El transfuguismo se ha instaurado en Melilla. Tres de los 25 diputados que componen la Asamblea de Melilla han sido expulsados del partido por el que concurrieron a las elecciones. El primero es el propio presidente del Gobierno, Eduardo de Castro que fue defenestrado por Ciudadanos; el segundo es Jesús Delgado Aboy, que fue expulsado de Vox; y el tercero es Mohamed Mohand, un diputado socialista al que su propio partido le ha obligado a cesar de sus cargos. A pesar de haber tenido problemas en su formación política, los tres diputados continúan en la Asamblea de Melilla representando a la ciudadanía y recibiendo un sueldo público pagado por los impuestos de los melillenses.
El máximo exponente del transfuguismo en Melilla y que ocupa un puesto más elevado es el propio presidente de Melilla. Eduardo de Castro fue expulsado de Ciudadanos tras la decisión de la comisión de régimen disciplinario de los naranjas que decretó la expulsión del presidente por incumplir las directrices del partido y por haber ocultado su condición de imputado en un procedimiento penal «de extraordinaria gravedad» que afecta a su condición de representante institucional al ejercicio de su cargo. Inés Arrimadas decidió expulsarle del partido pero de Castro decidió quedarse como no adscrito en la Asamblea de Melilla. Sin duda, fue una buena decisión ya que gracias al apoyo del PSOE y Coalición por Melilla (CPM) ha sido investido presidente de la Ciudad Autónoma.
El segundo de ellos es Jesús Delgado Aboy que fue expulsado de Vox debido a unos audios en los que criticaba a la cúpula del partido. Además, Delgado Aboy está siendo investigado por la Guardia Civil por un presunto delito de apropiación indebida cometido cuando era presidente del Colegio de Médicos de Melilla. Fuentes cercanas a Delgado apuntan a que el diputado viajaba con su mujer y hacía uso de la tarjeta del colegio para gastos que no han sido justificados. «Hay 80.000 euros del colegio que no se saben donde están. En la tarjeta del colegio figuran gastos en una sastrería de lujo, compras en el Corte Inglés y cuentas en los mejores restaurantes de Madrid», apuntan estas mismas fuentes. Este embrollo judicial, mezclado con la filtración de los audios, hizo que el partido liderado por Santiago Abascal decidiera despedirle. No obstante, Jesús Delgado decidió quedarse como no adscrito en la Asamblea de Melilla para poder así seguir cobrando dinero público por su condición de diputado y acogido por Coalición por Melilla (CPM), el partido islamista.
El tercero que está a punto de unirse a los tránsfugas melillenses es el exconsejero de Turismo, Emprendimiento y Activación Económica, Mohamed Mohand. Este diputado socialista tuvo que dimitir de su cargo tras unos escándalos empresariales en los que vinculaba a su madre con una subvenciones públicas que él mismo firmaba. La propia secretaria general del PSOE, Gloria Rojas dijo en rueda de prensa que Mohamed Mohand debía dimitir y pidió al presidente de Melilla (el máximo tránsfuga) que lo cesará de su consejería. No obstante, Mohamed Mohand se resiste a dejar su acta de diputado aunque el propio presidente se lo haya aconsejado.
UN GENEROSO SUELDO PÚBLICO POR EL QUE NO DIMITIR
Llama la atención que a pesar de haber sido defenestrados por sus formaciones, estos políticos se nieguen a abandonar la Asamblea de Melilla. Eduardo de Castro se quedó como independiente en la presidencia del Parlamento de la Ciudad Autónoma, Jesús Delgado es no adscrito y Mohamed Mohand aún mantiene su escaño. No hay escándalo que valga para que dejen su labor de representantes del pueblo.
No hay escándalo que valga para que dejen su labor de representantes del pueblo
Quizás, el fantástico sueldo sea una de las suculentas razones por las que estos tres políticos se resisten a dejar la Asamblea de Melilla. Eduardo de Castro, por su condición de presidente, se embolsa 7.000 euros mensuales, una cifra nada despreciable que triplica el sueldo medio de los españoles. Por su parte, Mohamed Mohand cobraba 4.000 euros al mes al tener responsabilidades en el Gobierno.
Pero el que se junta con varios ingresos a final de mes es Jesús Delgado Aboy, expresidente de Vox Melilla. Delgado compagina su actividad política con su trabajo como otorrino en un hospital de Melilla. Del parlamento melillense, a los que hay sumarle su nómina como médico, se embolsa alrededor de 2.000 euros mensuales en dietas por la asistencia a plenos, comisiones y consejos de administración. Cabe destacar que al no dejar su puesto en el hospital, su sueldo es incompatible con otro sueldo publico y cobra por dietas. Estas generosas retribuciones ayudan a que los tres diputados melillense no hayan querido abandonar el Parlamento de Melilla a pesar de hallarse inmersos en causas judiciales, escándalos de presunta corrupción y haber sido defenestrados por su propio partido político.