La Guardia Civil se harta de la «militancia» política de su directora general

Los agentes de la Guardia Civil rompen toda relación no sólo con el Gobierno y el ministro de Interior, Fernando Grande-Marlaska, sino también con su jefa directa, María Gámez. El Ejecutivo de Pedro Sánchez ha dado todo tipo de prebendas a otros cuerpos y fuerzas de Seguridad del Estado, facilitando incluso la jubilación de los Mossos d’Esquadra a los 60 años.

En Cataluña, la Guardia Civil ha sido vilipendiada no sólo por los independentistas, sino también por el actual Gobierno del PSOE. Durante las protestas por la sentencia del 1-O, en octubre de 2019, la residencia de la Guardia Civil en Barcelona fue objetivo de los violentos, como también lo fue el cuartel de la Travessera de Gràcia.

maria gamez guardia civil Moncloa

Las amenazas recibidas provocaron la ruptura de familias de los agentes de la benemérita, que enviaron a sus hijos a otras comunidades autónomas para evitar un mayor sufrimiento. Este sacrificio nunca ha sido compensado ni mencionado por la Generalitat ni por el Gobierno de España.

MARÍA GÁMEZ YA NO ES UNA INTERLOCUTORA VÁLIDA

Asimismo, el ministro de Interior y la directora general de la Guardia Civil han desatendido cualquier petición de estos agentes, mientras ven como otros cuerpos de seguridad del Estado, como los Mossos, han recibido algunas reivindicaciones. Los guardias civiles, a diferencia del resto de cuerpos y fuerzas de Seguridad del Estado dependientes del Ministerio de Interior no tienen derecho a tener un sindicato, ni tampoco pueden manifestarse, como sí hicieron los agentes de la Policía Nacional y policías locales el último fin de semana de noviembre. Pero sí tienen derecho a asociarse.

La Guardia Civil ha sido vilipendiada no sólo por los independentistas, sino también por el actual Gobierno del PSOE

Los motivos del plantón de la mayor asociación de la Guardia Civil en Cataluña a María Gámez se deben principalmente al incumplimiento de las promesas electorales. Y es que, el Gobierno les prometió que se iban a implantar turnos de trabajo y un plus de territorialidad, pero con los socios del PSOE no se ha llegado a ningún acuerdo.

El también juez en excedencia Grande-Marlaska y la directora de la Guardia Civil se niegan a abonar un plus de territorialidad, pese a que este plus sí lo percibe la Policía Nacional desde 1995. En los Presupuestos Generales del Estado, tanto el PSOE como Unidas Podemos, se han negado a aprobar una enmienda de Coalición Canaria que pedía instaurar esta medida, pese a ser una promesa hecha a los agentes.

LAS EXIGENCIAS DE LOS AGENTES A MARÍA GÁMEZ: EQUIPARACIÓN CON LA POLICÍA NACIONAL

Por otro lado, este cuerpo carece por completo de un sistema de turnos, como sí tienen otros cuerpos. El Ministerio de Interior y Gámez se comprometieron con la Policía Nacional a cambiar los turnos de trabajo con cadencias fijas en la Policía Nacional, mientras que a los agentes de la Guardia Civil se les ningunea pese a que hay una Orden General que obliga a los máximos responsables a cumplirla desde el año 2015, cuando aún gobernaba el PP.

Este complemento que retribuye la especial penosidad de ciertas zonas geográficas, por su peligrosidad y situación, carga de trabajo o alto coste de la vida. La cuantía por este concepto varía según el destino del agente y es percibido por toda la escala, independientemente de su función.

La Policía Nacional destinada en País Vasco y Navarra obtienen 701,83 euros extras por residir en esta zona debido a los cachorros de Bildu y proetarras que buscan la desaparición total de las fuerzas y cuerpos de seguridad que representan a todos los españoles. En concreto, son cerca de un millar de agentes los destinados en esas comisarías, mientras que los agentes del uniforme verde rondan los 2.000. Una clara discriminación que se ha sucedido en el tiempo e independientemente del color del Gobierno.

DE LOS 700 EUROS EN PAÍS VASCO A LOS 23 DE CEUTA, EL PLUS QUE NIEGA MARÍA GÁMEZ

En otras zonas, los agentes de la Policía Nacional cobran 190 euros, como en Madrid capital, o los 100 euros por estar en otras comisarias de la región. Los agentes destinados en el aeropuerto de Barajas perciben un plus de 184,52 euros, mientras que en Canarias suman otros 151, uno menos que en Baleares, pese a los disparados precios en estas islas.

Por otro lado, en Ceuta y Melilla, por ejemplo, tan sólo cobran un extra de 23 y 55 euros, respectivamente. En Barcelona, 57 euros, mientras que en el resto de provincias 43, tan sólo unos euros más respecto a Valencia, Sevilla y Málaga.

Los guardias civiles, al contrario que los miembros de la Policía Nacional, sí perciben un plus de turnicidad. Esta cuantía supone cobrar 120 euros al mes adicionales al sueldo como compensación por trabajar de mañana, tarde o noche.

De hecho, los agentes del tricornio son los únicos funcionarios del Estado sin un turno estipulado, fuera del ámbito sanitario. Sus días libres y turnos los conocen tan sólo un mes antes, por lo que es prácticamente imposible poder planificar salidas con familiares y amigos.

ABANDONA A LOS AGENTES DE LA ESPAÑA VACIADA

Además, tampoco se ha compensado a los agentes que prestan servicio en la denominada España vaciada, tan nombrada por el Ejecutivo con planes, anuncios y promesas también incumplidas. Ni una sola medida ha dictado Gámez para estos agentes.

Por otro lado, los agentes también han exigido el reconocimiento de Cataluña como Zona de Especial Singularidad. Esta petición se centra también para la provincia de Cádiz, nido de las mafias del narcotráfico y la inmigración ilegal. Según las fuentes consultadas, «debe haber una compensación por la peligrosidad» en el servicio.

Hasta no dar por cumplidas estas peticiones, ahora exigencias, los agentes de la AUGC rompen toda relación con Marlaska y Gámez. Sólo se retomarán cuando se «ponga fin a los agravios que padecemos», han zanjado las fuentes.