es cierto que siete de las diez marcas de ranking (Coca-cola, PepsiCo, Nestlé, Unilever, Mondelez International, Mars y Colgate-Palmolive) firmaron un compromiso contra el plástico, pero se quedan en meras palabras a tenor de los resultados: apenas redujeron un 0,1% la cantidad de plástico que producen.

plásticos coca-cola

LOS DATOS QUE NO PARECEN AFECTAR A COCA-COLA

No solo eso, sino que Coca-Cola ha llegado a asegurar que no dejarán de usar botellas de plástico no por falta de sensibilidad ecológica, sino por mera demanda de mercado. Y es que según ellos, sus clientes quieren estos envases de plástico, por lo que implícitamente están diciendo que no disminuirán su fabricación y uso.

Eso a pesar de que los datos son elocuentes: Cada año acaban en el mar unos ocho millones de desechos plásticos, con efectos nocivos o letales en unas 700 especies animales. Y si creemos que eso queda lejos, acaban entrando en el ser humano al introducirse en la cadena trófica, ingiriendo microplásticos incluso en el agua embotellada y por supuesto del grifo.

Según la tendencia actual, estudios científicos auguran que de seguir así los residuos plásticos que acaban en el mar se triplicarán antes de 2050.

COMPROMISOS QUE QUEDAN EN NADA

Si decimos que no hace mucho, en 2019, Coca-Cola anunció que diría adiós a los anillos de plástico en sus empaques para latas, se hace difícil creer que de nuevo lidere este ranking tan poco agraciado o que nada haya cambiado. ¿Es que no ha surtido efecto o ha sido otro ‘brindis al sol’? Aquí entra la comunicación corporativa y oficialmente la multinacional está concienciada y se muestra firme en reducir el uso de plástico en varios de sus productos.

«tenemos que hacer algo, y hay que hacerlo mejor y más rápido»

Pero al final solo se trataba de eliminar el uso de anillos de plástico de todas sus latas distribuidas en el mercado europeo, comenzando en enero de 2020. “Tenemos que hacer algo, y hay que hacerlo mejor y más rápido”, llegó a reconocer Tim Brett, presidente para la región de Coca-Cola, en un evento celebrado en Londres antes la prensa y organizaciones ecologistas. ¿!– /wp:paragraph –>

Con esta medida Coca-Cola preveía reducir 11.000 toneladas de plásticos al año, sólo en Europa Occidental. Sin embargo, dos años después, no parece haber surtido mucho efecto, y mucho menos ha ayudado al menos a que la multinacional no lidere el ranking.

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OBJETIVOS DE COCA-COLA A MEDIO PLAZO

Pero Coca-Cola, sean palabras o intenciones verdaderas, siguen anunciando futuras medias a medio y largo plazo. El objetivo más ambicioso que se marca Coca-Cola, a largo plazo, es que todos sus envases estén fabricados con, al menos, un 50% de material reciclado en 2030 y que se recoja o recicle una botella o una lata por cada una que venda en ese plazo, según la publicación Business Insider.

Y también, mientras sigue siendo la empresa que más contamina con plásticos, la marca fomentó en 2019 el avance hacia “Un Mundo sin Residuos” con su campaña “Mares Circulares”. Las potentes estrategias de comunicación proyectadas por la marca de bebidas se alimentan también de incesantes anuncios en redes sociales de acciones en favor del medio ambiente. Aparentemente nacen desde el compromiso altruista con el futuro del planeta, cuando si se aplicara el principio de “quien contamina paga”, Coca-Cola no haría más que compensar, mediante la financiación de campañas de limpieza y recogida de plásticos, la contaminación ocasionada por su negocio.

EL RECICLAJE NO ES LA SOLUCIÓN

Pero, aunque la intención fuera buena y se implementara, desgraciadamente el reciclaje no es la solución a la contaminación por plásticos, como recuerda el movimiento Break Free From Plastic fundado en septiembre de 2016. Y es que de la cantidad total de plástico producido desde la década de los 50, solo el 9% ha sido reciclado a nivel mundial, y el resto ha acabado quemado, en vertederos o abandonado, contaminando el medio ambiente.

Además, todavía se fabrica plástico de muy baja calidad para su reciclaje o imposible de reutilizar debido a su diseño y aditivos químicos, o difíciles de separar por capas. Incluso si todos los envases de plástico fueran recolectados para ser reciclados, en la mayoría de los casos sólo se podrían reconvertir en un producto de menor calidad y no se reciclarían una segunda vez.